La revolución bolivariana: ¿En crisis, en perfectibilidad?

Volvemos a reiterar sobre el proceso político actual en curso en nuestra Patria, Venezuela. Es el proceso revolucionario aspirado por años con sus curiosas particularidades, únicas y originales, en su posible comparación con otros procesos político-sociales y económico-ideológicos revolucionarios que se han expresado a lo largo de la Historia Moderna y Contemporánea, allende nuestras fronteras y mares caribeños.

Nada de extrañar que cuadros políticos de izquierda se acerquen y, algunos, adscriban, a los textos sobre revoluciones de izquierda que se han expresado en diferentes momentos históricos lo cual no solo es de toda lógica sino, incluso, de actitud académica como también de sectores políticos en sus experiencias personales buscando trasladar realidades ajenas a lo nacional-telúrico en el propio proceso venezolano-criollo-actual. Pero, somos humanos.

En esa línea de pensamiento nos estamos refiriendo a los procesos revolucionarios que se han expresado e incluso algunos están ejerciendo en el poder constituido. Nos referimos a procesos revolucionarios de corte nacionalista en vista de las propias características nacionales en esos países donde se desarrollara una realidad revolucionaria en base al socialismo.

Para su mejor entender traemos como un particular e interesante ejemplo, en referencia, a la tesis propuesta sobre las comparaciones que se vienen exponiendo en los sectores académicos y políticos en los EEUU de América sobre comparar la decadencia del Imperio Romano con la actual, importante y profunda crisis estructural en curso estadounidense en las variables referidas a la economía-finanzas, a las diferentes y graves crisis sociales más que crisis de clase, a la muy importante crisis geopolítica que está llevando al Poder norteamericano a caminar sobre "caminos empedrados y rodeados de setos espinosos" de violencia global como se exponen en las decisiones de la dirigencia pentagonal en los diferentes escenarios actuales de guerra en los países de todos conocidos: Iraq, Afganistán, Siria , Libia, el Cuerno y, actualmente, en alteraciones provocativas en el Mar del Sur y del Este de China como una política de confrontación contra la Rusia de Vladimir Putin.

Estamos trayendo a referencia los escenarios de guerra en actual desarrollo, bajo la batuta de Washington, como referencia pre-consecuencial a aquel "hecho histórico-menchevique-bolchevique".

Es de conocimiento general el desarrollo de la Primera Guerra Mundial en el continente europeo que provocaría profundas alteraciones en las siquis colectivas de las diferentes sociedades europeas cuales en nuestra consideración fueron moviéndose hacia adscripciones y suscripciones ideológicas de las diferentes manifestaciones de izquierdas ideológicas en aquellas sociedades nacionales en cada país europeo involucrado en aquella dramática, patética y cruel guerra denominada más que calificada como mundial.

Es decir, sí profundizamos en el análisis de los contenidos y las consecuencias del Tratado de Versalles (1919) y las consecuencias cuasi-inmediatas a la guerra europea en la Rusia zarista-de-los-Romanov por el retiro del frente de batalla de los componentes militares y las consecuentes desmovilizaciones producto de las decisiones del zar Nicolás-Romanov, podríamos poder alcanzar algunas consecuencias cuasi-lógicas en los escenarios sociales tanto de Rusia como de la Política europea en curso post-conflicto-mundial (no nos referimos a los escenarios asiáticos coloniales ni semi-coloniales).

En el primer caso referido a la "paz de Versalles" y a la "derrota alemana" son, una y única, en sus consecuencias, el desarrollo de la ideología anti-comunista (no solo en cuanto a lo conceptual del marxismo sino al tiempo en la praxis en propuesta de Vladimir Ilich Lenín) con expresiones particulares en aquella Alemania derrotada con el ¿lógico y necesario? (como hipótesis de estudio) surgimiento del nacional-socialismo, como en los escenarios de aquella España isabelina fracturada con la importancia expresión político-partidista por ideológica-de-extrema-derecha que representaba la falange junto con el militarismo nacionalista y anti-comunista de Francisco Franco Bahamonde; en las realidades socio-imperiales de aquella Italia convulsionada por diferentes facciones ideológicas y territoriales con las consecuencia del desarrollo del fascismo de Benito Mussolini frente a las realidades en Francia de decisiones políticas sustentadas un "frentismo débil y debilitado reformista" junto a las realidades imperiales en decadencia de la Gran Bretaña con las aspiraciones oníricas de ciertas adhesiones a las "tesis alemanas nacional-socialistas" en la búsqueda del "retorno añorado al imperio victoriano del siglo XIX.

