Constituyente, Constitución y vida cotidiana (Vuelos altos y vuelos cortos)

La condición gregaria de las gentes, desde los tiempos más remotos los ha llevado a acordar convivencias, para ello han contado con ese extraordinario y largo proceso evolutivo cerebral que dio lugar a la humanización. Los códigos de organización en las sociedades humanas, son tantos como agrupaciones han existido, cada uno de ellos atendiendo a sus particularidades culturales, como el de Hammurabi, o el Popol Vuh, otros poco conocidos e ignorados a causa de las imposiciones y dominios culturales coloniales occidentales.

Un ejemplo de ello lo conseguimos en la recopilación de antiguas escrituras y su impresión en el siglo XV, que conocemos como la Biblia libro tan consultado a través de todos los tiempos, sujeto a muchas intervenciones, traducciones y seguramente muchos gazapos, allí conseguimos elementos muy vigentes en nuestra vida contemporánea como lo narrado en el Éxodo, en cuanto a las enormes peripecias de Moisés y su pueblo y la entrega por Yavé en el monte Sinaí de las Tablas de la Ley.

Este intento de organizar a ese pueblo, dotándolo de determinadas normas contenidas en las Tablas: no matarás, no cometas adulterio, no robarás, no atestigües en falso, no codicies ni la casa ni la mujer de tu prójimo….que Moisés cerro arriba fue a buscar, resultó que al bajar encontró un relajo (becerro de oro incluido) de tal manera que esa noche por tal indisciplina fueron ejecutados tres mil hombres.

En la vida republicana venezolana, hemos tenido unas cuantas Constituciones, la primera de ellas (1811)) fue fuertemente criticada por nuestro Libertador en 1812, cuando andaba en armas en la Nueva Granada, luchando por la Independencia. "Los códigos que consultaban nuestros magistrados no eran los que podían enseñarles la ciencia práctica del Gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que imaginándose repúblicas aéreas han procurado alcanzar la perfección política, presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvimos filósofos por jefes, filantropía por legislación, dialéctica por táctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversión de principios y de cosas, el orden social se sintió extremadamente conmovido, y desde luego corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada" (1)

En 1999, a los ciento ochenta y ocho años de aquella experiencia legislativa, se produjo en nuestra República un relevante evento, impulsado por el entonces electo Presidente de la Nación el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, quién depositando su confianza en el pueblo puso a su disposición su cargo, solicitando de manera inédita su autorización para convocar a una Constituyente.

Hoy día por el conocimiento que tenemos de Chávez, podemos entender sus decisiones, era un gran lector particularmente de historia, y gran Bolivariano, ¡Excelente brújula le acompañaba!

Entre 1811 y 1999, ¡Cuanta historia!: cuantas ideas, revueltas sociales, guerras a muerte, campañas admirables, establecimiento de Repúblicas y Constituciones, derrotas y victorias, aprendizajes, traiciones, critica y autocritica, independencia del imperio español, remozamiento de antiguas oligarquías y surgimiento de nuevas clases dominantes y desnudo de la fractura social no resuelta, y la presencia de nuevos actores político-económicos con un aparato ideológico que apuntalaron la dominación. En ese contexto histórico-cultural insurgió Chávez, siendo un factor fundamental de entusiasmo popular en la construcción de ese extraordinario código de la convivencia venezolana: La Constitución de la República Bolivariana.

Este cuerpo Constitucional, integrado por un Preámbulo, 9 Títulos, 33 Capítulos, 350 Artículos y tres Disposiciones, cuyo nacimiento felizmente mayoritario, sufrió sin embargo la feroz agresión de algunos sectores adversos, pero también pienso, que no hubo la suficiente comprensión de algunos líderes obligados a fortalecerla.

Este es un tema, que no hay que evadir, con pretextos pueriles. El poder legislativo venezolano, tanto la asamblea Nacional, los Consejos Legislativos y Cámaras Municipales, han estado en su mayoría teóricamente en manos revolucionarias, y en ese sentido habría que preguntarse ¿en cuánto hemos contribuido en estos dieciocho años a la "transformación del Estado y la creación de un nuevo ordenamiento jurídico"? Principios rectores y mandato de la Constituyente de 1999. El no cumplimiento de nuestras obligaciones en el desarrollo Constitucional, si ese es el caso, habríamos incurrido según Bolívar en la edificación de una "República aérea"

La actual situación venezolana es muy comprometida,(nacional e internacionalmente) desde la llegada de Chávez a la presidencia de la República, apoyado en la nueva Constitución empezó a pergeñarse un proceso político democratizador de alto vuelo, el hecho de que en el lenguaje cotidiano, la palabra SOCIALISTA, se haya hecho amigable en nuestras comunidades e incluso planteado como un camino, y un modelo político-social para la Patria, entusiasmó a una porción importante de la población ¡Claro! Otros sacaron la pistola.

Es que, aunque no se haya mencionado el Socialismo en el Texto Constitucional, en el mismo Preámbulo hay una posición absolutamente subversiva que transversaliza todo el texto Constitucional: "Con el fin supremo de refundar la Republica para establecer una sociedad democrática participativa y protagónica…"

Pero además de los vuelos altos, filosóficos, jurídicos y constitucionales, también el vivir nos obliga a los vuelos cortos, y se trata de nuestra VIDA COTIDIANA , donde participamos millones de venezolanos, que sabemos que además de la guerra económica, la agresión imperial y los vicios heredados, mucho del déficit productivo, la ineficiencia estatal, y de las insoportables corruptelas, tienen mucho que ver con los falsos liderazgos entronizados en lugares claves de responsabilidades económico-sociales-gubernamentales. Pareciera que a veces se nos olvida que es el pueblo mayoritario de abajo, incluyendo la clase media el que podrá sostener y hacer avanzar este proceso político, no solamente con el voto, sino en otras situaciones.

Resulta de interés leer sobre la Revolución Bolchevique, para ver como se fue gestando ese proceso, y nos paseamos entre 1905 y 1917-18, hay mucho que aprender en esos doce años, sin que ello signifique "calco y copia": Motines militares, manifestaciones obreras, surgimiento de los Soviets, discusiones políticas entre los Social Revolucionarios, los Kadets(Partido Constitucional Democrático) Social Demócratas, Mencheviques, Bolcheviques, y todo ello primero en el marco de la guerra ruso-japonesa y luego la Primera Guerra Mundial. Hasta una convocatoria a una Asamblea Constituyente se realizó a finales del complicado año de 1917, donde el partido Bolchevique que estaba en el poder fue derrotado electoralmente. Pero esto no impidió el desarrollo de la Revolución rusa. Lenin escribía: "A la espera de la reunión de la Asamblea Constituyente, no podemos resolver ni el problema del hambre ni el problema de la rendición de Petrogrado…El hambre no esperará; la rebelión campesina no esperará; la guerra no esperará… ¿Esperará el hambre acaso porque los bolcheviques proclamemos nuestra fe en la convocatoria de la asamblea constituyente?"

LA REVOLUCIÓN ES CULTURAL

Rafael Castro

1.-Memoria Dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño. / pág. 198/ en Pensamiento Político de la Emancipación Venezolana/Biblioteca Ayacucho/Caracas, 1998.



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Rafael Castro

Especializado en Gestión Cultural. Colaborador y Fundador de Instituciones de la Cultura, en el Sector Público y Privado.

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