Escribir sobre lo que acontece en Venezuela no es tarea fácil, no porque las ideas puedan fluir con dificultad, sino por cuanto se corre el riesgo de ser estigmatizado por voceros de las dos tendencias políticas que creen tener la verdad absoluta y el control de la población venezolana. Nada más irreal puesto que de conformidad con todos los sondeos de opinión que se han realizado en el país (y que lo confirman la matriz de opinión generalizada en los diferentes ámbitos donde accionan los venezolanos), el pueblo venezolano no cree en la dirigencia opositora desgastada, dividida y carente de un proyecto de gobernabilidad que permita resolver la actual crisis que vivimos, ni en la dirigencia oficialista corresponsable de dicha crisis dado sus niveles de ineficiencia, ineficacia, corrupción y desidia para abordar y acompañar al pueblo en las diferentes acciones que permitan dar respuesta concretas y satisfactorias a los grandes problemas que vive y padece; en otras palabras, el pueblo venezolano en su totalidad perdió la confianza y la fe en esos liderazgos decadentes y guiados por intereses personales y egoístas.
Ahora bien, considerando que la actual coyuntura nacional ha entrado en una etapa sumamente delicada, que requiere del concurso y la participación responsable de todos y cada uno de los venezolanos y venezolanas independientemente de su posición social, económica, ideológica, credo y de raza; he decidido, corriendo el riesgo antes mencionado, escribir estas líneas como un aporte para el análisis y someterlas a la consideración de quienes como Ud., estimado hermano y compatriota que han decidido invertir parte de su valioso tiempo en dar lectura a las mismas, puesto que para ser sincero es a su opinión a la que me someto y no a la de quienes a través de cúpulas y componendas han dirigido los destino de la nación, cúpulas que cobijados por las sombras se pudieran haber puesto de acuerdo para polarizar la atención de la población venezolana según sus intereses y ambiciones de poder.
EL ACTUAL PROCESO CONSTITUYENTE.
Ante el llamado al proceso constituyente, es importante que cada uno de los venezolanos y venezolanas fijemos una posición contundente y firme dado lo significativo para la continuidad de la vida democrática y republicana. Hemos podido ver y oír la opinión de los diferentes voceros tanto de la oposición como del oficialismo; en cada sector, unos haciendo uso de su elocuencia, intelectualidad y academicismo el cual con honestidad hay que reconocer y valorar, mientras otros solo se limitan a seguir un guion prefabricado en los bufetes de sus asesores, ambas posiciones son válidas considerándolas desde el punto de vista de la defensa de sus intereses.
Es bueno señalar que respetamos los diferentes puntos de vistas expresados por quienes están a favor y en contra del proceso constituyente. Lo anteriormente expuesto pudiera ser interpretada o considerada una ambigüedad pero la práctica de vida asumida, me ha permitido comprender y respetar las diferencias, puesto que todos interpretamos y respondemos ante los eventos del mundo de conformidad con los códigos que hemos construido a lo largo de nuestra formación. En tal sentido, la posición que voy a expresar en las líneas sucesivas obedece no a una parcialidad en particular, es el producto de años de estudio, análisis y debate que sobre la Constitución hemos realizado; constituye el resultado de participar durante muchos años en debates, foros, talleres, círculos de estudio, no sólo con quienes fueron constituyentistas sino con servidores públicos de las diferentes instituciones, así como voceros de diferentes colectivos sociales, de consejos comunales y de las comunas, estoy seguro que muchos de ellos pueden dar fe de lo que estoy afirmando.
En la mayoría de los eventos y actividades antes mencionadas afirmamos y demostramos que en la Constitución de 1999, está contenido todo el andamiaje jurídico estructural que nos permitirá construir y establecer una sociedad fundamentada en los más elevados principios y valores humanos. Realmente, sin ánimos de rayar en el fanatismo podemos afirmar que tenemos una Constitución inédita en el mundo. Constitución que representa el proyecto de país y de sociedad que todos y cada uno de los venezolanos y venezolanas tenemos la responsabilidad y el compromiso de retomar y desarrollar puesto que en el transcurso del tiempo este proceso "revolucionario" distorsionó y está a punto de exterminar.
