La representación del socialismo en el mundo burgués


¿Cómo las elites burguesas y sus representantes ven la sociedad venezolana? Ellos en boca de Gustavo Coronel la ven como “Confrontados con infinidad de problemas los venezolanos de hoy piensan que la Nación es irrecuperable, que estamos condenados a ser para siempre una tribu semi-salvaje de envidiosos y resentidos, como la que ha creado en nuestro país el régimen que hoy agoniza. Hay quienes propugnan abiertamente una transición integrada por buenos y malos, porque mejor sería tener algunos buenos en la mezcla, sin darse cuenta del inmenso riesgo de embrutecimiento que corren los buenos que coexisten pacíficamente con los malos”. ¿En verdad la elite burguesa cree que el país es irrecuperable, (pesimismo, abandono de la batalla de clase) que la clase trabajadora y su dirigencia es un fardo, inútil de tribus semisalvaje, (desprecio social, fascismo, racismo de clase) de envidiosos y resentidos sociales, (justificación de la dominación de clase) en verdad agoniza el socialismo bolivariano, el régimen chavista (reconocimiento de la crisis, de la guerra de clase)? Veamos cómo piensa un colonizado racial preocupado por su clase social contra la clase obrera que llama “aprendices de brujo”, a los trabajadores.


Gustavo Coronel piensa que: “ La historia de Venezuela, desde la Colonia hasta nuestros días, ha sido una historia de exaltación del Estado sobre el ciudadano. La imagen de país que tienen estos millones de habitantes es la de dinosaurio todo poderoso que vela (o ejerce su fuerza bruta) sobre los pequeños seres que gravitan a su alrededor. Aún nuestros líderes más sagaces no han podido quitarse de encima el pesado fardo ideológico estatista. Aún nuestro liderazgo más joven habla de empresas básicas bajo control estatal, de dirigismo estatal, de un excesivo peso del estado en la vida de la Nación” de allí que nos recomienda como toda mente que mira hacia afuera, de patrones externos, en ver nuestro Estado un fardo, un dinosaurio, para agilizarlo, “Necesitamos ver aparecer a nuestro Churchill, a nuestro Lincoln, a nuestro Cardoso, los polos opuestos de los Castro, de Chávez o de Lula. Un gran liderazgo puede obrar milagros”. Es decir seres que “obren milagros”, que nos saquen de “la situación de desesperanza y pesimismo” en que está sumergida según él, la sociedad venezolana, un milagro, una obra fruto de líderes, no de un pueblo trabajador, la vieja historia de que los lideres hacen la historia y los pueblos mirones de palo.


Al parecer para este político mejor no hubiera sido posible la creación del Estado, el surgimiento de la independencia nacional, sobre todo cuando el caudillismo era la exaltación del individuo sobre el Estado, impedimento de que diera origen al Estado y la consolidación como nación, en todo caso, el camino fue otro, el surgimiento del Estado nación, la consolidación del territorio nacional bajo una autoridad única que sometiera la anarquía de esos seres exaltados, de esos individuos caudillos que pretendían imponerse por encima del interés nacional, del interés social y esto ha dado a la figura del Estado nación de la cual dependen el interés nacional, mejor dicho, de la esperanza o desesperanza, del optimismo o pesimismo, y todo ello irá a depender de las ideas como se enfoca el Estado en función del interés nacional, del interés social, ya que si el Estado se coloca al servicio de una sola clase social, la burguesía, predominará la desesperanza y el pesimismo para unos y la esperanza y el optimismo para otros. Un Estado injusto, un estado burgués que colocará la riqueza en manos desiguales y por supuesto, “los pequeños seres, los millones de habitantes verán un dinosaurio todopoderoso gravitar con su fuerza bruta sobre sus cabezas reprimiendo sus necesidades. Siempre ha sido así; desde la colonia, ahora de lo que se trata es de restructurar ese Estado acercarlo, a pueblo, reconfigurarlo, y Chávez comenzó ese proceso e aprendizaje con los consejos comunales, las comunas, de restituir la democracia participativa y protagónica frente así la democracia de los mirones de palo, la democracia representativa.






Los dinosaurios y las corporaciones


Tal cual pasó en la Venezuela de la IV República, donde el Estado con su “fuerza bruta”, tomando en cuenta la data de Coronel, “la democracia parece haber desparecido…..”, ¿Cual democracia?, si ella es meramente una democracia liberal, representativa y no participativa, donde como dice, “los malos saquean y los buenos se quejan en silencio”, de que democracia presume, donde los ricos saquean y presumen de ser los buenos, y los malos se quejan en silencio, una Venezuela saqueada con la complicidad de los ricos, por las transnacionales petroleras, dejando un país en pobreza social, en suciedad, en subdesarrollo materialmente. La burguesía criolla, ni se quejaba en silencio, aceptaba de manera indolente, el peso del dinosaurio, de las corporaciones, hizo desparecer toda esperanza de desarrollo, creando una situación al parecer de Coronel, donde “Venezuela parece un país con 30 millones de habitantes y con apenas una cuarta parte de ciudadanos capaces de contribuir a sacar al país adelante. Los otros millones de venezolanos son gente que no puede o no quiere contribuir al progreso de la nación por, entre otras. ¿Qué manera de ver las cosas,, que 30 millones de venezolanos no estuvieran interesados en su propio desarrollo?, Apenas una elite culta y rica, una elite burguesa con su clase media.


