El pasado 18 de julio, un grupo de dirigentes y representantes de agrupaciones políticas encabezados por el general retirado, Cliver Alcalá Cordones, nueva estrella de los programas de opinión de CNN y la prensa antichavista mundial, y cuyo hueco discurso, por cierto, tiene muy poco de izquierda, se pronunció en rueda de prensa y carta al CNE, a favor del referendo revocatorio que promueve, convoca y organiza la derecha y extrema derecha venezolana.
Este grupo de opositores chavistas, al que también forman parte los ex ministros Héctor Navarro, Ana Elisa Osorio, Gustavo Márquez y el movimiento Marea Socialista, utiliza los mismos argumentos enarbolados por la oposición para atacar al gobierno y el Poder Electoral. Considera que todos los problemas del país pasan por la realización de un revocatorio, y que las instituciones del Estado no pueden obstaculizar un derecho constitucional, asumiendo que los requisitos exigidos por la propia carta magna para su activación han sido cumplidos.
No obstante, llamó la atención que el ex ministro Jorge Giordani no estuviera presente en el hotel donde se llevó a cabo la rueda de prensa, aunque algunas notas, sobretodo del exterior, aseguraban su participación en la misma. Tampoco se observa su firma en la carta a favor del revocatorio. Sus acérrimas críticas contra la gestión de Maduro y su solidaridad expresa con los ex ministros Navarro y Osorio, con quienes además ha comparecido públicamente para expresar su descontento, pudo haber hecho pensar que sería una de las principales figuras de este grupo de chavistas opositores.
Pero a juzgar por su artículo "Emergencia Económica Revolucionaria Bolivariana", publicado en aporrea.org justamente un día antes, Giordani no parece respaldarlos.
Luego de presentar sus recomendaciones para superar la crisis económica, Giordani termina su escrito con una contundente respuesta a quienes seguramente le invitaban a sumarse a la petición del referéndum revocatorio.
"(…) Asumiendo de manera firme e irrenunciable nuestra posición crítica por la depuración, el perfeccionamiento y fortalecimiento del proceso revolucionario, en ningún momento y bajo ninguna circunstancia nos prestaremos a ninguna componenda, maniobra, atajo, alianzas indirectas o en la sombra contra el actual gobierno legítimo y el desarrollo del proceso de transformación política y social en el marco de la legalidad democrática de derecho y de justicia que establece la Constitución Bolivariana".
La posición clara y enfática de Giordani debe llamar a la reflexión a quienes desde la izquierda apoyan y defienden la principal bandera de la oposición venezolana y sus aliados transnacionales, para revocar el mandato del presidente Maduro. El ex ministro de finanzas está consciente que no se puede estar en las mismas filas de quienes atentaron contra la patria el 11 de abril, destruyeron la economía del país durante el sabotaje petrolero, han ejecutado atentados y guarimbas, promueven la corrupción y la guerra económica, imploran una invasión extranjera, y mancillan constantemente la memoria, obra y legado del Comandante Chávez.
Por más legítimo y revolucionario que sea defender una conquista de la Revolución Bolivariana, que la derecha erradicaría inmediatamente si algún día llegaran al poder, no se puede ser eco de quienes quieren ver muerta la Revolución y pretenden entregarle el país al imperialismo.
Comentario Necesario
No soy quién para decirle al insigne Esteban Emilio Mosonyi lo que debe o no debe hacer o apoyar. Su dilatada y extraordinaria trayectoria como un hombre verdaderamente de izquierda debe ser más que suficiente para que tome las decisiones que crea más convenientes. No obstante, cometo el atrevimiento de comentar sobre su reciente afirmación en la referida rueda de prensa:
"Queremos el referéndum revocatorio no para desalojar al presidente sino como un derecho constitucional".
Mononyi no puede ser tan iluso. Debo recordar, por mencionar tan solo un ejemplo que me viene inmediatamente a la memoria, que fue el gobierno socialista y bolivariano, liderado en su momento por el Comandante Presidente Hugo Chávez, el que expulsó del país a las infames Nuevas Tribus que por tantos años había enfrentado Mosonyi sin que los gobiernos de derechas, que ahora acompaña en su solicitud de revocatorio, movieran un dedo por ello, ni siquiera por el bienestar general de los ultrajados pueblos indígenas.
Razones de sobra seguramente tendrá Mosonyi para que su descontento con el gobierno sea mayúsculo, quizás no lo escuchen - ahora menos -, pero el pasado reciente no se puede borrar de un plumazo. La deuda que le tenemos a la Revolución Bolivariana es demasiado grande para que la coyuntura nos haga ciegos del siniestro futuro que nos esperaría con un gobierno de derechas, pro-imperialista, represor, devastador de la naturaleza, la cultura y pueblos indígenas.
Si algo debemos aprender de los condenados de la tierra, como bien los llamaba el pensador revolucionario martiniqueño Frantz Fanon, es que no podemos perder la memoria.