Ante estos escenarios descritos más arriba, el movimiento comunista europeo lograría alcanzar una importante y objetiva profundización socio-política en sectores sociales importantes europeos con impactos extra-continentales.

Con respecto a la segunda consecuencia, es decir, aquel necesario por imprescindible derrocamiento de los Romanov, debería haberse producido la instalación de un gobierno seudo-social-demócrata de sus tiempos temporales de tendencias mencheviques (¿frentista?) que contendría en su propio seno ejecutor la necesaria reacción político-ideológica-leninista hacia el obligante por necesario "asalto al Poder" de los bolcheviques (¿salto cualitativo-histórico necesario?).

Este proceso revolucionario leninista se desarrollaría en dos etapas fundamentales: la primera sería el necesario derrocamiento de lo significativo del gobierno de una "Casa Real" con los éxitos consiguientes y la instalación de un "gobierno civil" de base social-demócrata-ruso de corte frentista y moderado como paso previo, como segunda fase histórica, hacia la constitución y conformación obligante del proceso revolucionario bolchevique hacia un gobierno de obreros y campesinos.

Es decir, aquellos pensamientos de la intelectualidad rusa del siglo XIX (Isaiah Berlin. "Pensadores rusos". FCE. Breviarios. México, 1980, pp. 570) de variadas ideologías se concluyen con aquel gobierno de equilibrios inestables y de políticas imprecisas y de clase en una Rusia en caos profundos y quiebre de las economías.

La segunda etapa se corresponde a lo que podríamos calificar como de necesario "golpe cupular" cuando el sector bolchevique asumió las correspondientes responsabilidades de gobierno e impuso en su esencia un gobierno de masas (soviets). Pero la base fundamental revolucionaria serían aquellos soldados obrero-campesinos regresados de los frentes orientales europeos y las consecuencias sociales y económicas que el régimen zarista no supo confrontar ante aquella desmovilización humana militarizada, cansada y des-animada (¿desesperanza?).

Una segunda muestra histórica de procesos revolucionarios modernos es lo referido al proceso nacional-y-revolucionario que se desarrollaría en China de corte más complejo, más extenso en los tiempos históricos, más de confrontación inter-clase-sociales e incluso, mucho más dramático impactando a la siquis social por colectiva-alienante e histórica en lo cultural-telúrico.

La literatura es extensa pero antes de entrar en nuestra corta demostración sugerimos la lectura y análisis de la muy interesante novela de André Malraux: "La Condición Humana" (Pocket Edhasa. Barcelona, 1988, pp. 295).

Nos atrevemos a proponer la siguiente pregunta:

¿Cuándo comenzó, realmente, el proceso revolucionario en China que concluiría, oficialmente, el 1º de octubre de 1949?

Es académica e históricamente demostrable que un proceso revolucionario "no se destapa de la noche a la mañana". Considerar y adscribir esa idea por compleja sería un craso error histórico-conceptual-revolucionario que afectaría, directamente, al propio proceso revolucionario cuando detenta el Poder del Estado en un país en referencia de análisis histórico. Bien lo expone Juan Carlos Parisca Pérez en su artículo introductorio de obligante lectura sobre el proceso político que se expresara en Venezuela titulado: "La etapa socialdemócrata" (El Universal. 24-octubre-2016. http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/etapa-socialdemocrata_623418).

En nuestros entenderes en la Historia de China se presentan tres variables a considerar. La primera en lo significativo de la dinastía extranjera de los manchúes. La segunda es lo significativo de la "Primera Guerra del Opio" y sus consecuencias jurídico-legales impuestas a aquella dinastía extranjera-manchú por las potencias extranjeras. Y la tercera es la Revolución republicana de 1911 cuando el gentilicio chino recobra su dignidad desplazando a la dinastía manchú e impone un modelo occidental de gobierno nacional independiente de las realidades provinciales. Aquel gobierno republicano sustentaba, originalmente, su ideología en los "Tres Principios" de Sun Yatsen.

El desarrollo histórico consecuencial a la invasión manchú en China llevaría a la profundización de las conciencias chinas, conciencias que "se agudizaron" con la invasión militar-religioso-británica sustentada en las excusas del decreto imperial manchú que prohibía la entrada de "opio de la India" en territorio chino. Aquel hecho histórico impondría sobre el gobierno manchú la profundización del sentir social de la "humillación nacional" ante el proceso de colonización de potencias europeas y norteamericana con la posterior incorporación del Imperio japonés.