Hasta ahora; esa cuarta parte de ciudadanos capaces de sacar al país adelante no lo han hecho, sencillamente porque no quieren, si haber vemos, de acuerdo con la lógica de Coronel no tienen el liderazgo de “Churchill, a nuestro Lincoln, a nuestro Cardoso, los polos opuestos de los Castro, de Chávez o de Lula”, son parasitarios del Estado, del capitalismo rentista petrolero, por eso hicieron lo posible para que desapareciera la democracia, no tienen el interés de hacer “el milagro del desarrollo”, crearon y reprodujeron una cultura de la dependencia colonial, ese complejo que arrastran de la IV República, la imagen de un Estado rico, un Estado que todo lo resuelve, un país agraciado por la naturaleza, un país rico donde el ciudadano no necesita trabajar, lo tienen todo para el saqueo colonial, que solo lo que necesita es ponerlo al servicio del capital extranjero, lo demás viene como maná de leche (divisas en dólares) caer del cielo. Es la espiritualidad zángana que carcome la iniciativa del trabajo, es la espiritualidad de la suciedad, del haragán, del perezoso, que no quiere contribuir al progreso de la nación, del Estado nación, podemos decir que es la herencia espiritual del burgués que aliado a la burguesía internacional cede su espacio de dominación, se convierte en apéndice de las corporaciones como Mendoza, un administrador de las empresas extranjeras de tecnología, conocimiento y capital.


El parasitismo de la cuarta parte de la sociedad


Espiritualmente hablando, siguiendo el discurso de Coronel, solo que creemos que esa cuarta parte de los venezolanos que quiere sacar el país adelante, siempre lo ha hecho dependiendo de las divisas del Estado, la forma como han sido capaces, y hoy cuando se contrae el mercado petrolero, piensa como todos los demás del país, que la solución a la crisis, a la situación social, débese a la mala administración del Estado, ellos “Piensan que el petróleo le garantiza a la nación un cuantioso ingreso que hace posible lo que decimos arriba. Esto siempre ha sido mentira, hoy más que nunca una mentira, cuando el futuro de ese petróleo venezolano es tan negro como él, debido a su baja calidad y a la tendencia mundial a reemplazar los combustibles fósiles con fuentes energéticas menos contaminantes;… Piensan que el país es muy rico y por lo tanto debe darles todo lo que necesitan sin trabajar”. Así engañaron al pueblo, los demagogos políticos, los populistas adecos, los copeyanos populistas para luego desengañarlos con su neoliberalismo, y echarles el muerto de la mea culpa, de la incapacidad de asumir las ideas del desarrollo soberano e independiente, las ideas de Simón Rodríguez, inventamos o erramos o también de Simón Bolívar, el desarrollo independiente y antimperialista, Esta es la herencia de la cultura del petróleo, del petroestado, del asistencialismo populista que ha servido a las empresas privadas como también ha contaminado al pueblo, desarmándolo, sin iniciativa económica.


Ahora bien; Coronel piensa que “A esta creencia ha contribuido decisivamente el régimen político de los últimos 17 años y, en cierto grado, los gobiernos anteriores”; no hay duda, todos no hemos podidos de deslastrarnos de aquella cultura de la dependencia colonial, de no querer “contribuir al progreso de la nación” y no de un individuo en particular o clase social, sino el interés de todos, ¿Cómo se explica eso, la dependencia del Estado, y a su vez, la dependencia de países foráneo, del neocolonialismo moderno, de las tecnologías y del conocimiento?. Me parece que Coronel da en el clavo, “un nivel educativo muy bajo, lo cual los hace presa fácil del populismo y la demagogia”; además la baja formación política, el nivel de consciencia social en asumir el plan de transformaciones que requiere el país. A esto se suma, el complejo burgués que siempre estuvo presente, desde la independencia nacional hasta la IV República, “un pronunciado complejo de inferioridad frente a países más adelantados y piensan que ese adelanto ajeno ha generado el atraso propio”, la teoría de la modernización del capitalismo, ello estuvo presente desde Juan Vicente Gómez hasta Caldera II, el neo modernismo con el neoliberalismo.


Fuente de análisis


Gustavo Coronel, ¿Qué hacer en Venezuela? Blog personal , 31 de agosto de 2016, 20:23