Es absurdo, podríamos expresarlo con claridad, demencial que tengamos enfrente a nuestros propios pareceres a un grupo social que no desea el diálogo en ninguna de sus propuestas y es por ello que nos consideramos que claro que será largo, difícil y complicado pero aún no hemos puesto sobre la mesa las contradicciones esos paradigmas que se confrontan vehementemente según los pensares de cada subgrupo político.
Aquel que considere que el sector político de las derechas es una unidad de criterios y objetivos, evidentemente, está no solo confundido sino que está reflexionando más con el corazón que con la más absoluta objetividad dialéctica. Al tiempo, aquellos de las izquierdas que no hayan percibido el odio, si señores, el odio que transpiran las clases medias hacia Chávez Frías pero más consistente contra el Presidente Maduro Moros, están pensando más como aquellos revolucionarios rusos y alemanes que se dieron cuenta de sus errores después de las derrotas revolucionarias en sus tiempos históricos.
Son tiempos de trabajar por la paz nacional por encima de debilidades revolucionarias y contra-revolucionarias y para poder alcanzarla es obligante objetivar las actuales desarrollos escénicos que, diariamente, se transforman en matrices de opinión que agotan sicológicamente tanto a tirios como a troyanos. Ello nos obliga a quienes consideramos que debemos confrontar esos escenarios actuar con firmeza y sin debilidades.
En ese mundo de contradicciones es necesario percibir y analizar las propias contradicciones que se están desarrollando en el campo revolucionario pero no solo aquel referido a las confrontaciones dentro del campo de la unidad revolucionaria sino en el día a día que se expresa en la corrupción y la burocracia que son, ambas variables, caldo de cultivo que le estamos ofreciendo a la contra-revolución en su proceso paulatino de "golpe de estado continuado"; es decir, además del proceso político que viene se desarrollando desde el ministerio de Interior y Justicia, debemos educar a las masas en combatir agresivamente, es decir, colaborar con valentía en no solo denunciar a la delincuencia sino controlar verticalmente las estructuras de base revolucionarias. Por ejemplo, un tema extremadamente grave son el otorgamiento de las guías para el transporte de productos perecederos entre dos puntos, es decir, desde el punto de la producción hasta el punto del consumidor. Pero no solo son las guías sino el descontrol actual en el tránsito de los camiones que transportan todos los productos perecederos y "los peajes". Es evidente que existen, gerencialmente, maneras de poder controlar ambas variables porque se está golpeando directamente a la base fundamental de la economía como es la distribución.
Las matrices de opinión que se vienen desarrollando son extremadamente negativas como es absolutamente no solo muy mala sino equivocada desde lo fundamental del mensaje subliminal que se está desarrollando desde el campo revolucionario además de opiniones no expertas en campos donde son francamente ignorantes pero el "siismo", el "yoismo", el "personalismo", el figurar y el japabolismo, chupatintas, son contradicciones que están afectando seriamente al proceso revolucionario actualmente. Es decir, sí es necesaria una revolución cultural en nuestro proceso revolucionario, éstos son los momentos históricos cuando debemos realizarla.
Nos vamos a referir, por ejemplo, al proceso actual de sinceración de los costos y precios al consumidor. Actualmente podemos conocer con un simple recorrido por los lugares de venta buhoneril como existe la competencia capitalista cuando los buhoneros están compitiendo con los precios en la oferta de productos perecederos con los supermercados lo cual está de boca en boca del consumidor que son, generalmente, las amas de casa e incluso las mujeres trabajadoras que cuando regresan al hogar a cocinar, aprovechan para adquirir algunos productos perecederos para la condumia familiar. Resulta extremadamente curiosa la "cesta Petare" porque nos está señalando la mayor contradicción de la "guerra económica" y el Gobierno, quien quiera sea el responsable, no ha emitido opinión al respecto. Insólito!!!
Es decir, en relación a los productos perecederos el Gobierno debería publicar, diariamente, el precio de cada producto en venta en las zonas de su producción con lo cual se conoce, sin tapujos, las variaciones en claras especulaciones que se van desarrollando en el proceso de la línea de distribución. Estas estadísticas le podrían permitir a los órganos correspondientes no solo mantener un control objetivo en la distribución sino un control real sobre los pagos por impuestos correspondientes con lo cual se podrían pensar en la reducción de impuestos colaterales que perciben las alcaldías cuales, actualmente, están desarrollando una matriz de opinión en el sector comercio con un desarrollo contra-revolucionario real y efectivo que le permite a la contra-revolución política poder alcanzar los actuales éxitos no solo electorales sino en la masiva respuesta a reconfirmar sus firmas a favor del referéndum.
La contra-revolución no es macro, actualmente, sino micro. Por eso consideramos que una revolución sin gerencia no alcanzará sus objetivos revolucionarios por mucho voluntarismo que se exprese desde los diferentes conjuntos revolucionarios.
Por último, es de necesidad objetivar la unidad revolucionaria y, en nuestra opinión, Maduro Moros viene exponiendo una serie de decisiones que nos están llevando a considerar no solo la unidad revolucionaria sino la plena incorporación al propio proceso revolucionario. Nos referimos no solo a la preparación objetiva frente a cualquier intento de subvertir el orden constitucional sino en confrontar esos pequeños pero dolorosos detalles que hemos expuesto para sus reflexionles más arriba.