En la IV República, ¿ vivíamos felices?
Tenemos que asumir la responsabilidad por los errores tanto de la IV República como por la V República, tener consciencia del ecodesarrollo de la riqueza venezolana, no podemos regresar a la IV República creyendo que éramos más felices, justificando un pasado ignominioso, silente, oprimido, pero tampoco debemos anclarnos en los errores de la V República, la mala administración de la crisis petrolera, la permisividad de la fuga de divisas, de capitales, la caída de las reservas internacionales y sus consecuencias sobre el desarrollo del país, siempre el capitalismo vuelve sobre sus pasos perdidos, sobre sus reinos perdidos, reflexionemos.
Dormidos sobre un tesoros escondido
José Niño titula un interesante artículo "Venezuela no es un país rico, y su decadencia empezó con el socialismo", asumiendo naturalmente una postura en defensa del capitalismo, analiza ciertamente algunos de los problemas críticos del desarrollo de la sociedad venezolana durante el siglo XX, pero tergiversa desde su óptica interpretativa los últimos acontecimiento de la última década del siglo XXI mirando por el retrovisor de la historia del siglo XX. No es suficiente disponer de una montaña que encierre tesoros debajo de la tierra, hay que descubrirlos, hay que continuar la obra de la naturaleza, la creación, la transformación de esos tesoros en bienes para el desarrollo de la humanidad, preservando la naturaleza originaria primero, para luego, engrandecer el desarrollo humano después sin trabas alguna, dándole a cada uno lo que necesita.
Desde luego parte del problema que no es suficiente en disponer recursos naturales y económicos si en realidad no se produce, ¿Qué país puede ser rico, si en realidad no se transforma su materia prima teniendo necesidades sociales la población sin atender, de que sirve que Venezuela como dice Niño, "un país que tiene muchos recursos naturales –cobre, hierro, petróleo, etc. –, pero en este mundo hay un sinfín de países que están dotados de recursos. Recursos naturales hay en todas partes, por ende estas bendiciones naturales no garantizan por sí solas que un país sea rico o próspero a largo plazo….. En fin, puede que Venezuela tenga todos los recursos del mundo, pero esto no garantiza su salida del subdesarrollo si no cuenta con las instituciones necesarias que fomentan el desarrollo económico"….. De nada sirve tener petróleo en el subsuelo si a finales de cuentas se trata de un monopolio entre el Estado y un puñado de multinacionales.
No bastan los tesoros, necesitamos consciencia revolucionaria de independencia y libertad
Es cierto; ahí está el ejemplo del continente africano, un continente esquilmado por el capitalismo mundial, por Inglaterra, Los Estados Unidos, Francia entre otros, donde no se difunde la democracia, los valores democráticos, donde no se funda instituciones democráticas, se les aprovecha en sus conflictos tribales para dominar los países, para desmembrarlos, se les financia guerras locales, étnicas, se les balcaniza, se les saquea vilmente, se les explota su mano de obra, infantil en especial en las minas, se les sumerge en guerra permanentes, a todo un continente que ha debido de ser por ser cuna de la civilización, el espejo de la humanidad por su riqueza naturales, ecológica, por sus culturas biodiversas y que resultado ha tenido el capitalismo en esta parte del mundo, la reproducción de un vulgar modelo de reproducción de capital reducido a crear riqueza más que proporcionalmente que la población, sumido en el estancamiento.
En América Latina es otra la situación, las luchas por la independencia, la unidad nacional, ha procurado impulsar el desarrollo, pasando por el saqueo originario de la acumulación de capital, es decir sometido a las leyes del progreso liberal, los implicados en la independencia política han tenido que ejercer el derecho a la autodeterminación nacional, para gozar de los beneficios que trae la independencia nacional, la propiedad sobre el subsuelo, de una lucha permanente entre dos fuerzas sociales, El Estado y los gobiernos y las compañías explotadores de los recursos naturales.
En Venezuela ciertamente es un país que tiene todas las condiciones para ser un país rico, y no solo eso, una potencia rica, un país desarrollado, pero que lo ha frenado, si disponiendo de minerales, la propiedad del Estado de la Faja del Orinoco, ahora del Arco Minero del Orinoco, porque no logra alcanzar desarrollarse, que le falta para lograrlo. Niño considera que "Un país no es rico por lo que tiene, sino por lo que produce. Un país rico es un país donde el valor se puede crear fácilmente, donde las instituciones permiten que cada emprendimiento tenga sus frutos y todos los implicados puedan gozar de sus beneficios sin ningún tipo de traba". Producir es la clave, dispone de recursos naturales como petróleo, cobre, aluminio, hierro, coltán, oro, etc., no es suficiente, hay que transformar esas materias primas, a ello se agrega las dificultades científico tecnológica que se pueden sortear con la cooperación de "empresas multinacionales" pero en la ecuación del desarrollo queda un problema pendiente, el problema de los precios de los mercados, que fuerzas económicas definen el valor de la materia prima.
