El Presidente Maduro ha traído a discusión el problema de un golpe, declaró:
"¿Ustedes vieron el golpe de Estado en Turquía? el presidente Erdogan me contó los detalles y yo vengo ahora más claro, el que intente violar el derecho a la paz, la Constitución y algo que se parezca a un ataque terrorista o golpe de Estado, el presidente Erdogan quedará como un niño de pecho ante lo que yo voy a hacer".
Dos afirmaciones y una interrogante se desprenden de las palabras del Presidente: primer aserto, hay posibilidades de un golpe y se afirma categóricamente que ese golpe será fuertemente reprimido, que se aprovechará la ocasión para barrer la disidencia, que eso es lo que hace el dictador turco. La interrogante es por qué el Presidente, en este momento, habla así.
Lo primero es que, quieran o no, entramos en una turbulencia política, la democracia burguesa estalla y el Socialismo fue olvidado, se produjo un gran vacío de legitimidad. No hay Asamblea, el CNE está entrampado en sus propias inconsecuencias, el Tribunal cada momento se anexa al Ejecutivo, el Ejecutivo se descuaderna en la incompetencia y la verborrea de sus altos miembros. La Asamblea Nacional se sustituye por unas llamadas Asambleas Populares, pantomimas que en lugar de dar legitimidad desacreditan al gobierno. En esos absurdos se simula aprobación del presupuesto de la Nación, de esta manera la legalidad se transforma en antojos de planes.
El revocatorio suspendido no funciona como válvula de escape, la presión social aumenta. En este ambiente hablar de golpe no es descabellado, al contrario, luce inevitable, Diosdado alerta.
Ya la socialdemocracia gobernante, por boca del Presidente, fijó posición frente al golpe: responderán con represión, se desatará la cacería de brujas, el terror impondrá la calma. La pregunta es ¿cuál debe ser la actitud de los Revolucionarios?
Intentemos algunos aportes para construir un instructivo revolucionario frente al golpe. Lo primero es entender que la hora del golpe es la hora de la incertidumbre, las líneas de mando se estremecen, las comunicaciones se enturbian, el humo nubla la visión. En esas condiciones es fundamental que los militantes, los diferentes niveles intermedios, tengan claro qué hacer, porque seguro tendrán que actuar de manera independiente. De esta capacidad dependerá el reacomodo de una gobernabilidad mínima, la restitución de las líneas de mando para responder al golpe.
Cómo deben comportarse esas unidades aisladas, en qué marco deben moverse, ¿Qué hacer? Hasta ahora sólo sabemos la conducta del Presidente, pero ignoramos las instrucciones para la militancia, las masas.
Nosotros pensamos que se debe luchar contra el golpe, defender al Presidente Maduro, pero no para volver al punto donde se erró el camino, a las condiciones que lo propiciaron, se debe luchar contra el golpe y rectificar la actitud. Frente al ataque, fortalecer el espíritu solidario de la masa, rescatar el espíritu de Abril, y desde ese espíritu tomar medidas que moralicen a la masa, reconocer errores, desechar la alianza con el capitalismo causante del golpe y de la "guerra económica".
El golpe rompe el pacto constitucional, se debe imponer la Ley de Leyes: "Dentro, para, la Revolución todo es legal. Fuera, contra, la Revolución todo es ilegal". Este precepto debe ser guía de todas las unidades revolucionarias. Los esfuerzos deben dirigirse a reconstruir un entramado legal, se deben formar Consejos Revolucionarios en las diferentes zonas, y representantes de estos Consejos deben formar Consejos superiores hasta llegar al nivel nacional, ese será un verdadero parlamento revolucionario. Allí se elegirá un gobierno provisional, hasta la reposición del Presidente Maduro.
El primer decreto de ese Consejo Revolucionario Nacional, debe ser: la participación en el golpe es sentencia de estar fuera de la Ley, las propiedades de los implicados serán expropiadas, pasadas a propiedad social administradas por el Estado de los Consejos Revolucionarios.