Pareciera el título de este artículo un panfleto político, pero nada más alejado de la realidad: de dónde viene tal demostración de amor a un hombre, líder de un ideario político lleno de patria.
Dicen que el pueblo olvida sus dolencias, eso yo lo contradigo, cree la burguesía de Venezuela que podrá imponer sus aberrantes planes sobre nuestra tierra de poesía. Creen que la gente olvidó tantos años de desgracias, hambre y muerte. Creen ellos que un Jorge Rodríguez olvidará alguna vez el vil asesinato de su padre – ¿Cuántos hombres y mujeres sufrieron como él?
Conozco a cientos de combatientes que fueron torturados, también sus padres, hermanos e hijos. Hijos que vieron sufrir a sus padres y madres sólo por pensar diferente.
Y creen los pendejos que este pueblo olvidará tanto años de miseria, cobardía y odio…
Los revolucionarios somos seres de flores, amores y plenas dulzuras. Gente del Sur, amante del verdor: pero si nos buscan por las malas, aténganse a las consecuencias. Amamos, pero también sabemos pelear. Tenemos acumulado en las venas un pasado de desgracias y si hacen que lo descarguemos no será nada agradable.
Chávez es un sentir, Nicolás su hecho y no desperdiciaremos un segundo en mariqueras conceptuales en estos momentos tan importantes para la Revolución Bolivariana y Latinoamericana: ¡Si quieren jugar sucio que se amarren los pantalones!
En estas significativas circunstancias el nivel de compromiso con la Patria es lo más destacable. ¡Vamos pues a la Batalla…!