El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras. Goethe…
Los que luchamos una parte importante de nuestras vidas como militantes de izquierda, en mi caso nunca pensé lo que nos esperaba con la Revolución Bolivariana después de su triunfo el 6 de diciembre de 1998, muchos creímos que esa era la única vía posible para que Venezuela alcanzará el camino hacia el desarrollo, hoy sentimos decepciones encontradas que afectan en forma grave nuestra esperanza, y el futuro de las nuevas generaciones. Ahora pertenezco a una generación de abuelos que ve con tristeza, los malos destinos de la patria en manos de los protagonistas actuales del gobierno bolivariano.
Durante mucho tiempo he venido alertando sobre el fracaso del socialismo del siglo XX en su modelo económico centralmente planificado.
Ante este panorama desolador, de escaseces, inflación, hambre, corrupción, inseguridad, hampa carcelaria desbordada etc. Peor cuadro que el que presentó el desplome de la URSS, y toda la Europa comunista del Este.
Todo esto nos hace pensar que la revolución bolivariana en entrado en un proceso entrópico lento pero seguro de suicidio. Esta triste realidad que vive hoy Venezuela, se desarrolla entre protestas y retrocesos, pero hacia allá parece encaminarse el destino de la patria.
Los que dirigen la economía bolivariana se enfrentan a cada momento con el reto de reprimir todo aquello que se interprete en forma objetiva, de este desastre socioeconómico, ya que todo lo analizan con los anteojos de la fracasada ideología estalinista. La ideología es entendida como la concepción del término en el vocablo marxista: mucha de las veces, una manipulación de conceptos e ideas por parte de la poderosa nomenklatura en el poder para interpretar la realidad de acuerdo a sus intereses, mientras el pueblo sufre las de Caín; con hambre, miseria, escasez de alimentos y medicinas. Este es el triste caso hoy de la Venezuela Bolivariana.
La triste realidad económica de Venezuela es que presenta un diagnostico oncológico propio del sistema capitalista, y que lo quieren tratar con una quimioterapia marxista, en vez de tratarlo con la quimioterapia de la teoría económica capitalista. Venezuela es un sistema capitalista intervenido por un burocratismo de Estado, pero a todo esto una nación capitalista al fin, y al cabo y en pleno siglo XXI, ni Mandrake la podrá revertir.
Según los expertos en la materia económica consultados, la inflación, y la escasez dentro del sistema capitalista solo puede ser enfrentada en forma eficaz produciendo, o importando lo que escasea, para que los precios dejen de aumentar, y empiecen a bajar, y cuando esto ocurra, ir neutralizando el dinero en circulación para que la capacidad de compra del dinero en circulación, y en mano de los compradores ajusten la nueva situación real de bienes y servicios. Esto lo han logrado todos los países donde se ha presentado este cáncer inflacionario, logrando reducir sus tasas de inflación a menos del 10%
Seguir el actual burocratismo rojito atacando este problema con controles de precios severos, terminaran sacando mas productos del mercado, que se trasladan al mercado negro, manejados por bachaqueros con precios exorbitantes y especulativos. Menos curaran este mal expropiando, y metiendo presos a los comerciantes, acusándolos de especuladores, porque seguirá el mismo desastre.
No se puede ser un tísico intelectual para no observar todo este desastre económico venezolano, causados por la alta inflación, producto de la ideología estalinista, no podemos copiar el sistema de la libreta de racionamiento, que se aplicó en el socialismo real, ahora con cajas de alimentos importados. Esto es un suicidio político muy costoso. Cuando se van a establecer unas condiciones muy humillantes, donde la escasez la intentaran controlar con represión y chantaje, ya los precios de esas cajas no revelan el verdadero poder de compra de esos productos, pero si la severa depreciación del dinero. Esto profundizaría mas en Venezuela la copia del fracaso económico de Cuba, la URSS, y de todo el sistema socialista del siglo XX. Este es el camino del suicidio de la revolución bolivariana.