Primero, abejas, después simios y mujeres afrodescendientes, hoy el caracol...

La discriminación al África ha sido el Pan de cada día. No se alcanza a comprender cuál es el meollo del asunto, aún recuerdo el caso de las abejas, aunque todavía sigue igual, las abejas “asesinas” o abejas africanizadas”, el estigma para pretender acabar al animal que tiene la misión de reforestar al planeta. Conocí casos en charlas con apicultores, el interés de las trasnacionales a acabar a las abejas, cuántos experimentos se hicieron , destruyeron colmenas con una especie que trajeron a Sur América, afortunadamente estas especies traídas para tal fin no se adaptaron a nuestro clima-esto según información de apicultores , que en el fondo no era más que el interés de acabar a las abejas para desaparecer procesos de polinización dentro del plan de desertizar al planeta para seguir engañanado a la humanidad con el “calentamiento global” y segundo acabar con los derivados de la apicultura, miel, polen ,cera, etc que son excelentes competidores para el cartel químico farmacéutico , por eso no se extrañen que en este plan este Monsanto y su famoso Randaup o glifosato, que muy torpemente e ingenuamente gobernantes de nuestro país han contribuido a ello, deteriorando nuestros ecosistemas.

El caso del VIh /Sida, muy torpemente profesionales de la salud con visos y mentalidad racista y con odio en el corazón “esas malditas negras del África difundieron el Sida”, un Simio del África las contaminó y ahora ellas difunden por el planeta ese “virus”. Cuánta mentira y falsedad , trampa en la “literatura científica”.

Hoy con mucha tristeza escucho y miro a través de los medios, expresados por vocingleros estomacales, el terror inspirado en el caracol africano (¡Huy qué horror!). Ha conocido algún “especialista” los efectos del supuesto daño hecho por este caracol?, a es que la baba de caracol es un duro contrincante para la industria de los cosméticos, industrias en las cuales sus productos contienen parabenos(bencenos)”cancerígenos”, plomo y otros contaminantes, eso nadie lo dice, ahí no aparece nadie, allí no hay vocingleros estomacales a través de sus medios a alertar a la población. Qué ironias que un Biólogo que supuestamente estudia la vida ordene asesinar a esta especie ¿Cuál es el objetivo?, qué hay detrás de esto? Porque no averiguamos más bien las bondades de este despreciado molusco.

A los medios y sus vocingleros estomacales se les puede perdonar, pero a los “profesionales” la situación es bien preocupante, por eso hago un llamado  a la reflexión.



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José Tejada Maury

Investigador científico y escritor

 jotema044@gmail.com

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