Por lo antes expuesto, considero que es un error y además inconstitucional la convocatoria efectuada por el Presidente Nicolás Maduro sobre la Constituyente; error por cuanto primero: no especifica el objeto de la convocatoria (si es para elaborar una nueva constitución, realizar una enmienda o efectuar una reforma), segundo: la profunda crisis moral, económica, política y social que vive el país no se resuelve con una constituyente disfrazada de un "dialogo superior por la paz", estoy seguro que los asesores del presidente, así como su grupo ministerial están consciente de ello pero no son capaces de expresar sus opiniones por temor a perder sus cuotas de poder, y tercero: lo relacionado con la sectorialidad, que si bien es cierto puede ser considerada como una forma real de participación y protagonismo del pueblo en el ejercicio de su soberanía, puede tener una intencionalidad que no ha sido bien analizada a la luz de la forma como se han estructurado y organizado en el país esos medios de participación y la forma cono son dirigidos; a manera de ejemplo puedo citar el caso de los trabajadores y trabajadoras quienes están agrupados en diferentes federaciones sindicales con posiciones ideológicas diametralmente opuestas. Cada una de ellas seguramente implementará los mecanismos apegados a la Ley que les permita elegir su vocero o vocera ante la Asamblea Constituyente, pregunto: ¿Cuántos voceros tendrán los trabajadores en dicha Asamblea? Como el caso de los trabajadores pudiéramos mencionar muchos otros, ¿Qué tal el de los educadores?
Continuando con la reflexión anterior, y como dice el refranero popular "el picado de culebra cuando ve bejuco brinca", me pregunto: ¿El ciudadano presidente tendrá información veraz y objetiva de cómo fueron electos en todo el territorio nacional los voceros de las UBCH, de los consejos de trabajadores, campesinos, pescadores, artesanos, entre otros?
En cuanto a lo inconstitucional, el 347 es bien claro y especifico "……..el pueblo de Venezuela es el depositario del poder constituyente originario…" (1). Este artículo le confiere al pueblo venezolano y solo al pueblo venezolano ejercer el poder de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, y es que no podría ser de otra forma ya que este artículo está en plena y absoluta concordancia y armonía con el artículo 5 de la Constitución. ¿A través de que mecanismo se vale el pueblo para ejercer ese poder? La respuesta la da el artículo 71, "el referendo popular".
Ahora bien, vamos a suponer que los asesores del presidente (de los cuales no pongo en duda su capacidad intelectual, académica y profesional) en una de omisión involuntaria del 347, asuman el artículo 348 que se refiere a quienes tienen la INICIATIVA DE CONVOCATORIA, basados en una de esas interpretaciones a las que los abogados nos tienen acostumbrados apegadas a intereses personales, pero alejadas del espíritu de la norma, le hagan ver al presidente como una vía para convocar la Asamblea Nacional Constituyente; la pregunta que obligatoriamente debieron efectuarse dichos asesores y en todo caso les debió efectuar el presidente es ¿Cuál es el mecanismo que debe asumir quien va a ejecutar la iniciativa de convocatoria? Llegamos a la respuesta constitucional y obvia: "el referendo popular".
En función de lo manifestado anteriormente, considero que en el decreto de convocatoria a la Constituyente hay errores de forma y de fondo que deben ser sometidos al análisis y revisión tanto por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, así como por los Rectores del CNE quienes tienen en su poder el decreto y por ende la responsabilidad histórica de asumir una posición valiente y digna ante la solicitud presidencial. No se trata de ser complacientes con el Poder cuando está en juego la estabilidad política del país, es el momento de demostrarle al pueblo venezolano y al mundo que verdaderamente tenemos unos poderes autónomos que actúan en defensa de los intereses de la nación.
LOS (AS) RESTAURADORES (AS)
No me voy a referir a una serie trasmitida por un canal de suscripción por cable titulada los restauradores, usare este término ya fue la denominación que le dio el expresidente Hugo Chávez Frías a quienes actuando desde el interior del proceso bolivariano se dedican a evitar que el pueblo "….alcance su unidad verdadera y se transforme en una poderosa fuerza consciente capaz de afrontar con éxito las tareas más difíciles para construir su futuro".(2).
La afirmación antes señalada la empleó el Comandante Hugo Chávez en el marco de una reunión efectuada los días 12 y 13 de noviembre de 2004, en dicha reunión presentó diez puntos que permitirían servir de instrumento para profundizar la Revolución Bolivariana y que los denominó "El salto delante de la Revolución"
Dada la actual coyuntura en la cual está inmersa el pueblo venezolano por el llamado a la Constituyente, es necesario hacer mención al encuentro antes mencionado, por cuanto allí se analizaron y se acordaron asuntos de trascendencia para la consolidación del proceso bolivariano que hoy es conveniente traerlos a colación pues nos permitirá de alguna manera comprender y explicar algunas de las decisiones tomadas desde el Ejecutivo Nacional seguramente con el aval de la Dirección Nacional del PSUV, decisiones que por supuesto son respetadas pero que no podemos compartir por lo relevante y trascendente para la estabilidad política, social y económica del país.
