Tiempos de lectura, tiempos de reflexión y para ello nos hemos trasladado a las páginas de aquel discurso cual como orador de orden ofreciera Luis Castro Leiva en aquel 23 de enero del fatídico año para las derechas de 1998, año de elecciones presidenciales cuando Hugo Rafael Chávez Frías alcanzara el triunfo en celebración en el Ateneo de Caracas cuando, en platea, nos encontrábamos mis panas y myself escuchando a Hugo y observando a las huestes del "23" en triunfal entrada en escena hacia la visibilización del pueblo, a decir de la revolución. Escudriñamos hacia un otro artículo publicado por El Universal de autoría de Juan Carlos Parisca Pérez titulado: "Avanza el cambio del modo de producción" (http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/avanza-cambio-del-modo-produccion_337004) donde nos propone la reflexión referida a que "…El Gobierno Bolivariano viene realizando un profundo cambio del modo de producción de la economía venezolana. Hasta ahora el énfasis estuvo en la producción. Le llegó la hora a la distribución y se está constatando que no se trata de un detalle sencillo..." (Idem). Dos textos que se anteponen ideológicamente en ese marco referente que es el pasado ante el presente y el futuro históricos. Es en ese mismo orden de nuestras ideas, el artículo publicado por la muy prestigiosa y conocida revista británica: Prospect magazine (http://www.prospectmagazine.co.uk) titulado: "Walter Benjamin’s genius for surreal visions" (http://www.prospectmagazine.co.uk/arts-and-books/flights-of-the-dream-bird) del cual nos hemos permitido destacar una frase por demás muy interesante: "…The past can be seized only as an image which flashes up at the instant when it can be recognised and is never seen again…" ("…El pasado solo puede ser captado como una imagen que titilea en algún instante cuando puede ser reconocida pero que no podrá ser vista de nuevo…". Idem). Claro sí contrastamos dicha frase de Walter Benjamin con el texto de Germán Carrera Damas: "Validación del Pasado" (EBUC. Caracas, 1975, pp. 232) entonces ahí si nos metemos en un berenjenal pero la Historia, en nuestros pareceres, nos ayuda a reflexionar mientras a otros les sirve para justificar y justificarse como lo estamos captando en estos tiempos de turbulencias y justificaciones políticas sustentadas en supuestas ideologías de supuestos escenarios socio-políticos para las correspondientes justificaciones sico-sociológicas. Cuatro referencias, cuatro jinetes del Apocalipsis criollo.
Desglosemos para el disfrute de la "pajita dialéctica" a pesar de críticas del más alto nivel. Nos exponía el doctor Castro Leiva en aquel interesante discurso conmemorativo que "…estos pensamientos desdeñosos de la democracia representativa, hechos por la alquimia levantista y demagógica de caudillejos, nos dicen que hay que reinventar una democracia directa de las masas…" (Ibidem, pág.7). Evidente que se refería a los paradigmas propuestos por Hugo Chávez en plena carrera presidencial pero lo importante, al dirigir la vista atrás, que para las derechas para nada era de fácil hacer el escenario al cual debían confrontarse en caso de un "hipotético" triunfo electoral de Chávez Frías en aquel próximo diciembre de 1998. Era evidente que las derechas se encontraban en un "cul de sac" consecuencial por sus propias torpezas decisorias en la alta política nacional y, en consecuencia, iban a pagarlo por los resultados como ya lo preveían inevitablemente. Pero Castro Leiva no se queda en esa pequeña introducción ideológica más que política cuando expuso que "…este sueño "anarquista" consiste en que cada quien lleve su silla de congresista –su curul- como quien lleva una loncherita para manducarse la república y formar, en acto de participación política instantánea, una especie de guarapita cívica…dice este robusto sueño anarquista, cada miembro de la "sociedad civil" sin intromisión del Estado ni de los partidos, decidirá por su cuenta y gana lo que mejor convenga para todos los venezolanos…" (Idem). Más claro, el amanecer llanero.
Mucha agua pero no demasiada ha transitado por la Historia Patria desde aquel triunfo de aquel diciembre del año 1998 cuando Hugo Chávez alcanza el anhelado triunfo electoral y cuando muchos, muchísimos, "hechos históricos" se han sucedido desde aquella triunfal para algunos, oscura para otros, fechas de cambios profundos.
Pero es de obligación definir que significan, realmente, eso que denominamos como "cambios profundos" y sí ellos están en coordinación con políticas específicas y/o son solamente procesos estructurales de la economía adobados por matices de políticas sociales actualmente en profundas crisis estructurales, precisamente. La objetividad, consideramos, debería estar en perfecta sintonía y, de ser posible, en equilibrada objetividad sí y solo si consideramos que estamos haciendo Historia e Historia Patria.
Parisca nos lo expone cuando, al poner el dedo en la llaga, considera que nos encontramos en la etapa conceptual de la distribución pero precisando que "…Producción y distribución son dos fases de un proceso productivo estrechamente encadenadas. Sin lo primero, la producción, no se llega a lo segundo, la distribución, pues si no hay producción no habría nada qué distribuir…" (Parisca, Idem). En alguna ocasión de "pajita dialéctica" con don Carlos Cruz en su librería de la AVP, nos comentaba, en aquellos tiempos cuando se encontraba en Moscú, que había visitado la estación central de trenes de la capital rusa donde observó como un tren que transportaba tomates frescos se iban convirtiendo en "jugo de tomates" por la indolencia de la burocracia soviética de aquellos tiempos históricos. Es decir, en acuerdo con Parisca, la fórmula matemáticas de producción/distribución contiene en si misma la conclusión de la gerencia necesaria; es decir, en términos de conjuntos es de obligación considerar todas las variables de la economía. Es decir, en última instancia, nos preguntamos porqué la Polar considera que la distribución/gerencia significan su propia supervivencia ante un Estado donde las matemáticas son asimétricas. Excelente pregunta cual nos, no tenemos respuesta por ígnaros.
Pero la Historia, ay! la Historia, como diría "papaíto" Candal, es como el pecado que está ahí y ahí se mantiene si no lo reconocemos como pecado con toda sus intensidades. Es decir, no solo la Historia es un atisbo momentáneo que perdura en el inconsciente personal y colectivo sino que es, necesariamente, la objetiva y necesaria "…validación del pasado…" como nos lo propone Carrera Damas, justamente, sobre la Historia de la Patria. Claro y pícaramente hemos precisado en el inconsciente personal y colectivo donde la Historia se esconde, siempre, temporalmente, para saltar al consciente y dar un toque de campana a la gerencia maula y alienada de la Política de "intereses creados" como lo expondría aquel literato español, Jacinto Benavente. Como lo expresaron en aquella obra de teatro de Lope de Vega cuando el pueblo al unísono exclamó: "…todos a una…".
Estamos recordando por estos días la realidad de los 80 años de la "Guerra Civil española" por razones familiares. Como me comentara en alguna ocasión mi señor padre cuando en lugares de diferentes trincheras, padre e hijo, conversaban a la luz de la luna sobre la familia, el pueblo, los amigos y las novias pero siempre evitando encender un cerillo para el cigarrillo de turno porque aquel error podía significar la muerte. Así es la guerra civil.