Todavía no logro entender las razones por las que, si la soberanía reside en los habitantes de una nación, en el pueblo llano (por decirlo de una manera), por qué algunos y algunas individuas, rechazan la realización de la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Nicolás Maduro. ¿Por qué esa negativa? ¿Qué hay detrás de todo eso y por qué gente que se ha vendido siempre como de izquierda y creído en una revolución, ahora surge con formalismos destinados a negar una realidad como es la voz del pueblo?
Al guiarnos por los titulares de las informaciones y artículos de opinión encontramos que, por lo general, hay una negación presente en los derechos del pueblo, porque la población tiene derecho a oírse; los habitantes de un país no pueden estar limitados a votar cada cuatro, cinco o seis años por versiones que le digan:
-“¡Yo te represento vale, vota por mi!”
Resulta que ahora –menos mal que es así, por lo menos para saber de quienes son las voces- unas cuantas y cuantos, no están de acuerdo con la Asamblea Nacional Constituyente, es decir, para esas y esos, la voz de los de abajo, la voz de los pendejos de los cuales habló Arturo Uslar Pietri, esa mayoría que estuvo padeciendo en silencio no vale un céntimo y hasta no existe para algunos que suelen decirse revolucionarios, bolivarianos y hasta chavistas.
En realidad, en una oportunidad estuve pensando que todo eso que uno ha estado viendo por años y meses, hasta llegar a este 2017, parecía formar parte de un sueño y resulta que no es así.
Es más, hasta agresivos e irrespetuosos de la persona humana se han vuelto algunos, que parecieran no resistir la tentación de ir en contra de la revolución bolivariana, que suelen disfrazarla de un simple Maduro, al que parecieran querer volar de la silla de Miraflores a donde lo colocó los que hoy día masivamente, mayoritariamente, se inclinan por la paz y por la participación en la Asamblea Nacional Constituyente.
No hay “tutía”, como se dice en la calle y menos con esa victoria aplastante de Venezuela en la ONU, para presidir la interesantísima comisión que tiene que ver con la descolonización y mucho menos con el descalabro de Julio Borges en Europa.
¿Estarán unos relacionados con los otros? ¿Qué hay detrás de todas esas actitudes y críticas de quienes dicen ser revolucionarios?
¡En realidad, no sé qué pensar! ¡ Ni sé si por esos lados vuelan los dólares, las rabias, las críticas, los odios oligarcas, los ignorados en cargos, los que quieren estar arriba siendo de abajo, los que se creen dioses después de haber hecho postgrado, o no se qué!
¡¡¡¡¡¡Algo de eso debe ocurrir!!!!!!
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión) Pedro Estacio estacio_conac@yahoo.com