En tal sentido, considerare para la reflexión el punto denominado: Nueva estructura social. En este punto el Comandante Chávez expresó: "…. No es posible avanzar en la revolución Bolivariana sin la formación de una vanguardia revolucionaria… Que sea el instrumento vital para la construcción de una nueva ética de la revolución. Una vanguardia que entienda que la revolución es el logro de metas materiales junto a la construcción de una nueva ética, una nueva cultura, una nueva subjetividad. Vanguardia que sea capaz de abrir caminos, y paralelamente ir al paso del pueblo; de él aprendiendo y a él llevando sus enseñanzas convertidas en directrices coherentes" (3)
Continua con su ponencia: "El punto es importantísimo, la formación de la vanguardia está en la encrucijada de todas las circunstancias del momento. La solución de este requerimiento condicionara el rumbo del proceso. Por eso los mayores esfuerzos de los que no quieren superar el capitalismo se centra en impedir que la vanguardia de la revolución bolivariana se concrete, saben que sin vanguardia no hay organización popular revolucionaria. Apelan a las más variadas armas, desde los disparates teóricos, hasta el ataque frontal. Estos teóricos de la restauración inventan formulas tendientes a evitar que el pueblo unido y con una dirección solida se transforme de una masa amorfa en una poderosa fuerza disciplinada y consciente capaz de afrontar con éxito las tareas más difíciles para construir su futuro" (4).
Tamaña perla la expuesta por el Comandante Chávez!, esto nos demuestra que él tenía conocimiento de un movimiento restaurador que se había gestado dentro de la filas de la revolución, movimiento que prácticamente para esa fecha actuaba sin ambages y sin escrúpulos para evitar que en el país se realizaran los cambios estructurales que nos permitieran dar el salto definitivo hacia la democracia participativa y protagónica y por ende la construcción del nuevo modelo de país y de sociedad que está plasmada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
En el mismo orden de ideas, analicemos esta otra perla lanzada por el Comandante Presidente el 17 de enero de 2007 en la sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño, en el marco de la juramentación del Consejo Presidencial para la Reforma de la Constitución y la del Consejo Presidencial del Poder Popular, expone: "Alerto a los señores ministros y al señor vicepresidente (ya lo hemos hecho en privado, pero lo alerto ahora en público), cuidado con los llamados bufetes de especialistas, porque ya nos ocurrió con la Ley de Tierras cuando se estaba haciendo……..Me traen la Ley de Tierras, pero pepiadita, hasta con carátula y todo, encuadernada. -No, esa es la Ley de Tierras más perfecta y revolucionaria que pueda haber habido en toda la historia de los siglos… Me puse a leer, a comparar e inmediatamente conseguí elementos pensados para que no hubiera cambios, el gatopardismo: que todo cambie para que nada cambie, en el fondo nada cambia…. Recuerdo que decidí ponerme yo mismo, perdónenme la expresión, al frente de un grupo y llamar a algunos expertos a diseñar y elaborar la Ley de Tierras; pedí documentos y comenzamos a trabajar……….Pongo ese ejemplo nada más, pero hubo muchos otros, incluso hay alguna de las leyes habilitantes que quedaron envenenadas, les sembraron elementos que neutralizaban y han neutralizado en muchos casos el desarrollo revolucionario a través de las leyes."(5)
Ante contundente afirmación, efectuada transcurrido tres años de la formulada en la reunión del 2004, es evidente que el Comandante Presidente alertaba al pueblo sobre lo que estaba ocurriendo dentro del proceso. El mensaje es bien claro, los restauradores(as) o el gatopardismo no tiene compromiso ni lealtad con la revolución pues su objetivo es exterminarla.
Ahora bien, se puede apreciar que en ambos momentos el Comandante Chávez no mencionó nombres, pueden imaginar Uds. la grandeza de este ser que hasta con el adversario interno fue consecuente y leal. Otro aspecto a considerar dada la omisión de nombres, es que él estaba seguro y confiaba en la sabiduría del pueblo, ese pueblo que se dedicó a estudiar, analizar y a debatir la Constitución (el proyecto original bolivariano) y las Leyes desprendidas de dicha constitución; confió en que el pueblo aplicando las enseñanzas del Maestro Jesús: "por sus frutos los reconoceréis", sabría identificarlos y una vez identificados les daría la batalla en los diferentes ámbitos del acontecer nacional.
