Más claro y clarificador no pudieron ser las palabras dichas por el periodista, militar y estratega geopolítico Walter Martínez cuando recibía el premio nacional de periodismo.
Luego de pasearnos por los hechos pasados en la historia y su correspondencia con los tiempos actuales, Walter Martínez nos llamó la atención a todos a colocarnos y pisar tierra firme. Que la guerra de cuarta generación no es un cuento y que demasiadas pruebas ha habido de su arremetida contra nuestra patria.
Que la mejor prueba de que esta, la guerra de cuarta generación, ha sido eficaz, es que la vertiente "psicológica" de las varias vertientes subversivas que tiene, ha ido ganando terreno incluso dentro de nuestros cuadros.
La mejor visión de que Walter tiene razón es que vemos actuando como Cipayos (no es que lo sean, pero actúan como tal) a prominentes personajes dentro de la opinión pública Chavista, con conciencia o no, de lo que hacen.
En nombre de la crítica, la cual es descartable cuando viene acompañada de denuestos y descalificaciones, y pasa a ser "ataque" en vez de "crítica", es que se han basado estos personajes para colocar sus opiniones dentro de la psiquis Chavista, sin detenerse a pensar o analizar los daños que causan a la revolución, aunque ellos crean que le están haciendo un favor a la revolución per sé.
Y pobre de aquellos que les llamen la atención o los conminen a rectificar, por más que se les diga que lo que hacen es más daño "interno" que lo que ellos pretender hacer. En nombre de la crítica, la lanzan pero no reciben la crítica hacia ellos con la misma euforia.
La gran encuesta "Chavista" fue el mismísimo 6D cuando solo 26% de los votos Chavistas se abstuvieron y 74% salieron a defender su revolución. Pero tal parece que la única lectura que ellos hicieron fue que con esa abstención "lograron" que la oposición tomara el control de la asamblea nacional y ellos lo asumen como un "triunfo". Abonando el camino para que durante este 2016 arreciaran las dificultades.
La situación ya estaba difícil por sí misma con la guerra económica, ahora le sumaron con "intencionalidad" más dificultad a la realidad política.
Me imagino que ellos, los abstencionistas y sus líderes como Toby Valderrama, Nicmer Evans, Vivas Santana, etc. Se deben sentir orgullosos de su logro. Con una psicopatía criminal osea la culpa de que la asamblea esté en manos de la oposición es de Maduro y no de la guerra de cuarta generación en la que aun estamos. Ellos no colaboraron en este desmedro, me imagino que así piensan.
Por eso, Magistral la cátedra que nos dio Walter Martínez.
Ahora, ¿de qué lado de la historia quisieran pasar los Nicmer Evans y los Toby Valderramas?
¿Rectificaran? O se harán los sordos, como precisamente ellos acusan al gobierno de ser…Lo dudo.