El flautista del mercado y el tesoro mágica de Venezuela
Se puede disponer de toneladas de minerales, pero si las fuerzas el mercado deprimen los precios, se traba el desarrollo, el comercio, el intercambio, de nada sirve disponer de una montaña de riqueza debajo del subsuelo si el modelo de acumulación del capital está sometido a las fuerzas ciegas de la oferta y la demanda, a la competencia, a las leyes de la concentración y centralización del capital, con ello, las bendiciones de la naturaleza se transforma en ironía de los pueblos, en simple burlas, ahí tenemos el ejemplo de Venezuela hoy, con todos sus recursos petroleros, y el precio ha caído en más del 75%, afectando sus capacidad de pago externa, sus importaciones en alimentos y medicina, etc. De manera pues; que el valor de exportación de las materias primas (commodities) de un país se ve trastornada por las crisis capitalistas de los mercados impidiendo que estos país logren producir. No importa tener grandes reservas de materias primas, sin los precios los deprimen los negocios, el flautista del mercado engaña con los precios, los recursos no son nada, no se valoran
Respecto a las instituciones "las instituciones permiten que cada emprendimiento tenga sus frutos y todos los implicados puedan gozar de sus beneficios sin ningún tipo de traba…"… "instituciones necesarias que fomentan el desarrollo económico"…(Políticas liberales, la nota es mía)….La realidad dicta que la riqueza se genera por la acumulación del capital y actividades empresariales en un libre mercado. Dicho mercado solo puede funcionar bajo un marco institucional donde la propiedad privada es respetada y el estado se encuentra limitado en sus funciones". Aquí Niño plasma su visión capitalista de desarrollo, omitiendo por supuesto el comportamiento cíclico del capitalismo, es decir los períodos de crisis, recesión, crecimiento y crisis en un interminable proceso que no acaba de sanar, ocasionado estragos sociales.
Que instituciones señala Niño sino es el Estado, las empresas no son instituciones en sí, son organizaciones privadas que persiguen su lucro privado, inclusive por encima del interés público, del interés social, del interés nacional, de manera pues que ese proceso de acumulación de riqueza, de la producción social, de creación de valores de uso e intercambio, debiera ser para que "todos los implicados gocen de beneficios si ninguna traba", mejor dicho que las políticas deberían ser coordinadas institucionalmente para que las empresas que son las que producen, distribuyan la riqueza, los beneficios "sin ninguna traba", y que nos encontramos, en este modelo de libre mercado, la inflación como mecanismo de enriquecimiento económico, evasiones paradisiacas fiscal como burla a la distribución de la riqueza, empresas sin compromiso de corresponsabilidad social, donde "la propiedad privada" se convierte en traba para el desarrollo, la negativa a las inversiones ateniéndose a las expectativas inciertas del mercado, desigual distribución de la riqueza, frenos al desarrollo.
Entonces si bien es cierto, que no basta disponer de una montaña de riqueza, no menos es cierto que si nos disponemos de empresas de producción social, de gerentes con visión de desarrollo compartido, de trabajadores comprometidos con el desarrollo del país, con instituciones públicas que permitan sin trabas el desarrollo, que regulen y planifiquen las fuerzas productivas sociales es imposible el desarrollo, en especial en nuestras economías subdesarrolladas, Niño afirma: "Tal como Roma no se construyó en un día, Roma no se cayó en tan solo un día. Para que el país avance, hay que reconocer los errores del pasado y siempre tener un cierto grado de autorreflexión y autocrítica….. Sin embargo, no hay que caer en el conformismo que se plasma en el típico refrán "éramos felices y no lo sabíamos" para racionalizar la mediocridad de la 4ta República…..Para que Venezuela sea un país verdaderamente rico, los venezolanos tienen que reconocer no solo los errores del chavismo, sino también los errores cometidos durante la 4ta República y apuntar a un modelo capitalista que se basa en la iniciativa privada".
¿Vivíamos más felices antes o peor que ahora?
Claro nuestro Niño es pro capitalista, pues bien vamos a reflexionar. Con la crisis de los precios del petróleo a partir del 2013, se racionaliza, o mejor se justifica que durante la IV república vivíamos mucho mejor que en la V República , que "vivíamos felices y no lo sabíamos", que jamás se tuvo una crisis igual, que la crisis del socialismo de la Venezuela chavista hoy ha sido la peor en la historia, e incluso como dice el autor, que en Venezuela, "la decadencia comenzó con el socialismo", que las bendiciones del petróleo, el gobierno ha despilfarrado los recursos económicos, el Estado como mal administrador, que necesitamos una salida que se fomente el desarrollo económico, que las fallas no es del capitalismo, sino de la mala administración del socialismo chavista con sus medidas intervencionistas, de la falta de respeto a la propiedad privada y libre mercado.
