"¿En qué se parece Dios al fútbol?
En la devoción que le tienen muchos creyentes,
y en la desconfianza que le tienen los intelectuales".
Eduardo Galeano
Estoy plenamente convencido, si no seleccionamos lo que vamos a leer, difícilmente terminamos por aprender. A muchos articulos solamente les echo una mirada, apenas veo el nombre y el autor, paso, porque muchos viven alimentando el odio y el rencor, como si no bastara el ya existente en un país, donde el capitalismo se aprovecha de cualquier brecha para seguir cultivando la falta de conciencia, lo que para mi entender es la primera necesidad, aunque el gran Simón, dejó para toda la humanidad: "Moral y luces son nuestras primeras necesidades".
El domingo 12, día de la Juventud, a pocas horas, de habernos dado una inmensa alegría un grupo de entusiastas jóvenes, al clasificar al mundial de fútbol a realizarse en Corea del Sur, como de costumbre abrí APORREA, para conseguirme un escrito con el siguiente título "¡Venezuela al Mundial Sub 20! ¿Qué dirá el madurismo?" su autor, el señor Javier Antonio Vivas Santana; al verlo dejé correr la mirada, para buscar algo distinto. Lo cierto del caso, es que el estimado profesor, vive como la serpiente, preparado para atacar al gobierno, con cualquier hecho sea bueno o malo, total, él tiene la "capacidad" para elaborar el veneno; algo parecido, trataron de hacer con el pedagogo Luis Brito García, cuando publicó un trabajo haciendo un balance de las cosas positivas en los años del proceso venezolano.
Por eso, muchas veces, no necesito leer artículos de personas, tan enfermizos y llenos de mal intención, para saber lo que quieren expresar, con los leídos anteriormente me basta, y me sobre para darme por enterrado, de lo que quieren decir. Soy chavista, madurista, bolivariano, y siento una inmensa alegría, cuando triunfan los venezolanos, sin importarme su manera de pensar, porque tengo el deporte sembrado en mi conciencia, como un estímulo para vivir. Nadie puede callar, ese grito de alegría vivido por millares de jóvenes en todo nuestro país, sean maduristas, chavistas, oposicionistas, o de la rancia oposición, de esa, que le echa candela a todo lo que consigue a su paso, como ocurrió en un sitio, donde funciona una guardería infantil. Todos ––empezando por Nicolás Maduros–– tenemos el deber ineludible de vibrar, y estimular cualquier triunfo de nuestros deportistas, por muy insignificante que sea, eso nos ayudar a orientar a nuestros niños, para que aprendan los buenos ejemplos, de lo contrario es difícil apartarlos de los caminos, donde consiguen la droga, la prostitución y la delincuencia.
Cada momento me convenzo, de lo difícil de construir una nueva sociedad, más cuando tratamos de edificar sobre un terreno pantanoso, lleno de grandes injusticias, y donde llegan muchos oportunistas, que se aprovechan de esos males para lucrarse, pero a la vez, nunca dejan de disparar por mampuesto, creyendo tener la razón en todo lo que dicen.
Este triunfo de la vino-tinto sub 20: clasificar para el mundial, es para alegrarse, compartir con todos los que en verdad aman esta patria, no es el momento para seguir atizando el odio y el rencor, queriendo confundir a los aficionados con las crítica mal sana, demostrando todo el odio que llevan en lo más profundo de su manera de pensar, para seguir rumiando amarguras, sin poder ver lo más hermoso de la vida: la juventud, esa que siempre ha levantado con el espíritu de rebeldía de nuestros libertadores, las banderas de la libertad, la dignidad y paz, con el fresco aroma de un jardín florido, cuidado por la tierna mano de un mujer amorosa, como esas que le han dado vida, y orientación a ese grupo de mozos, que acaban de triunfar. ¿Qué mejor regalo, en la víspera de celebrar el día de la juventud?
