La oposición violenta está distribuyendo vía Internet y mediante panfletos distribuidos en las calles el siguiente mensaje: “No se trata de tener elecciones para salir de Chávez, se trata de salir de Chávez para tener elecciones”. Esto marca el lema de la nueva campaña, la cual no es sino más de lo mismo que han venido practicando desde hace años: la vía inconstitucional para lograr sus propósitos, actividad en la cual han sido derrotados contundentemente en más de un ocasión. Sus mensajes se encuentran en diversos juegos de palabras: “Haz tensión” por abstención, todo ello acompañado de las matrices de opinión que generan los medios de comunicación privados.

Están trabajando en dos vertientes: La confiabilidad del CNE, centrada en sus objeciones al REP, y la conflictividad social, cimentada en el supuesto de que el Gobierno no atiende las demandas sociales. Esto sin dejar de lado la eterna historia de la amenaza del totalitarismo, el secuestro de las instituciones y la falta de democracia. El desprestigio del CNE lo han fundamentado en el REP, al no poder continuar las objeciones a las máquinas, ni al proceso mismo, dados los contundentes informes de la OEA y la Comunidad Europea. En estas actuaciones han participado las autoridades de la UCV, la USB y la UCAB, principalmente sus rectores, y ha aparecido por allí un siniestro personaje, muy conocido por sus negocios turbios con la educación privada superior y con los seguros de los profesores de la UCV, quien con ínfulas de gran técnico y experto pretende descalificar el REP. Engañará a quienes no lo conocen; a los ucevistas es imposible, pues tenemos memorizadas sus sinvergüenzuras cuando fue autoridad universitaria.

El CNE ha venido dando todas las garantías exigidas por la oposición, aún en contra de la opinión de los partidos que apoyan al proceso. El REP fue auditado por el Centro de Asesoría y Promoción Electoral, el cual es un programa del Instituto Interamericano de los Deferíos Humanos, que concluyó: “No se han encontrado motivos que impliquen una deslegitimación del Registro Electoral de Venezuela (..) se ha detectado un cuadro de inconsistencias (..) de vieja data (..) y ninguna de las inconsistencias sensibles, que son las determinantes de la confiabilidad del REP, ha superado el 5% de margen de error admisible”. De hecho, todo lo que cacarea la oposición ya fue descrito por esta auditoría y está siendo corregido.

Calentar las calles mediante la producción de conflictos dispersos, en distintas regiones del país, con una amplia cobertura mediática, para dar la sensación de la inatención del gobierno de las necesidades sociales de los ciudadanos. Lo ocurrido en Mérida se inscribe en esta política, convirtiéndose la ULA y su ciudad sede en el centro de conspiración en este momento. La presencia de delincuentes tipo Nixon, de un movimiento, supuestamente estudiantil, terrorista de larga data, y unas autoridades descalificadas académicamente y militantes de la oposición violenta, favoreció mucho las cosas. No es casual el desfile de Petkoff, de Álvarez Paz y de Américo Martín, por la ciudad de los caballeros.
Pero el conflicto pudiera extenderse a otras partes del país, a través de las universidades, facilitado por el general descontento de este sector con la gestión del ministro Moncada y de su equipo. En efecto, si bien su designación y su supuesta política de “cuentas claras” crearon ciertas expectativas, hoy la situación ha cambiado 180 grados. Ya se sabe que las cuentas claras es una consigna demagógica para engañar a Chávez y mantenerse en el puesto de ministro. Ya se sabe que no pudo garantizar las cuentas claras en la OPSU, donde el derrape fue total y amenaza con extenderse. Ya se sabe lo que se hizo en FAMES luego de la excelente gestión de Edgardo Ramírez. Ya se sabe el desastre de la Misión Sucre, no sólo administrativo en relación con las becas, que ya el propio ministro, al no poder esconder, tuvo que reconocer. El sector universitario se siente atropellado por la actual gestión, lo cual es una fuerte debilidad del proceso en tiempos donde las fracturas no deberían existir.