Los demócratas de la vieja y la nueva República, es decir tanto de la IV como de la V República, específicamente los opositores a la revolución chavistas y bolivariana en verdad han renegado de la democracia, ya no creen en votos, ni en comicios electorales, ni siquiera en símbolos patrios, ni en el estado, su institucionalidad pública, cuando las condiciones políticas no les son favorables, toman sus cálculos, no juegan a la democracia, apuestan al fascismo y el terrorismo.
Ellos, la oposición democrática que se ufanan ante el mundo como "demócratas", ahora no quieren participar en la constituyente, antes renegaban de la Constitución de 1999, ahora se creen sus defensores, sus guardianes, pero en verdad, son hipócritas, ni la respetan vienen de nuevo con el invento de un Plebiscito, figura que ni existe en la Constitución, creen que el pueblo es ignorante, que no conoce sus derechos constitucionales, pretendiendo de ellos, manipularlos y ganarse el apoyo popular, esa es la manera como ganan elecciones, mintiendo al pueblo luciéndose de demócratas cuando son traidores al pueblo, traidores a la Patria.
Precisamente, queriendo ir más allá de la democracia representativa y liberal, creen que pueden contrabandear un Plebiscito popular, un acto inconsulto con el órgano comicial electoral, invocan una "legalidad ficticia", creen que pueden introducir el contrabando ideológico, de un proceso que no tienen aval público de las autoridades electorales, desconociendo el Poder Electoral, la constitucionalidad, convocando para el 16 de julio un acto espurio, cuando las mayorías no les siguen, la democracia les sabe a hiel, de allí sus arrebatos y zapateos contra el país.
De espalda a la Constitución de 1999, a la democracia participativa y protagónica, pretenden volver a "la democracia enmohecida del capitalismo burocrático", la democracia de elite, de las minorías desvinculadas del espíritu popular, de sus intereses, y de "la voz del pueblo", esa democracia ritualista propia del capitalismo, que solo sirven a los intereses empresariales, quienes confiscaron los derechos más sagrados del pueblo, la educación, la salud, la vivienda, los servicios públicos, al trabajo y en general, la vida digna.
Ahora con "el plebiscito", pretenden hacernos creer que ellos si escuchan lo que antes no oían, la voz del pueblo, ahora vienen conque la voz del pueblo es "la voz de Dios", que la democracia corrupta del pasado el pueblo se olvidó, que las cúpulas son los chavistas del poder, que ellos quieren "elevar la democracia a una nueva dimensión", quieren ser más chavistas que Chávez, proponen más participación, más democracia, un plebiscito, eso si sin la participación del poder electoral, sin la participación del pueblo en general al que no reconocen, un ladrillazo del andamiaje opositor a la Constitución.
Una cosa es un plebiscito, y otra referendo consultivo, la pregunta es porque si existe el referendo consultivo embargos ellos, los opositores no lo llaman como tal, sino Plebiscito, existiendo la figura legal y constitucional, ah es que no quieren vérsela con la Ley, con la Constitución, apegarse a la misma, a los procedimientos que exige las leyes electorales, entonces para hacer expedito el proceso, quieren que no hallan "Alcabalas", (Consejo Nacional Electoral), distraer a su población electoral, hacerles creer que existe vías políticas pero que el gobierno y los poderes públicos les niegan la participación, una cortina de humo.
De manera que una analogía no puede ser ley, un plebiscito es un plebiscito y un referendo consultivo es referendo consultivo. A ellos las leyes les estorban, la soberanía popular les tiene sin cuidados, para ellos lo importante ahora es ver como zapatean las calles, antes no lo hacían, ahora es importante hablar con el pueblo, escuchar la voz de Dios, antes les producía nauseas, ahora son tomados en cuenta, antes los invisibilizaban "los cagatintas de la democracia burguesa", los medios privados, simplemente era cuestión de cálculo económico y político.
Ante su aislamiento político, los opositores para no quedarse atrás, harán su propia constituyente, un plebiscito irrito constitucionalmente hablando, sin reconocimiento público, lo que ellos llaman la Alcabalas, enloquecidos como están, sin eco popular, apelando al violentamiento constitucional, al orden legal, al plebiscito, a la posibilidad de estafar políticamente de nuevo a millones de personas ante el temor de la Constituyente del 30 de julio. Quieren movilizar, hacer muestra de fuerza, quieren ejercer músculos políticos para aplastar el marco constitucional, sin embargo el pueblo los derrotara en la Constituyente, pese a que los Estados Unidos muestran musculo militar en la frontera con Colombia como amenaza al proceso soberano de los venezolanos.