Acá en el estado Falcón, desde hace tiempo están al descubierto, los tenemos bien identificados, los encontramos en alcaldías, en el gobierno regional, en el consejo legislativo y en las diferentes instituciones dependientes tanto del municipio, como del ejecutivo regional y nacional desde donde actúan abiertamente y sin pudor; vestidos de rojo rojito, enarbolando las banderas de la revolución y del socialismo que mucho predican pero que en ningún momento son capaces de practicar. Permearon los consejos comunales y comunas y hoy la lucha es por el control de los CLAP, en todas partes los vemos, frente en alto, henchidos sus pechos de gloria y poder mientras que el territorio falconiano se encuentra sumergido en el abandono, la desidia y el caos.
Lo que ocurre en Falcón seguramente ocurre en todo el territorio nacional puesto que las tendencias y cúpulas formadas bajo el amparo de la "revolución" se han encargado de repartirse el país, para que gastar más tinta en explicar lo antes señalado si el pueblo venezolano y sobre todo la base del chavismo (quien lo vive en carne Propia), están conscientes de esta realidad que ha erosionado gravemente el proyecto bolivariano.
Los(as) restauradores(as) tienen el control presidente Maduro, es necesario tomar en cuenta la campanada de alerta efectuada por el comandante Chávez pues el momento lo requiere, tal situación amerita actuar con sentido común; despojado de todo apego busque en lo más profundo de su ser, allí encontrara las respuestas objetivas y verdaderas que le permitirán distinguir la luz ante tanta oscuridad, el país no puede y no debe continuar con esta confrontación que ha llenado de dolor y sufrimiento al pueblo (el de a pie que representa la mayoría) venezolano. La paz y el dialogo no se decretan, son el resultado de un trabajo constante y profundo sobre sí mismo, una filosofía de vida que nos permite alcanzar y vivenciar la paz primero en nosotros, en nuestro interior para luego proyectarla sobre los demás.
CONSIDERACIONES FINALES
Conocedor y comprendiendo que "Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora"(6), por cuanto todo lo que ocurre entre cielo y tierra "obedece al desenvolvimiento de un orden y un propósito superior"(7), éste aporte no pretende ni tampoco es la intención violentar dicho orden; es sólo mi punto de vista fundamentado en el análisis de como interpreto los acontecimientos (que no deben ser considerados como hechos aislados) que vienen ocurriendo en nuestro país desde la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Dada la aclaratoria anteriormente expuesta, exhorto a todos los(as) venezolanos(as) a unirnos en una sola voz y una sola acción a fin de:
Primero: rechazar desde nuestros espacios de accionar cotidiano todo tipo de violencia cualquiera sea su procedencia, el sector minoritario que ha polarizado al país no debe impedir que la mayoría de los venezolanos y venezolanas convivamos en paz. Este rechazo debe estar enmarcado en la práctica de la noviolencia. En tal sentido, nuestros pensamientos, palabras, emociones, y acciones deben estar impregnadas de la fuerza suprema del amor, único camino para contrarrestar el odio y que nos conducirá al reencuentro y la reconciliación del pueblo venezolano.
Segundo: exhortar a nuestros vecinos, amigos, compañeros de trabajo, de estudio, y a todos(as) con los cuales nos podamos relacionar, independientemente de su afinidad política a realizar encuentros de estudio y trabajo que permitan analizar y fijar una posición con respecto al llamado de la Constituyente, los resultados del debate deben ser publicados a través de las diferentes redes sociales a fin de crear una matriz de opinión nacional sobre dicho tema.
Tercero: promover el llamado a elecciones regionales y municipales por cuanto representan el único proceso electoral que constitucionalmente se puede realizar este año en nuestro país.
Tal como lo planteamos en el punto primero, todas estas acciones deben ser guiadas por la práctica de la noviolencia.
NOTAS:
(1) Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(2) Chávez, Hugo. Un Salto Adelante. Caracas. Venezuela, 2004, p. 12.
(3) Chávez, Hugo. Un Salto Adelante. Caracas. Venezuela, 2004, p. 11.
(4) Chávez, Hugo. Un Salto Adelante. Caracas. Venezuela, 2004, p. 11,12.
(5) Chávez, Hugo. Poder Popular: Alma de la Democracia Revolucionaria. Caracas. Venezuela, 2007, p. 18,19.
(6) Eclesiastés. 3:1
(7) Tolle, Eckhart. Una nueva tierra. Versión digital. Lectores en movimiento, p. 81