Suena a título de novela de Corín Tellado, pero en realidad me recuerda mucho una película que me gusta "Kate and Leopold", donde él, hombre de otro siglo, llegado al siglo XXI por vía de un hueco en el tiempo, precisamente en el puente de Brooklyn, se niega a defraudar a la gente diciendo (en una escena publicitaria) que una mantequilla es deliciosa cuando en realidad sabe a demonios.
En cambio aquí, en nuestra historia real, creo que nuestro Leopold defraudó a muchos que esperaban un acto de buena voluntad, al serle otorgado casa por cárcel hace unas semanas.
Me refiero a esos muchos, víctimas de las güarimbas del 2014, menos violentas que éstas del 2017 pero seguramente no por eso menos condenables, sobre todo, y más que nadie, por los familiares de los 43 muertos y los más de 800 heridos.
Pero también condenable por muchos, por chavistas y no chavistas, por personas de bien.
Porque entiendo que se hizo una concesión buscando la paz. Porque lo único que se les pidió a Lilian y Leopold, según Jorge Rodríguez, fue un llamado a la paz. En un momento crítico del país cuando los dirigentes de la oposición, muy especialmente los de su partido Voluntad Popular, se volvieron locos, desquiciados. Acompañados por sus jóvenes y desentonados colegas de Primero Justicia, que ciertamente recuerdan a los miembros de la conocida secta de los años 70 llamada Tradición Familia y Propiedad. En algún momento los vi en las esquinas de la Urbanización La Trinidad, vestidos de pantalones beige oscuro y chaqueta blue, con pelo engomado y buena presencia, repartiendo folletos. En el 2013 hubo un artículo extenso sobre esta secta donde se presumía que Henrique Capriles y Leopoldo habían sido miembros www.aporrea.org/ideologia/a162135.html
Pero volviendo al tema que nos ocupa. Me puse en el lugar de Lilian el día que llevaron a su esposo a la casa. Y confieso que me alegré por ella, por su familia. Si bien es una persona que no me gusta, que ya no soporto ver ni en entrevistas televisas, por vía de una somatización que deriva en náuseas y vértigos, al evidenciar su actitud hipócrita de niña modocita, virgen inmaculada y adolorada, y que se hace llamar defensora de los derechos humanos llevando a niños a las manifestaciones violentas que convoca su partido.
Pero sí, me alegré por esa decisión favorecida por la Comisión de la Verdad y la Justicia. Me alegré por el país pues pensé, ingenuamente como muchos otros, que este acto de buena voluntad representaría algo así como una válvula de escape para disminuir la aguda tensión que lleva hasta ahora, a más de 100 muertos.
Y me extrañó ver todo el esfuerzo que hacía Mario Silva en su programa La Hojilla de ese día, tratando de explicar a los chavistas radicales, a los del chavismo "duro" (¿?) las nobles y necesarias razones que imperaron para que se tomara esa decisión. Que aparentemente veían como un gran gesto de debilidad por parte del Gobierno Bolivariano.
¿Qué pensaría Lilian? ¿Que podía hacer unas vacaciones "normales" en Miami, con sus niños y su suegra, con la elegante excusa de unos cursos extracurriculares de sus pequeños hijos? Dejando el país que se incendiaria luego de su llamado al paro, aupando a su partido.
¿Porque no entró un poco de raciocinio en la cabeza de esa familia, en Leopold, hombre estudiado en Harvard? Un poco de humanidad en su misma esposa que debía aprovechar cada momento de su día mimando y consintiendo a su pareja, reflexionando y meditando sobre sus vidas, la de sus hijos, analizando todo el daño que le hacen al país con su buscado protagonismo.
El ansia de poder. Creo que debe ser la respuesta. La vanidad. Convertirse en un personaje famoso por ser víctima de una supuesta dictadura que hace que el Gobierno de Trump se comunique telefónicamente con Leopold. Que el ex Presidente Zapatero, ahora muy insultado, pero a quién debemos siempre agradecer sus esfuerzos por el diálogo, viaje desde España para desayunar con ellos. ¿Que el Presidente Donald Trump, ni más ni menos, reciba en su despacho a Lilian? Eso debe haber sido muy emocionante para ella, aunque no sabemos que pasó ahí pues su cara era un poema.
¿Que otros presidentes de países, ahora enemigos de Venezuela, los busquen, los elogien, y los usen para hablar pestes de nuestro país? Eso debe haber sido gratificante para ellos.
Y…¿uno de los mejores amigos de Leopold? ¿El expresidente Uribe? Quién seguramente lo aúpa a ser próximo Presidente de Venezuela. Dime con quién andas y te diré quién eres.
Y en cambio yo, y muchos otros como yo, que nos llaman ingenuos o pendejos, que creemos en la unión familiar y priorizamos los esfuerzos por mantener la armonía en nuestro entorno, nos imaginábamos que la respuesta de Lilian y Leopold iba a ser diferente. Esperábamos en verdad una respuesta de agradecimiento.
Y no darle una patada a la buena voluntad de las víctimas que permitieron ese retorno a su casa. Víctimas que a pesar de su dolor, a pesar de sus pérdidas, pensaron en Venezuela, en la Patria. Creo que hasta pensaron en ustedes, pareja joven, en sus hijos.
¡Qué lástima Lilian y Leopold! En verdad lo lamento. Y me parece además muy adecuado que el Estado Venezolano haga justicia y se respete a los venezolanos muertos y a otros maltratados por los irresponsables llamados a las güarimbas, que no son otra cosa que puro terrorismo.
¡Bienvenida la Asamblea Nacional Constituyente! ¡Bienvenida la Comisión para la Verdad y la Justicia¡ ¡Felicitaciones a todos los chavistas y a los hombres y mujeres de buena voluntad!