El desarrollo sico-social-político chino se profundizaría en protesta social y política para imponer como lo expresamos más arriba el modelo republicano y, como desarrollo cuasi-obligado, la evolución política de la relación de un gobierno débil con las Potencias Extranjeras. Aquel espacio histórico entre 1911 al 4 de mayo de 1919 tendría efectos sobre la realidad semi-colonial de China durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial lo cual le permitiría a la economía dependiente china un sustancial e importante aumento en su producción industrial y, en consecuencia, un impacto positivo en el PIB tanto como un aumento de la calidad de vida de su población, fundamentalmente en la población urbana de las ciudades más importantes.

Pero el Congreso de Versalles (1919) con sus importantes decisiones político-económicas imperiales e imperialistas provocaría un fuerte y contundente rechazo social sobre esas decisiones aprobadas en lo que podríamos definir como "El Pequinazo" de expresión estudiantil, de obreros y de las clases comerciales y clases medias en desarrollo.

Aquella protesta urbano-china obtuvo una inmediata influencia de lo real-significativo en sus contenidos político-ideológicos de la Revolución Bolchevique y del título de su gobierno como "Gobierno de Obreros y Campesinos" vista las realidades objetivas socio-económicas y semi-colonial en curso en todo el territorio chino cuales permitirían la permeabilización sico-ideal-comparativa en las conciencias nacionalistas, urbanas y provinciales como académicas como bien lo expone en una excelente investigación sobre biografías realizada por Philip Short en su libro "Mao" (Crítica. Barcelona, 2007, pp. 1047. Hay un único ejemplar en la librería Estudios-San-Ignacio).

Aquel "Pequinazo" sería el comienzo de lo que podríamos titular como el proceso revolucionario tanto nacionalista como de izquierdas que se desarrollaría en China entre los años de 1919 hacia el triunfo del Partido Comunista Chino, PCCh, junto al Ejército Popular de Liberación, EPL, en aquel octubre de 1949 cuando se constituiría el gobierno socialista presidido por Mao Zedong, gobierno sustentado no solo en lo significativo del Partido Comunista Chino, PCCh, como, en necesidad objetivo-política, en la conjunción de un conjunto de partidos políticos calificados como "partidos patriotas" cuales se conformarían en el "Poder Legislativo-revolucionario" titulado como la "Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino", poder legislador cual aún fuera constituido como legislativo en 1945 en el acuerdo alcanzado entre Chiang Kaishek y Mao Zedong, tomaría su carácter revolucionario-socialista en 1949.

Como se desprende de lo ante-expuesto, en líneas anteriores, cada revolución se debe analizar en su propio contexto y realidad históricos con sus propias características telúricas y en sus propios tiempos revolucionarios en curso tanto durante procesos en crisis como, por toda lógica, en sus procesos en perfectibilidad que podrían estar aunados a esas crisis temporales, como bien a momentos particulares nacionales que deben ser bien percibidos por los revolucionarios comprometidos como por las lógicas globales de intereses imperial-imperialistas.

Hemos expresado, reiteradamente, que el proceso revolucionario venezolano, evidentemente, comenzó cuando don Simón Bolívar se incluye en el proceso de independencia en contra de la corona borbónico-hispana con las particularidades a considerar por históricas. En primer lugar, aquel proceso socio-político-militar e ideológico que expulsó a las huestes militares de la corona hispana de los amplios territorios geográficos del sur del continente de América y, en segunda instancia, expuso, Simón Bolívar, internacionalmente, las realidades y futuras consecuencias imperiales del recién constituido gobierno consecuencial del proceso de la independencia de Gran Bretaña de las "13 Colonias" (¿provincias?) en el denominado territorio norteño del continente americano.

Hemos propuesto la fecha histórica de 1928 cuando la "Generación del 28" se expresó en protesta estudiantil. Lo importante, en nuestra consideración, es el ambiente ideológico internacional que pululaba en los ambientes estudiantiles, obreros y académicos con fuertes influencias desde la Tercera Internacional y el carácter ideológico revolucionario anti-gomecista presente en nuestra Patria, Venezuela.

