Entiendo esto de Presupuesto participativo. Entiendo mejor, esa idea que surgió de los movimientos sociales en Brasil. No está demás decir, que todo esto que aconteció en Brasil y produjo la práctica de “presupuesto participativo” fue una lucha social empujada desde las comunidades. Las propias comunidades se dieron las normas para hacer de eso una buena práctica.
Esa historia fue tan real y participativa, que estos movimiento no aceptaron que una metodología y legislación sobre esta materia, surgiera desde las alcaldías y de los concejos municipales porque ya vendría con la trampa incorporada.
Hoy en Venezuela, lamentablemente y muy a pesar de existir un montón de leyes llamadas del Poder Popular, se propone que el “pueblo” discuta el presupuesto de la nación no por una clara consciencia sobre esto, sino porque no se tiene (por alguna razón, que ignoro) mayoría en la AN. O sea; la cosa del llamado presupuesto aprobado por el pueblo, entra con lubricante.
Si hubiese convicción revolucionaria sobre esto y si efectivamente esto del Poder Popular fuera un eje transversal de la revolución, hoy en todas las alcaldías revolucionarias existiría una ordenanza donde estuviera bien plasmada una metodología para hacer este trabajo de presupuesto participativo y por proyecto como lo sugirió Chávez en el 2005. Es un legado de Chávez que nadie le ha parado bolas. Esa es la realidad y la verdad, Es muy lamentable, pero es la verdad.
En Brasil, que es uno de los puntos geográficos donde esta experiencia tomó cuerpo, los movimientos sociales no aceptaron condicionamientos. El Poder Popular formuló los instrumentos jurídicos para ese propósito.
Cómo aquí en Venezuela no hay nada sobre la materia, se me ocurre para digerir esta genialidad, que se convoquen concentraciones en los estadios donde se juega béisbol. En el Centro del estadio, que sería más o menos la segunda base, se clocaría una tarima. En esa tarima estaría Maduro y su equipo de Finanzas. Esto se repetiría en todos los estadios donde se juega béisbol profesional y en otros .
Cada persona que vaya al estadio tendrá un derecho de la palabra y solicitaría lo que desea que se incluya en el presupuesto nacional 2017. Veo a Maduro en la tarima diciendo: Lo que dijo Juan, ¡Aprobado! Lo que pide María ¡Aprobado! Lo otro que pidió Guancho ¡Aprobado! ¡Dele! A lo que solicito Jesús.
Esto que se está recomendando, es un salirse por la tangente porque la oportunidad no lo permite. Si no existiera ese inconveniente, la cosa fuera por el carril de siempre. La verdad es que esto de presupuesto participativo o presupuesto por proyecto es parte de un legado de Chávez, que las gobernaciones y las alcaldías no le han parado bolas. Es una tesis que debe partir de esos dos niveles de gobierno y subir.
En el momento en que redacto esta artículo, vi por un Twitter que el Ministro de Planificación está en Píritu (Anzoátegui) formulando el presupuesto. Esa puede ser otra idea muy genial. En vez de los estadios de béisbol que usa la liga de Venezuela, pueden usarse los estados que hay en cada capital de municipio y ahí se aplica la metodología que conocemos ¡Aprobado!
Me imagino desde Guanipa, que ahora Menéndez estará diciendo: Lo que dijo Guapache ¡Aprobado!. Esto que dijo Caicaguare ¡Aprobado! Lo que pidió Guaramaima ¡Dele!. Todos estos apellidos son parte de la etnia que prevalece en Píritu y puerto Píritu, según las orientaciones que le he oído al profesor Eligio Damás.
A los que crean real y revolucionariamente en esta idea de “Presupuesto Participativo” o “Presupuesto por Proyecto” como lo recomendó Chávez , pueden leerse dos trabajos de Marta Harnecker. Uno es su libro de “Delegando Poder a la Gente”. Este libro fue publicado por Monte Ávila y el otro, es un trabajo sobre “Planificación Participativa”, que es muy necesario, como metodología para poner en práctica esa idea de “presupuesto participativo”.
@La_DagaRoja
