Cuando se está frente a una bulla loca donde no es posible entender nada, se acostumbra a calificar ese desorden como una gallera. No es buena esa descripción. Las galleras son sitios de bulla, pero dentro de un orden y un respeto.
En las galleras hay ruidos ordenados y las gallinas que son producto de una relación de un gallo y una gallina en un corral, tienen por naturaleza cacarear cada vez que tienen la oportunidad de poner un huevo.
María Corina no califica como pollana, que es una gallina sin el tiempo suficiente para poner un huevo. Una pollana es una casi gallina, que se encuentra en una transición para hacerse gallina y comenzar a cacarear cada vez que se le ocurre poner un huevo.
Entonces María Corina Machado ya desde hace mucho rato que se le pasó el tiempo de pollona y hoy está como una esas gallinas que no producen un huevo, pero sienten que lo hacen. Yo que soy productora de huevos y que uso los gallos y las gallinas para producirlos en la mesa de Guanipa.
María Corina se parece un poco a las gallinas que tengo en el pequeño fundo familiar. Cacarea y cacarea sola. A diferencia de mis gallinitas que cacarean cada vez que sueltan una postura, después que los gallos han realizado su respectivo trabajo; María Corina ni pone ni deja la culequera. Sólo cacarea y cacarea. Así es María Corina
La MUD no es una gallera. Una gallera es una bulla dentro de un orden. En una gallera los jugadores hacen sus ruidos y apuestas con los gallos. Nada de eso vemos en la MUD. En las galleras los galleros recogen sus gallos después de una pelea y se pagan y cobran reglamentariamente sus apuestas.
En la MUD no sucede eso. En la MUD no hay galleras. Hay bulla, pero no como la bulla en galleras. No hay apuestas y nadie está interesado en pagar apuestas.
En la MUD no hay políticas. A falta de políticas, existen aspiraciones personales y malos deseos que pueden ir contra los adversarios o contra los aliados. Las aspiraciones y deseos personales borra cualquiera línea amarilla. Ahí se producen a cada momento ajustes de cuentas.
En estos días vimos a personeros de la MUD, aplicándoles a sus líderes una porción de la medicina que no hace mucho les aplicaron a figuras del proceso. Ahora los ahorcados en los puentes son las figuritas de la MUD.
Recientemente guindaron a dos de sus líderes en el puente de la avenida Libertador. Esa es la manifestación de cómo el odio y no la política conduce sus acciones. En Miami vimos de otra manera (pero con odio) los que guindaron aquí. Allá también hay sus gallinas locas que cacarean y cacarean y no ponen pero tampoco dejan la culequera. Allá tampoco hay galleras, pero hay mucha bulla cargada de su único activo político: El odio. Es lo único que saben hacer bien.
@La_DagaRoja