El arado y el mar

La soberanía y la paz: dos engaños de la misma constituyente

La constituyente de maduro es un saco de mentiras, quién lo puede negar. Los fraudes están a la carta, dependen de la creatividad maligna de los principales; los subordinados no inventan, se pliegan a la fechoría de los jefes, la masa cautiva aplaude cualquier barbaridad.

Las promesas baten el récord para este tipo de evento: unos dicen que profundizarán el Socialismo, otros que blindarán la propiedad privada de los capitalistas; unos prometen represión, otros libertad; los disidentes serán declarados enemigos de la Patria, las trasnacionales tendrán aduana libre. Las promesas económicas se estiran desde los clap hasta los beneficios del carnet. La verdad emergerá sola, si es que el esperpento se concreta.

De todas esas mentiras, además de la estafa de prometer paz dentro del capitalismo, origen de toda la violencia social, hay una mentira sumamente peligrosa: la que usa el chantaje patriótico para llamar a votar por la constituyente. Sentencian que ir a votar, es defender la patria del ataque del "camarada trump", el que no vote es traidor.

Dicen, la soberanía está en peligro, hay amenaza de invasión de los gringos. Si esto fuera así, deberíamos pensar por qué los gringos nos querrían invadir, y segundo, ¿nos está defendiendo la costra gobernante? Los intereses económicos de los gringos están protegidos por este gobierno, se eleva la participación de las trasnacionales, en el petróleo y en los minerales, la intención es a entregar cada vez más.

Entonces, ¿por qué nos invadirían? Se trata sin duda de una puja entre fracciones capitalistas. ¿Cuál es el sentido de las sanciones de hoy? Las amenazas, las sanciones a funcionarios con visa y bienes en gringolandia, buscan arrodillar más al gobierno, que se entregue más, que se humille más: debe adoptar el sistema que es funcional con el resto del continente y del capitalismo; debe abandonar el populismo, y sobre todo debe cumplir con el precepto de la alternabilidad, hacer elecciones, aceptar ser minoría. El gobierno envía claros mensajes de decadencia: el chantaje burdo a los empleados públicos, las amenazas si no votan, el chantaje con el carnet, el apelar al nacionalismo base del fascismo, indican un gobierno en decadencia. Las encuestas son irrefutables, el gobierno no tiene fuerza para nada, los capitalistas necesitan cambiarlo por otros operadores frescos, así funciona el sistema. Es hora de la alternabilidad.

La conclusión es clara, el gobierno, al apartarse del legado de Chávez, del Socialismo, perdió el alma, ahora no le sirve ni a los gringos ni a nadie, él mismo es su peor enemigo.

Usar la improbable invasión, la lucha hipócrita contra una injerencia que ya en lo económico es permitida para apalancar la constituyente, es criminal, es crear las condiciones psíquicas para el fascismo. El nacionalismo fanático, la defensa de la Patria de manera difusa, es preludio del fascismo. Confundir los intereses de mendoza, de pérez abad, de schemel el del hinterlaces, de cisneros, de los millonarios de la corrupción con los intereses de los obreros, los campesinos, los pobres, meterlos a todos en la defensa de una Patria mezquina requiere del fanatismo que sustenta al capitalismo.

El amor a la Patria sólo es posible si se ama, con el corazón abierto, a toda la Humanidad. Recordemos al Apóstol: "Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar". Recordemos a Chávez: "Sólo con Socialismo habrá Patria."



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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