El gobierno actúa como el malandrín que arrebata una cartera a una vieja y piensa, vanidoso, que resuelve sus problemas existenciales, para descubrir mañana que sólo corrió la arruga y que sigue sumergido en la miseria; no fue al fondo, se consumió en la superficie.
El gobierno tiene un grave problema existencial: perdió apoyo popular, vanos los recursos de la televisión, inútiles las marchas amañadas, nada oculta la realidad. El gobierno dilapidó la herencia de Chávez y hoy se sostiene en un flaco apoyo civil y un dudoso sostén militar. La gran pregunta era, ¿cómo resolver la pérdida?
Y así, sumergido en la inmediatez, con la vista corta, se decidió por el arrebatón diario, va resolviendo cada problema a medida que se presenta, no tiene estrategia, no sabe para dónde va. Frente a los problemas acusa a fantasmas a diestra y siniestra. Intenta resolver con el dinero que no tiene los problemas del alma, promete bolsas y cajas, carnet, becas, aumentos… para al día siguiente descubrir que todo sigue empeorando, que sigue perdiendo apoyo.
Y el verdugo de las elecciones se le aparece en las noches, al principio lo espanta con maña y con complicidad de la oposición, pero son muchas las elecciones, se le acaban las excusas, la realidad lo cachetea, no hay apoyo, el arrebatón resolvió sólo en la miopía de los alcornoques, el problema sigue, y buscará tarde o temprano salidas.
El gobierno se metió a socialdemócrata, a puntofijista, a adeco sindicalero, y no respetó las reglas de ese juego, no supo ser Socialista y tampoco capitalista. Como el malandrín, se alzó con el queso que había en la mesa, y así obliga a una salida de fuerza. La incógnita de hoy es cuál signo tendrá la salida de fuerza. Veamos.
Puede ser (es alta la probabilidad) de extrema derecha, con alta represión y un espantoso paquete económico. Puede ser con signo de chavismo (hasta ahora lo mostrado indica lo contrario), los Generales que hablan están atrapados en la lógica de la socialdemocracia, no apuntan al Chavismo auténtico, al Socialismo, lo más que llegan es a elecciones, a un nacionalismo de botiquín.
Puede ser también, nunca hay que perder la esperanza, que en los cuadros medios prospere el germen del Chavismo auténtico, quizá allí la prédica del Comandante cayó en terreno fértil.
La lucha es ideológica, las corrientes capitalistas de todos los colores, los aferrados al poder, los opositores violentos y los que esperan elecciones, todos tienen como objetivo central desvirtuar el legado ideológico de Chávez, esa su tarea principal; unos lo convierten en un simple clientelismo, los otros lo satanizan.
La tarea principal de los revolucionarios sigue siendo preservar el legado del Comandante, la idea del Socialismo, armar ideológicamente a la resistencia Socialista. Es necesario tener la solidez teórica, ideológica, para que en medio de la crisis que se avecina hacer que el Chavismo auténtico, el Socialismo, entre en combate. Es necesario avanzar desde el punto que nos dejó Chávez, no continuar con el ritornello que nos proponen socialdemócratas y oportunistas, derrotar las falsificaciones y los cantos de sirenas.