Pero lo que hemos de considerar es aquella importante influencia tanto de la Revolución Bolchevique como de la doctrina que imponía aquella internacional con sede en Moscú. Aquellas realidades impactaron la siqui-por-ideológica de los futuros líderes del desarrollo de la Historia de Venezuela como bien lo demuestra, en algún texto, don Germán Carrera Damas en sus aproximaciones analíticas sobre don Rómulo Betancourt. ¿Se expresaban en aquellos parajes estudiantiles más influencia del marxismo que de las visiones reformistas?

De aquella realidad saltaron a la escena política venezolana diferentes movimientos políticos con fuertes influencias de políticas de izquierda que irían en desarrollo en las propias esencias sociológicas urbanas. Porque sino ¿qué significa y cómo se constituye aquel gobierno producto del "Golpe octubrista criollo"? ¿No fue, fácticamente, un golpe político-militar? Entonces ¿Por qué nos asustamos con las actuales realidades en propuestas y praxis de la "unión cívico-militar" en el actual proceso revolucionario?

Es evidente que el sector militar venezolano dio un paso adelante, probablemente, en aquella interesante política interna económica ejercida durante Pérez Jiménez y las presiones heredadas desde Washington en el marco del desarrollo de la "Guerra Fría" en considerando que el "Golpe contra Gallegos" tuvo más de golpe-anti-comunista que por causa y consecuencia de sus políticas nacionalistas. Es evidente que Washington y el Pentágono no iban a permitir que sus conocimientos sobre reservas petroleras y de gas "cayeran" en el ámbito internacional de gobiernos con bases nacionalistas y socialistas mucho menos dentro de las influencias soviéticas y de sus cohabitantes ideológicos.

Preciso la propuesta referida más arriba de Parisca Pérez sobre lo que nos permitimos denominar como el "interregnum dependiente" de la 4ta. República donde se "edulcoró" la "lucha de clases" a posterior de la etapa pre-revolucionario-armada en sus diferentes escenarios asimétricos y, en ocasiones, contradictorios por diferentes razones y razonamientos ajenos a "lo real-histórico-nacional".

Aquellos gobiernos duales en lo político pero enfrentados, en ocasiones, en los objetivos fundamentales en cuanto a las diferencias entre "los eurocéntricos" versus "los mayameros", fueron desarrollando crisis tras crisis de identidad a-histórica y opuesta a los principios fundamental-históricos del bolivarianismo.

Sería, en esa línea de pensamiento, la expresión social del denominado como "Caracazo" que se convertiría en catalizador violento de la realidad objetiva expresada en la "nueva lucha de clases criolla" cual sensibilizó a "lo militar-criollo" en línea de desarrolló que llevaría a la agudización de la crisis política con la consecuencia de un "gobierno a la italiana" dirigido por Rafael Caldera Rodríguez en lo que se llamaría, irónicamente, como "el chiripero".

Son conocidas las etapas que se desarrollaron durante la presidencia de Hugo Chávez Frías cuales se conforman como sub-conjuntos del conjunto revolucionario bolivariano-y-chavista. Una vez Nicolás Maduro Moros asume la Presidencia por el voto popular comenzó, inmediatamente, una nueva etapa revolucionaria donde las derechas vienen acelerando su propio proceso político de "desgastes ideológico continuo" en el marco de la "Guerra Sicológica" tomando en consideración el "impacto sicológico" en el inconsciente colectivo revolucionario. Podríamos considerar que durante el actual proceso de gobierno de Maduro Moros todas las expresiones políticas que definen a la "Guerra Política" se han desplegado con brutal intensidad contra-revolucionaria.

En ese marco de ideas:

¿Podríamos considerar que frente a la praxis contra-revolucionaria impulsada por las derechas en el marco del desarrollo de la "Guerra Política", la Revolución Bolivariana ha experimentado un profundo desarrollo en la teoría revolucionario-bolivariana con la profundización del "pensamiento chavista" y la lógica incorporación de "lo militar" con lo cual se han profundizado las variables significativas relativas a la "lucha de clases" cuando está presente un proceso revolucionario nacionalista y socialista como nos enseña la Historia de las Revoluciones?

Es, en ese camino, en el cual, actualmente, se encuentra el proceso revolucionario venezolano tanto en su propia expresión de crisis estructural como en la obligante necesidad de impulsar políticas socialista en perfectibilidad.

Es obvio que ante ese escenario no solo la crisis se agudizará sino se profundizará con lo cual se requerirá desde el gobierno y los revolucionarios la "toma de conciencia en reingeniería ideológica".



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Miguel Ángel Del Pozo


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