La desfachatez de los traidores ha cruzado cualquier raya, superado cualquier rasgo de mesura. Ahora convocan a una constituyente en contra de la constitución de Chávez… y lo hacen ¡¡¡en nombre de Chávez!!! Le dicen a la masa que vaya a votar por Chávez. Difícil encontrar en la historia de la infamia un hecho más repugnante. Pero debemos taparnos la nariz y analizar, aprehender, transmitir esta circunstancia al futuro. Recordemos a Marx y a Fidel: la historia nos juzgará a todos, tratemos de salvar nuestras almas.
Después del asesinato de Chávez el comportamiento de sus asistentes, sus allegados, nos demuestra que el Comandante era un solitario, él era socialista en lucha feroz contra las oligarquías, contra los dogmas, como diría el Che, pero también en lucha contra su entorno saboteador de toda iniciativa socialista. Cuando el Comandante nos dejó sus instrucciones finales, antes de partir para La Habana, alertó sobre el reformismo. ¿A quién se refería? Hoy no existen dudas, estaba preocupado por la conducta futura de aquel entorno que conocía muy bien.
La historia de la humanidad es extraña, lo sucedido con Chávez se repite con los grandes hombres: las enseñanzas de Cristo fueron adaptadas por sus enemigos, por las oligarquías; su prestigio fue aprovechado por sus contrarios, los mercaderes.
Sólo pensar ¿qué tiene que ver el vaticano, con las sandalias del pescador de Galilea? Dispensa más argumentos. Bolívar fue llevado al Panteón por los mismos que destruyeron sus sueños, la Gran Colombia, y cada uno de esos fragmentos se dice bolivariano, y hoy pelean entre sí en nombre del Libertador. Nada tiene que ver stalin con el sueño de Lenin.
Pero ¿cómo llegamos a esto, cómo el Chavismo se convirtió en su contrario?, ¿cómo hoy se convoca a una constituyente para legalizar el capitalismo, y cómo esa meta se publicita, con descaro, en cuñas de televisión?, y ¿cómo, por qué, los enterradores de Chávez son los mismos de su entorno más íntimo?
La falla siempre es primero ideológica. Después de la pérdida de la teoría revolucionaria se pierde la capacidad de la práctica revolucionaria. Esta enseñanza de Lenin la supo Chávez, de allí su preocupación por el estudio, fue un gran Maestro sin alumnos, fue un Robinson, un solitario en medio de los suyos.
La falla ideológica, el extravío teórico, no permite la formación de una vanguardia, no permite proletarizar, como diría el Che, a la vanguardia y a la sociedad. Esta revolución, como lo demuestra el día de hoy domingo, no tenía más vanguardia que el Comandante, Chávez no pudo, no tuvo tiempo, no tuvo material humano para formar una sólida vanguardia. El pasado no le aportó hombres que apuntalaran su acción, las derrotas históricas no preservaron ni a hombres ni a teorías.
Hoy la tarea principal de los revolucionarios es recomponer la teoría, difundirla, enriquecerla, es necesario un núcleo duro ideológico, que permita la formación de un núcleo duro de vanguardia. Las dos tareas no se excluyen, son simultáneas. El pensamiento de Chávez debe ser el centro de nuestra teoría, es necesario preservarlo, defenderlo de los intentos deformadores. En las fallas de hoy debemos aprender, convertir las derrotas en triunfos.
