De bandolero a insurgente y guerrillero pero no terrorista

Interesante la realidad que expone la "sociología alzada" venezolana que se viene expresando desde ya algunas semanas en curso de este año 2017.

Es interesante no solo por su dinámica como también por su desarrollo cual ha sido y es, por demás, bastante interesante cuando conocemos que han pasado de expresiones de protesta de diferentes calidades y calibres urbanas para ir desarrollándose, paulatinamente, hacia las capitales provinciales para así poder entrar de lleno en las actuales realidades y desarrollos hacia lo "aparentemente rural" nacional como se viene exponiendo y demostrando, particularmente, en la provincia de Mérida en el occidente de Venezuela.

Como bien lo expresa el Himno Nacional "…seguir el ejemplo que Caracas dio…" y como nos lo comentara el Presidente Rafael Caldera Rodríguez en aquella mañana pequinesa cuando nos precisó que "…Venezuela es un país presidencialista y no lo debes olvidar…".

Razonamientos ciertos además de precisos en las actuales circunstancias en su curso golpista porque, debemos de una vez y por todas, reconocer que estamos inmersos en un, por demás, muy interesante "golpe de estado" no solo como "hecho fáctico" convirtiéndose en "hecho histórico" sino también como teoría política no tanto y en cuanto proceso cotidiano sino como modelo político contra-gubernamental para así poder justificar las futuras acciones de "golpe de estado" en estados provinciales como el señalado así como de aceptar los comportamientos en sus expresiones de adscripción hacia los paradigmas de Washington y a las derechas fascistas comunitario-europeas y, fundamentalmente, como existencias reales y objetivas de adscripción a los propios y fundamentales paradigmas del sistema capitalista más en estos precisos momentos cuando no solo dicho sistema se encuentra inmerso en una profunda reingeniería sistémico-financiera sino en su propio proceso de carácter inevitable de necesaria confrontación bélica con sus correspondientes contradicciones fundamentales sistémicas en expresión de contrarios reales, contradicciones sistémicas, como son tanto Rusia como China como factores de primera línea con expresiones de ajedrez en países como Corea del Norte, Bolivia, Ecuador, Cuba pero, fundamentalmente, con una frontal confrontación incluso con todas las consecuencias reales y objetivas por lo significativas en el escenario titulado como Venezuela.

Es, en ese orden, que nos consideramos que no es de necesidad repetir y reiterar las bases fundamentales sobre las cuales sustentamos nuestros argumentos por haberlos expuestos en pasadas oportunidades además de la constante repetición por parte de los factores políticos de la Revolución Bolivariana referidas a las bases justificativas del Otro, la contra-revolución, sobre los porqué de las necesidades de no solo destruir el proceso bolivariano-chavista como también de "tumbar el gobierno de Maduro" sino porque es de fundamental importancia geoestratégica pero de más importancia la geopolítica que se suscribe sobre Venezuela como realidad geográfica, histórica, social y económico-ideológica que significa tanto a lo interno-nacional como allende nuestras fronteras históricas.

Considerar que los actuales escenarios son, históricamente, "únicos, particulares y fundamentales" es, sencillamente, desconocer la Historia Patria venezolana. Desde los propios tiempos del proceso independentista entrqamos en conocimiento de los "hechos históricos" que nos demuestran que Venezuela y su sociedad han transitado por álgidas, áridas y difíciles situaciones en particulares escenarios que le producen envidia a las actuales circunstancia de los "sectores sociales anti-Patria" como conocemos y "lo disfrutamos diariamente" con las expresiones fácticas de violencia desde los sectores sociales venezolanos de la contra-revolución-fascista tal cual como la debemos definir para así evitar confusiones posteriores en momentos de cualquier negociación aun cuando nos, nos atrevemos a suscribirnos a la idea de que esas conversaciones, diálogos, negociaciones políticas que no se van a realizar, ello a pesar de José Vicente Rangel Vale, y es por ello que es perentorio tener que aceptarlo definitivamente con la finalidad de "estar muy claros" en donde nos encontramos y cuales son los escenarios que se irán desarrollando, precisamente, en estos momentos, con las muchas prisas del derrotado.

