El General Clíver publica hoy 10 de abril, en las proximidades de las fechas históricas del 11, 12 y 13 de abril, una declaración que explica muchas dudas y abre nuevos interrogantes. Es necesario detenerse en este artículo, que por la trayectoria de su autor y por su contenido es decisorio.
Más allá del diagnóstico de la situación nacional, del relato de las calamidades que hoy padecemos, que todo el que tenga ojos y oídos tiene que aceptar, es correcto, el General propone un programa mínimo de gobierno de transición. Veamos.
Cuestiona el papel de la FANB y propone conductas:
De esto no escapa la FANB, con un inadecuado uso y empleo, con una estrategia de involucrarla más en áreas de la economía nacional, alejándola de su concepto constitucional de la seguridad integral de la nación, y por ende de la defensa de la soberanía nacional, surgiendo como obligación para todos los venezolanos asumir un comportamiento activo para decidir su destino y poder dar respuesta a la crisis que vive como consecuencia de la ingobernabilidad existente, ante la incapacidad y corrupción imperante en todos los diferentes ámbitos. Para ello, es necesario la confraternización con nuestra FANB, con esa fuerza Armada que vive la misma penuria, que el pueblo, hoy en las calles.
Llama a un "comportamiento activo para decidir su destino" (que cada quién interprete que significa esto en boca de un General de prestigio). Pero si alguna duda surge, este párrafo aclara todo:
Es el momento de detener el comportamiento impune de estafadores del pueblo y de la FANB, que en diferentes escenarios mediante un constante engaño, abuso o victimización violan cualquier tipo de derecho y el respeto en general a la dignidad humana.
Pero cuál el programa mínimo de este comportamiento activo, cuál es la meta que debe movilizar. El General propone tres puntos principales:
- Es necesario restituir la independencia de los poderes públicos, lo cual pasa por la realización de las elecciones diferidas y que las designaciones de los funcionarios de la administración cumplan con el procedimiento ético-legal establecido para ello.
- la inmediata eliminación del abuso que se viene materializando con los estados de excepción, teniéndose más de un año con leyes habilitantes que rayan en la violación de la Constitución.
- La Carta Magna debe cumplirse y ser respetada por todos, es primordial escuchar al pueblo y activar el camino de la participación.
Al final, se deslinda de los atajos anticonstitucionales
Marcando las diferencias de esos hechos con la situación actual enmascarada en una falsa polarización y haciendo un llamado a repudiar la búsqueda de atajos anticonstitucionales que esconden intereses foráneos y antinacionales,
Y finalmente propone como método la Confraternización Cívico-Militar y abrir cauces al Ejercicio Decisorio del Soberano bajo la consigna: ¡Dentro de la Constitución Todo, por fuera de Ella Nada!
El General Clíver esta atrapado en un laberinto, da vueltas en el mismo sitio: la Constitución se ha violado, la respuesta del sentido común es restituir la Constitución.
A primera vista el razonamiento es impecable, pero se queda en la superficie. Es necesario preguntarse por qué el gobierno viola la Constitución, cuál es el fin. Y allí encontraremos que se viola para derrotar al Comandante Chávez, al Socialismo, al Plan de la Patria. Ese es el verdadero objetivo militar y político, es allí donde se escenifica la verdadera batalla. Lamentamos decirlo, pero el General se queda peleando alrededor de un espectro. La Constitución es hoy el teatro de operaciones donde se enfrentan el capitalismo representado por el gobierno y la oposición contra el Socialismo de Chávez, arrinconado, débil, pero inmenso en la idea.
Sola la Constitución, sin el contenido ideológico que la influye, es un papel muerto que, como hoy se demuestra, sirve a la oposición y sirve al gobierno. El General debería definirse: está con el capitalismo causante de los males que denuncia o está con el Chavismo auténtico, con Chávez, con el Socialismo, con el Plan de la Patria.
Sin esa definición, todo no pasa de ser peligrosa retórica que arrastra como barco a la deriva.
