El capitalismo es muy sabio en la defensa de su permanencia, hasta ahora ha superado sus crisis que muchos pensaron terminales. Es así, la derrota del capitalismo, que es la derrota de los sistemas basados en el egoísmo, precisa de alta inteligencia, mucho estudio y muchísimo coraje. El capitalismo está lleno de artimañas y de cómplices, de seducciones.
En el gobierno muchos funcionarios se vanaglorian con el hecho de permanecer, lo muestran como el gran triunfo, se sienten Napoleón o Alejandro Magno, cuando en realidad están claudicando en su objetivo más elevado. Veamos.
En la política existen siempre varios objetivos, uno de ellos es el principal, el que no acepta transacciones, los otros son subalternos, prescindibles. Recordamos las peleas entre ad y copei, se valía todo, el circo era feroz, se decían barbaridades pero el objetivo principal, la perpetuación del capitalismo, estaba protegido, nadie lo cuestionaba. En ese ambiente surgió el movimiento al socialismo de Teodoro, que tanto prometía pero qué terminó cuestionando al bipartidismo y no al capitalismo.
Ahora el gobierno sacrificó el objetivo principal, el Socialismo, el mandato del Comandante Chávez, lo sustituyó por el objetivo de permanecer unos meses más, debilitándose en su vacuidad. Desde la guarimba comenzó el retroceso, la dejación del Socialismo y la puja por la restauración plena del capitalismo que ya había iniciado con la complicidad de cisneros y mendoza.
El diálogo, que desde entonces viene dando tumbos, es la bandera de las oligarquías del continente y las europeas, los gringos mandaron a Shannon para que lo impulsara, el Vaticano mandó su emisario. Tanta unanimidad asusta pero define a quién beneficia el diálogo, quién lo aplaude. No hay dudas, es la vía para el nuevo pacto de punto fijo, para echar por tierra todo desde el 4 de febrero. Y todavía el gobierno dice que no pudieron con él. Aquí cabe la pregunta de Chávez: ¿Dónde está el Socialismo? Enterrado, sacrificado.
Las masa no se percata del engaño, le cambiaron el objetivo del Socialismo por el de permanecer un gobierno que cada día es más débil. La masa ha perdido el sentido estratégico, se desgasta en tacticismos inútiles. Los dirigentes socialchimbos pelean con Maria Corina, hablan de las cejas de Borges, pero se dejan quitar el sueño de Chávez.
Vivimos un momento decisivo, el gobierno perdió las banderas, las razones para la lucha, ahora tiene que inventar causas bufas que nadie cree. La transición al capitalismo se realiza con buen pie. Ahora nos sumergimos en un clima electoral, la oposición y el gobierno giran en la regulación de los partidos, ese es el circo del día, eso ocupa la política, los partidos se volvieron maquinarias electorales, y ya existen candidatos a gobernadores.
Hoy, la gran tarea de los revolucionarios es rescatar el objetivo estratégico, el Socialismo. Hacer que el Chavismo sea capaz de examinarse a sí mismo, en su obra y en la destrucción de esa obra. Aclararle a la masa que esto no es Socialismo, que no es Chavismo. Explicarle que los males de hoy no se deben al Socialismo sino a las debilidades capitalistas de los sucesores. El deber de los revolucionarios hoy es salvar a Chávez, al Socialismo, no dejar que se restaure una nueva cuarta república.