Los "hechos históricos" de alteraciones socio-económicas y políticas en la Historia Patria de Venezuela son muchos, diferentes y con resultados diferentes según los intereses de unos y otros. Por ejemplo, a título de referencia, podríamos señalar, en título de comparación, el "Golpe de Octubre" con sus protagonistas frente a las realidades significativas del "Golpe contra Rómulo Gallegos" como, también, podríamos comparar el "Gobierno de Juan Vicente Gómez" con el "Gobierno de Marcos Evangelista Pérez Jiménez" aunque nos parezca extremadamente extraño. Otro ejemplo que podríamos confrontar las diferencias entre el "Gobierno de Rómulo Betancourt" frente al "Gobierno de Raúl Leoni" aunque nos parezca profundamente extraño y "sacado por los pelos" pero si hay y se expresaron profundas diferencias entre ambos gobiernos comenzando por la escogencia de Raúl Leoni como candidato presidencial cual se realizara con los votos del y por el Buró Sindical de Acción Democrática con lo cual se rompía la "Doctrina del Puntofijismo".

¿Cómo se expresaron las izquierdas durante los diferentes gobiernos de la Cuarta República?

Importante inquietud en pregunta cuando nos estamos confrontando, en la actualidad, con una "supuesta subversión" no solo anti-gubernamental y contra-revolucionaria sino que dicha "supuesta subversión" se manifiesta en su praxis cotidiana como un conglomerado social muy diverso tanto en lo socio-clasista como en lo socio-étnico y socio-económico, fundamentalmente; se expone esa "supuesta subversión" como subversivo-terrorista para expresarse en la actualidad manifestarse como, fundamental, objetiva y principalmente, nazi-fascista frente a las actitudes y comportamientos gubernamentales.

Estas últimas manifestaciones son muy parecidas a aquellos comportamientos de aquellos gobiernos europeos y de la propia sociedad alemana de cuando Adolf Hitler comenzara sus cotidianos procesos de "golpe de estado", curiosamente, "golpe legislativo", para, una vez bajo en control del gobierno, dar, definitivamente, el "golpe de gobierno y estado" de corte nazi-fascista para así poder comenzar el desarrollo de políticas de "centros de reclusión de prisioneros" para los sectores sociales de comunistas, anarquistas, socialistas y así poder continuar con las otras persecuciones sociales de judíos, gitanos y personas con discapacidades. Triste historia pero real, dramática.

Las actuales expresiones de calle de carácter nazi-fascista, urbano y rural, sustentan sus argumentaciones en los paradigmas ideológico-religiosos como lo venimos observando en sus símbolos; se vienen exponiendo en actitudes y comportamientos de carácter anarquista cuando sus líderes de diferentes sub-conjuntos sociales no controlan los comportamientos de sus "ciudadanos siervos", cuando conocemos sus argumentaciones y justificaciones en praxis cotidianas, sencillas y simples, básicas y sin contenidos conceptuales que se sustentan de "pensamientos fijos e inamovibles", es decir, dogmático-religiosos pre-hegelianos e, incluso, adscritos a paradigmas socialistas blancos interpretados subjetivamente.

Según la documentación emitidas durante el gobierno representativo de Rómulo Betancourt se plasmaron títulos sociológicos muy bien pensados para poder definir los accionares de aquellos sectores sociales que irrumpieron sobre lo significativo de aquellas nuevas políticas negadoras de las participaciones de los sectores populares quienes sustentaban sus lógicas y deseadas aspiraciones en las bases fundamentales que se propusieron durante la oposición y represión que se desplegó durante el Gobierno del General Pérez Jiménez.

Expresiones que se manifestaron cuando tanto la prensa como los sectores de inteligencia y represivos de aquel primer gobierno de la Cuarta República y los sectores políticos tanto gubernamentales como del Poder Legislativo y empresarial muy bien acompañados por el Poder Judicial titularon a "los alzados en armas" como "bandoleros", título más acorde con expresiones muy castizas que irrumpieron junto con el concepto "guerrilla" durante la convivencia de "Pepe Botella" en lo borbónico-peninsular-hispano cual tuvo a bien Rómulo Betancourt rescatar en función de sus propios objetivos político-militares e ideológicos cuando aquella titulación de bandoleros era expresada sin conceptualización alguna según las realidades que se iban desarrollando durante las primeras expresiones guerrilleras.

