No debe alucinarnos ni los 7 millones de votos de la consulta opositora ni los 8 millones y pico de la elección de la ANC. El número de votos lo usan para encubrir la falta de identidad de quienes votan por las opciones que ambos bandos les presentan.
La MUD sabe que no es la dueña de todas esas voluntades que suelen acompañarlos en sus estrategias para hacerse con el poder y con todos los beneficios que podrían administrar en su provecho. La masa vota contra la gestión que no resuelve los problemas.
El Gobierno sabe que esos números nada tienen que ver con aprobación a su gestión y que se deben a la propia violencia que propicia y usufructúa la MUD para caotizar.
Son consultas que nada tienen que ver con la solución de nuestros problemas ya que se trata de estrategias de guerra no convencional entre el Gobierno y la MUD. "Pido, pues, que se pase de la dinámica de acumular fuerzas a la de hacer esfuerzos decididos de negociación", declara Zapatero en
Opina Zapatero que es necesario negociar y acordar acerca de ciertos temas centrales que él ha identificado; en sus propias palabras: "(…) la fijación de un cronograma electoral con fechas precisas para elecciones a las alcaldías y presidenciales; avanzar de manera urgente en la Comisión de la Verdad para tomar medidas amplias e inmediatas sobre liberaciones de presos; acordar de manera asimismo urgente el procedimiento para poner fin al desacato de la Asamblea Nacional; fijar nuevas reglas y garantías para que la Asamblea Constituyente se comprometa de forma inequívoca con el respeto a los principios de la República, a los poderes constitucionales y al sufragio universal como fuente exclusiva de legitimación del poder; y asumir el compromiso de compartir la aprobación inmediata de medidas económicas y sociales, apelando también para ello a la colaboración externa".
No es impensable ese acuerdo entre el Gobierno y la MUD, aun con ANC.
