El pez abre la boca para comer y corre el riesgo de ser comido; el gobierno la abre para construir una ficción que lo aplasta. Acostumbrado a despachar los problemas con una frase ingeniosa, una cuña o una declaración que anule la declaración anterior, envalentonados con la fuerza de sus medios, la soberbia fue tomando cuenta del gobierno, allí nadie cuida la boca, se dice y desdice con frecuencia, así van tejiendo su propia incredulidad. Y ya sabemos que el principal valor de un gobierno es su confiabilidad, sin ella el gobierno agoniza.
Dos temas están hoy en el escenario político y en los dos el gobierno se enreda en su propia trampa verbal. Uno de los temas es el referéndum: sobre esto altísimos voceros del gobierno opinan hasta por el ombligo, aseguran, con la certeza del que sabe algo que los mortales no sabemos, que no habrá referéndum. Hacen diagnósticos, pronósticos, expiden la carta de defunción del evento, el CNE los desmiente y entonces los voceros se hacen los musiúes , se callan. El referéndum sigue su marcha de morrocoy.
La realidad es que por andar inventando zancadillas judiciales, olvidaron la esencia del asunto: recuperar el amor de las masas, reconocer la derrota de las elecciones parlamentarias y corregir las fallas que la produjeron.
Una pregunta queda en el aire: ¿qué saben? Puede ser que el tribunal supremo o la fiscalía les saquen la pata del barro.
El otro tema, más importante, es el petrolero, que ha dado pie para evaluar la obra del Comandante Chávez. Ya sabemos de las declaraciones del Presidente de PDVSA, pero también las de Freddy Bernal, Pérez Abad, algunos dirigentes obreros que hablan de la reversión de las nacionalizaciones, de "rectificar el error cometido", de llamar a los antiguos dueños.
El tema escaló, y el gobierno se vio obligado a usar su arma más poderosa: abrir la boca y construir una ficción, creerla y ya, el problema está resuelto. Es así que ahora el Presidente habla de que aquí no habrá privatizaciones, que vamos para el socialismo. Los voceros retroceden, dejaron al Presidente de PDVSA solo en su imprudencia violatoria de la primera ley de los pragmáticos: "haga pero no lo diga." Claro, los empresarios no se preocupan, las privatizaciones siguen en la Faja, en el Lago de Maracaibo, el capitalismo goza de buena salud, en medio de la crisis es estimulado, crece, engorda. Sigue pérez abad haciendo su trabajo, recordemos la invitación a los empresarios a incorporarse al PSUV, y desde allí influir en el rumbo del gobierno.
La contradicción principal de estos tiempos que no es otra que Socialismo o Capitalismo, Socialismo o Barbarie, aflora dentro del gobierno: sigue el camino Socialista señalado por Chávez, o cae entero en el capitalismo. Mientras no la resuelva, tiene que seguir con la boca abierta como el pez; moviendo la lengua que, ya decía Chacumbele, es el castigo del cuerpo.