Comencemos diciendo; ¿cómo puede haber sido mejor la IV República que la V República, cómo eran más felices antes que hoy, cómo vivían más felices?. Tomemos simplemente el dato siguiente, "Entre 1958 a 1998, la tasa del crecimiento del PIB per cápita de Venezuela fue apenas del -0.13 %, señalando que la población venezolana creció más que la riqueza que producía en ese entonces". ¿Qué nos indica este dato?, sencillamente que durante cuarenta años, el país no se hizo más rico, que la riqueza personal por cada habitante de la nación venezolana, se hizo negativa, ya en la última década de la IV República, en los años 90 del siglo XX, el 50% de la población estaba sumida en la pobreza, y tal caso, --lo corrobora Niño---fue clasificado como un "desastre de crecimiento", según el análisis realizado por Charles I. Jones en su libro Introduction to Economic Growth". Se pregunta Niño, ¿esto no fue una falla del capitalismo o mala administración?, el se responde, esto fue consecuencia de medidas intervencionistas que se fortalecían con el paso del tiempo.
Debemos dejar dicho, que Niño no debe olvidar que el Estado interventor al cual se refiere, corresponde al modelo político de "Estado socialdemócrata", (que no es socialista), "La época de 1958 hasta 1998 fue conocida por el consenso social demócrata del Pacto de Punto Fijo, en el cual se estableció una orden política socialdemócrata entre los partidos Acción Democrática (AD) y COPEI.", ambos partidos decía representar al pueblo, a la nación entera, sustentaban el modelo económico, en la intervención del Estado para favorecer el proceso de acumulación de capital, es decir; las "políticas económicas con rasgos dirigistas donde el estado fue el principal impulsor en la economía y el sector privado era un elemento secundario" pero principal beneficiario, quiere decir que el gobierno impulsaba con sus políticas de créditos, las compras, los subsidios, inversiones en infraestructuras, venta de divisas preferenciales, controles de precios, empleos, endeudamiento público, sirviéndose de la bonanza petrolera con actitudes paternalista no solo hacia la sociedad sino también hacia los empresarios "amigotes".
Ahogados en el mar de la felicidad o de la mediocridad de la IV República
El Pacto de Punto Fijo no solo reprodujo la cultura colonial petrolera, "….se creía que la renta petrolera y la redistribución de dicha renta a través del Estado podía abastecer el país para siempre….", el consumismo de las importaciones se hizo frenético, teniendo el dólar sobrevaluado, envileció también, a las fuerzas productivas sociales, las empresas dejaron de producir para importar, la propiedad privada dejó de ser palanca de desarrollo como en otros países, se desvirtuó la institución del Estado como palanca del desarrollo, el despilfarro de las finanzas públicas en "proyectos faraónicos" de la Gran Venezuela, la corrupción a cauda de los inmensos "flujos de petrodólares" , tal era el mar de la felicidad en que el país se ahogaba paulatinamente. Luego vino, como dijo Niño, "la estatización de la industria petrolera en los 70 generó incentivos nefastos, los cuales dieron inicio al deterioro lento y gradual de la economía venezolana. …las realidades económicas se manifestaban en situaciones de quiebra (cuando el precio del petróleo se desplomaba)…". ….desvirtuando instituciones (como El Estado, la nota es mía) y estableciendo un sistema clientelista centrado en un capitalismo de amigotes en vez de un sistema de libre competencia y pocas barreras de entrada".
Como vemos el mar de la felicidad en que nos ahogamos, el capitalismo paternalista de Estado, donde los empresarios crearon un sistema de corrupción alrededor del Estado, en esos cuarenta años, en especial con el otorgamiento de las divisas, ellas no se invirtieron en el desarrollo del país, sino en importaciones suntuarias, en la felicidad efímera, en bienes que se evaporaban con el tiempo, con vida útil muy corta, las divisas así como entraban se iban, se fugaba el capital para el desarrollo, el modelo e acumulación del capital del Estado adolecía de filtraciones, fugas de divisas, el sistema clientelar de los capitalistas y su modelo parasitario impedía el desarrollo del país, ni que decir, del sistema llamado de libre competencia, aparte del despilfarro de la sociedad. El capitalismo de amigote de la IV República vació una y otra vez la botija petrolera, como sin la fortuna nunca se acabara, como si siempre manaría del cielo, del mercado las bendiciones.
Fuente consultada:
Niño, Jose "Venezuela no es un país rico, y su decadencia empezó con el socialismo", Panam Post 11 SEPTIEMBRE, 2016 A LAS 13:07