El "supuesto bandolerismo" ajeno en sus realidades a las realidades que rodeaban y justificaban los accionares de la "insurrección armada" no se conjugaba con lo esencial como fundamental de la praxis ideológico-política que representaban aquellos "alzados en armas" quienes sustentaban, debatían como justificaban sus accionares según las bases ideológicas más cercanas a las tesis de la Tercera Internacional que a las propias y objetivas realidades sobre las cuales deberían haberse sustentado aquellos accionares que exponían a la "insurrección armada". Pero ello es otra discusión aparte.

En la objetividad del propio desarrollo de la "insurrección armada" versus las políticas militares, represivas y político-ideológicas del puntofijismo sobre las cuales se sostenían las tesis de aquel acuerdo puntofijista, obligaron a la democracia representativa a tener que reconocer el carácter militar sobre el cual se justificaba el accionar del individuo alzado en armas teniendo que incorporar en las tesis de aquellas represiones la realidad significativa del concepto "guerrillero" cual significaba, en si mismo, el carácter militar de dicho "alzado en armas" y, en consecuencia, tener que aceptar los acuerdos internacionales correspondientes y referidos al Derecho Internacionales correspondiente al combatiente.

Está claro y es evidente que el Gobierno de Betancourt y Raúl Leoni nunca jamás aceptaron dicha argumentación lo que llevó a la más brutal de las represiones, torturas, desapariciones, fusilamientos, etc. Ello significa que aquella objetiva realidad político-militar que representaba aquel enfrentamiento militar entre los "alzados en armas" versus el status quo representado por el Poder constituido en la expresión de "Democracia Representativa" de ambos gobiernos en referencia más arriba expresaban, quiérase bien se rechace, que ambos bandos sustentaban sus confrontaciones en propuestas políticas de Estado, en ideologías muy bien definidas y contrarias y en una doctrina jurídica clara, precisa gubernamental y con las lógicas consecuencias del caso.

Actualmente, cuando se analizan con seriedad, objetividad, serenidad, las expresiones de violencia que promueve la contra-revolución en sus realidades sociológicas, ideológicas, socio-económicas, políticas e, incluso, en ciertos sectores militares no podemos ir más allá de aceptar como la base fundamental-argumentativa que busca justificar esos accionares cotidianos de anarquía absoluta como lo expone el discurso anti-comunista proveniente de la Conferencia Episcopal Venezolana cual en su esencia y conceptualmente errado promueve la confrontación entre hermanos evitando, militantemente, exponer lo teológico-significativo de la "Doctrina Cristiana" en su fundamental esencia del complemento doctrinal impuesto por Jesús de Nazareth. Junto a ello nos tropezamos con lo conceptual no-definido, en líneas generales por los principales actores políticos sobre la significación real de "Democracia", "Derechos Humanos", "Libertad", "Libertad de Prensa", "Presos Políticos", fundamentalmente, pero, reiteramos, esas expresiones, permanentemente repetidas, no se exponen en su desarrollo conceptual mucho menos se comparan con lo conceptual sustentado por el Otro, es decir, por los sectores revolucionarios, bolivarianos y chavistas, con lo cual, visto el desarrollo real y objetivo del individualismo en curso en el propio seno de los sectores sociales contra-revolucionarios, sencillamente, son, simplemente, aceptados por esos sectores sociales clasistas y reaccionarios que se expresan en oposición violenta tanto contra el Gobierno de Nicolás Maduro Moros como en lo conceptual-significativo del concepto "Revolución Bolivariana", por ende, negando la propia Historia de la Patria, Venezuela, como acusando, directamente, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, FANB, de contra-constitucional, represiva, torturadora y violadora de los derechos humanos de los agentes anarquizados de la oposición contra-revolucionaria venezolana.

Pero ese grupo anarquizado en su propio seno se encuentra dividido en los sectores cultos y los sectores aculturados, es decir, alienados a los paradigmas impuestos en esos factores sociales radicalmente anarquizados quienes en sus praxis alcanzan el climax de la praxis terrorista de fácil demostración visual para el Gobierno Bolivariano.

Queda del gobierno actuar.

UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.

 



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Miguel Ángel Del Pozo


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