En pleno desarrollo del programa La Hojilla, Mario Silva recibió la información de la detención del revolucionario, camarada y amigo Freiman Páez, de quien, ni a tirios ni troyanos se les pasaría por la cabeza (sólo a Mario) que sea militante de alguna organización de derecha.
Mario, sólo por dar un tubazo, decide cual "héroe revolucionario" señalar y someter al escarnio público a un hombre comprometido las luchas del pueblo desde su época de estudiante en educación media en Acarigua, acusándolo de ser militante de Primero Justicia y auspiciador de las protestas ocurridas en Guasdualito (Apure), sin ninguna prueba, irresponsablemente, sólo con afán amarillista.
No es la primera vez que Mario Silva se auto asigna el rol de acusador, calificando de traidores y traidoras a los y las camaradas que disienten públicamente bien del gobierno o bien de la conducta de algunos dirigentes políticos autocalificados herederos del legado Chávez.
Ahora bien, tengo la impresión de que se está criminalizando la protesta popular, sin desconocer que la derecha está tratando de pescar en río revuelto. Esto es muy peligroso, es la antesala, como en otrora (puntofijismo, 1989, 1992), de la persecución a militantes revolucionarios. Para legitimar esa intención en el imaginario chavista y lograr el apoyo de la militancia pesuvista, se recurre a la acusación de traidores, de aliados de la derecha, de ser militantes de Primero Justicia o Voluntad Popular (obsérvese que nunca se dice de AD, COPEI, etc.) sin prueba alguna y sin negar el fondo de la crítica o la razón para la disidencia. Cualquier crítica, a pesar del permanente e hipócrita llamado a hacerla, incluso apoyándose en Chávez, se considera una desviación a la línea partidista, direccionalidad que nadie sabe quién la produce ni cómo se hace.
A estas alturas es difícil engañar a la gente, imposible ocultar el descontento popular con la manera como se vienen tomando decisiones, muchas de las cuales no llegan a ejecutarse y otras son de poca vigencia. Los procesos políticos no son lineales; las coyunturas entierran líderes y paren otros, es tiempo de definiciones.
¡¡¡LIBERTAD PARA FREIMAN PÁEZ, MILITANTE REVOLUCIONARIO!!!
