Ya lo decía el Apóstol Martí: "en política, la verdad es lo que no se ve". Es así, hay por lo menos dos políticas, la que se ve y la oculta, ésta última es la que decide el rumbo, ésta es la que debemos estudiar con un trabajo de arqueología. La tarea es difícil pero no imposible, se debe empezar jalando los hilos que asoman en la política que se ve. Jalemos (hilos).
El menchevique jesús farías, el mismo que decía que la alianza con la burguesía era un paso necesario para la revolución y blandía junto a la hoz y el martillo la mala lectura de un libro de Lenin para acusar a los que se oponían, sale ahora a decirnos que más de 500 empresarios han sido ayudados y acompañados por el gobierno. Extraña manera de ir al Socialismo. Pero si esto fuera poco, el mismo ministro nos anuncia que el hasta ayer monstruo, la polar, está asistiendo a las reuniones del Consejo Nacional de Economía. Es decir, allí donde se debía estar planificando, ventilando la marcha al Socialismo está sentado el General de la "guerra económica". (Sería interesante ver cómo explican esto los voceros en la televisión). Hasta aquí la política que se ve.
Jalando el hilo encontraremos, necesariamente, reuniones secretas entre los personeros del gobierno y la polar, de ellas salió el acuerdo de la asistencia al Consejo de Economía. ¿Qué otros compromisos excretaron esas conversaciones, qué medidas propuso el capitalista y fueron aceptadas? Muy pronto veremos movimientos en la economía y sabremos algo de la política que no se ve; o quizá algún ministro se le suelte la lengua y diga algo, aunque después se recoja, así tendremos en la mano otro hilo para jalar.
Ahora bien, si se reúnen a escondidas para una alianza en el campo económico, como lo demuestran los resultados, porque es imposible que polar se siente en el Consejo sin hablar antes; si queda establecido que se reúnen escondidos, estamos autorizados a pensar que también se reúnen en lo político. Y aquí las conclusiones son más enredadas, estamos tratando con profesionales del ocultismo. Quizá en estas reuniones cada uno llegue con un serrucho, no para el lado opuesto sino para serruchar en su propio lado, quizá estén pensando en el mango bajito que significa ir a elecciones presidenciales con este gobierno, un tiro al piso. Quizá allí se tomen decisiones que no parecen tener lógica, que todos rechazan en la política que se ve, como esa de dejar a leopoldo en ramo vede, pero en la política oculta se justifica, porque limpia el camino a unas candidaturas y a otras no; o por ejemplo, un acuerdo sobre el revocatorio para el 2017 con un vice de mutua aprobación, un viejo que ya le pesen los años para tener ambiciones. Quizá en esas reuniones se siente shannon y todos acepten sus exigencias, como en el viejo y recordado Grupo Boston.
Decíamos que hay por lo menos dos políticas, falta una tercera que es la realidad arisca a entrar en los planes de los gaznápiros, rebelde a componendas. La realidad no ha entrado en combate, ella siempre dice la última palabra. Un día aparecerá rubicunda en la escena y ese día las embajadas tendrán mucho trabajo...
