La derecha del gobierno, desesperada por conseguir certificación de los capitalistas, acelera la marcha de la entrega del Chavismo, y en esa angustia comete los más grandes agravios a la memoria del Comandante, lo traiciona. Veamos.
La llamada "exposición Venezuela potencia" es una descarada entrega al capitalismo. El gobierno insiste en el camino que hasta ahora ha fracasado. Es que la ideología socialdemócrata no puede hacer -no sabe hacer- otra cosa que trasladar el poder a la burguesía; no tiene plan propio, su estrategia es allanar el camino al capitalismo, detener al Socialismo.
La expo antichavista es un estímulo al capitalismo, una cachetada en el rostro del Comandante. Y que se haga en este momento, de miseria inducida por el mismo capitalismo en maridaje con el gobierno, es una ofensa a la masa humilde. Ahora, quedan definitivamente al descubierto cuando nos hablan de una "guerra económica" que se supone obra de los capitalistas, o cuando se muestran con un antiimperialismo que sin ser anticapitalista sólo es retorica pueril. Hacen la expo para difundir los valores del capitalismo, su avance, que realmente es el avance de la miseria moral y material, y con descaro nos lo hacen pasar como avances del Socialismo.
Chávez, su recuerdo, acusa claramente de traición a esta banda. ¿Cómo responden a la pregunta de Chávez, "dónde está el Socialismo" en todo esta ruindad? ¿Que han hecho?
No es necesario ser economista, es suficiente fijarse en el orador de orden: vollmer. Este oligarca de vieja estirpe, que se remonta hasta los días de la Independencia, es un símbolo claro de la restauración. No se conformaron con cisneros o mendocita, se remontaron a lo más rancio de la oligarquía, y en ese altar se arrodillaron. Le obsequiaron unos cuantos millones de dólares como arras del compromiso.
Por supuesto, allí en esa expo de la infamia, que funciona como patíbulo del Socialismo, del sueño de Chávez, se tranzan negocios, se abre camino, se perpetra el entierro del Socialismo, por ejemplo, a la privatización de PDVSA: por ahora lo militares hacen convenios con la industria, después vendrán los burgueses, ya no tienen trabas. El oligarca vollmer se fue buchón, millones de dólares le cayeron del cielo, la nestlé, esa trasnacional que paga a sicarios, se llevó nueve millones.
Lo más grave de esta expo, junto a las otras que se han hecho en el país, es el proceso embrutecedor de la masa, la instalación de la ética capitalista, el estímulo a la "lógica del capital". De allí se aferran los bachaqueros, pequeños vollmer, diminutos comerciantes que compran barato y venden caro, como es la ley del capitalismo. De allí se nutre la delincuencia, que disputa a su manera su cuota.
El gobierno podía hacer los negocios con cierta discreción, un poco de recato, vergüenza, pero es que el capitalismo le exige humillación, traicionar a Chávez a cielo abierto.
Estos gobernantes, que con su debilidad abren las puertas a la barbarie, pasarán a la historia con la marca de judas iscariote, la marca de los que entregaron la esperanza del planeta de la posibilidad de un mundo viable, que eso era Chávez: ¡Esperanza!, sentido de vida, razones sagradas.
Los que defiendan esta infamia, los que hoy callan, los que no son capaces de una letra en favor del Socialismo, ni un grito de desacuerdo, eso cargarán sobre sus almas el silencio de la cobardía.
