El pragmatismo decretado en los primeros días de este gobierno, el abandono del Plan de la Patria, vale decir la pérdida de la estrategia produjo el rumbo incierto, el tacticismo, el oportunismo. La improvisación a lo sumo produce triunfos inmediatos a costa de abrir senda a la restauración del pasado, del capitalismo, pero ahora más salvaje, con menos freno, siempre veloz impulsado por el desespero. Dos noticias ilustran bien la situación de hoy, triste la entrega de la mayor reserva petrolera del mundo. Veamos la noticia:
La estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) dijo el miércoles que licitó con éxito un mega proyecto de perforación petrolera con una inversión de 3.230 millones de dólares, con miras a incrementar su alicaída producción de crudo en 250.000 barriles por día (bpd) en los próximos 30 meses, reseña Reuters.
La firma explicó que "en los próximos días" iniciará la operación que supone la perforación de 480 pozos en la Faja Petrolífera del Orinoco, el mayor reservorio de crudo del mundo.
Las firmas de servicios petroleros que ganaron la licitación son las internacionales Schlumberger, Horizontal Well Drillers y la venezolana Y&V, que contarán con el soporte de Halliburton y Baker Hughes
No hay duda el capitalismo goza de buena salud, come en la Faja, come en el Arco Minero y chupa la renta, la propiedad capitalista aumenta aupada por el gobierno. Y que ironía, la riqueza que hoy entregan, la Faja del Orinoco, lleva el nombre de Hugo Chávez… algún día, algún gobierno digno reivindicará ese nombre.
El gobierno, que perdió el rumbo, se la pasa lanzando flechas tácticas, pragmáticas. El fenómeno del "bachaqueo" lo atacaron primero imputando a los extranjeros, pidieron cédula, y la cola siguió allí; luego dijeron que era un asunto de cajeras, elevaron el número, y cuando despertaron la cola seguía allí; pusieron a los Generales al frente de los rubros y la cola sigue vivita y coleando, inventaron los CLAP y el invento, sin comprender la esencia de la crisis, la alimenta.
Una declaración del vice Aristóbulo nos da una idea de la improvisación, del agarrarse de una tablita en medio del océano de fantasías. Veamos la noticia:
El vicepresidente ejecutivo de la República, Aristóbulo Istúriz, precisó este miércoles que es necesario hacer que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) sean sustentables.
"La organización de los Clap es fundamental, porque estamos llegando casa por casa, familia por familia; y no solamente debemos llegar a repartir bolsas, porque si nos quedamos solo repartiendo bolsas, seremos unos grandes bolsas nosotros", manifestó Istúriz durante un acto en la carretera vieja Caracas - La Guaira.
Y siguió: "Nosotros tenemos que coordinar. A la acción de los Clap hay que darle acompañamiento; primero productivo para que sea sustentable (...) Tenemos que producir para tener que distribuir, (...) para que el gobierno tenga sustentabilidad".
El vicepresidente Istúriz aseguró que los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) son el plan de la patria de Chávez, "pero aterrizado en lo local, en lo concreto", sostuvo.
Remató diciendo que "cada comunidad, cada corredor debe tener su plan de la patria construido con participación popular, con el protagonismo del pueblo; más allá de las vanguardias".
El contraste es evidente: el petróleo y el oro para los capitalistas, para las transnacionales y el Plan de la Patria, que habla de preservar el ambiente, de luchar contra la lógica del capital, reducido al reparto de unas bolsas con productos de la Polar. El resto es demagogia con aroma de lumpia.