Cómo explicar la actuación del alto gobierno, cuál palabra lo define; son muchas y dan vértigo de tan duras, hay verdades que están mejor en el silencio. Más bien, intentemos estudiar el argumento de esta película que nos derrota, que nos convirtió en pequeños inofensivos, a nosotros que ayer, guiados por un Gigante, hicimos temblar a un sistema.
Al principio se enfrentaron los Socialistas, orgullosos con su Comandante al mando, contra los tenebrosos capitalistas que, temerosos, descubiertos, se refugiaron en la esperanza de los viejos sabios del norte, de las tierras frías. Los socialistas, inocentes, tropicales, frondosos, confiados, en medio de su alegría abandonaron las defensas, no se cuidaron de las ideas del pasado que se mueven en los vapores del poder. Los viejos sabios estaban tranquilos, habían penetrado la insubordinación de los dominados, era cuestión de tiempo para podrir desde adentro aquel intento.
Y asesinaron al Gigante, confiados en que las ideas capitalistas hicieran su trabajo. El primer día supieron que iban por buen camino, los herederos no avanzaron; al contrario, retrocedieron, el que hablara de asesinato era mal visto, repudiado, se recogieron periódicos con denuncias del magnicidio biológico, se apartaron a los críticos. "Todo va bien", reportaron a los viejos del norte.
Ahora la tarea era arrinconar a los socialistas, y el bisturí político actúo con experticia, uno a uno cayeron los más despiertos, los históricos, los que no se plegaron, los peligrosos de dar sombra. Eran traidores, se dijo, y todos creyeron, militantes y dirigentes. Luego se tendieron puentes a los viejos del norte, y a los pelucones de aquí. El gobierno mostró su propósito de enmienda, abandonaba el anticapitalismo, el antiimperialismo, al Plan de la Patria le reservaron el basurero. El escenario estaba listo para montar el show de la democracia burguesa.
Un bando, los de la mud, ataca al gobierno anteschavista, éstos se defienden con igual acritud, la lucha libre mexicana funciona, es un espectáculo grandioso, relámpagos, truenos que no ponen en peligro al sistema capitalista.
El descontento, la miseria que produce el giro al capitalismo, sus consecuencias, sus daños colaterales tienen su válvula de seguridad en el mismo sistema, los atrapa la mud. El desgaste del gobierno es fortaleza de la otra parte del capitalismo, de la oposición; y así todo queda en familia.
La película que hoy vivimos es de las mejores de la democracia burguesa, del capitalismo, el guión es completo: tiene peligro de invasiones (que ahora será extraterrestre, porque ya shanonn está en Caracas); tiene un villano, almagro, una heroína que lo enfrenta, un grupo de aliados, actores de reparto que hacen coro en la oea. Tiene suspenso, intriga: habrá o no habrá referéndum, las firmas son válidas, o son hijas bastardas de chuo, quien es el papá de la criatura. El hijo prodigo, Lorenzo Mendoza, regresa a casa, ahora no es malo, al contrario, es productivo. El tío perverso, Allup, es llamado a casa, irá o no irá el lunes, ya se verá. Ni Delia Fiallo, ni Arquímedes Rivero lo escribirían mejor.
Los espectadores son manipulados a voluntad, se ponen en modo invasión y salen a los ejercicios, se les inyecta odio a los capitalistas, menos a los que dirigen la economía del gobierno y gritan consignas incoherentes.
Y así, en medio de esta película, el capitalismo goza de buena salud, el reporte a los viejos del norte es satisfactorio, el capitalismo fue restituido, la masa está distraída, los dirigentes pelean de mentirita. Todo como en la cuarta, todo como en los viejos buenos tiempos. ¿Cuánto durará esta película?
