"Juntos por la paz: Respeto,
seguridad y dignidad para todos"
Campaña por la paz
Un buen amigo, llanero por donde se le mire; se vino de las sabanas del estado Apure, desde hace muchos años, pero mantiene sus raíces intactas; el único cambio experimentado últimamente, es la manera de pensar políticamente, toda su vida, había militado en AD, pero últimamente empezó "abrir" los ojos, por una razón muy fuerte, explosiva, y traumática, difícil de borrar mientras viva: las guarimbas le arrebataron un hermano en Caracas, cuando se dirigía al trabajo en una motocicleta, y hasta los momentos nadie responde por la muerte de una persona dedicada a formar una familia, en medio de las grandes dificultades de la capital.
Tres días, después de la elección de la constituyente, me lo conseguí en una avenida de Acarigua, y en su rostro se podía observar cierta satisfacción, recobrando algo de la alegría perdida; la sonrisa contagiosa está nuevamente presente, porque todo no puede ser amargura, a pesar de los golpes contra la concordia, y el tranquilo desenvolvimiento de un país. La conversación la inició, resaltando el anhelo de la inmensa mayoría de los venezolanos: la paz, algo que nuevamente empieza a florecer en todos los rincones, convirtiéndose en el primer logro de un acontecimiento, el cual ha sido atacado, dentro y fuera del país con tanto arrebato, que me atrevo asegurar: ¡Se les acabaron las palabras a los enemigos de este proceso, aunque no se cansan de conspirar!
El compañero algo incrédulo, me decía en medio de una profunda reflexión: "Nunca creí, que el voto, iba a frenar de la noche a la mañana, la violencia por las bandas de guarimberos, y terroristas, incitados y pagados por los cabecillas de las MUD". Así, como el humilde llanero se muestra sorprendido por lo que viene sucediendo en los últimos días; de parte de los propulsores de la situación caótica vivida en la gran Caracas–la parte del estado Miranda–supuestamente gobernada por Henrique Capriles, y en otras regiones del país, donde la oposición salió favorecida en los comicios para alcaldes, y concejales, el resultado los asustó, olvidan el refrán: "El que siembra odio, cosecha tempestades" no pueden creer la avalancha de votos en favor de la paz, y en contra de los violentos e irracionales.
Las expresiones de estos dirigentes, y sus seguidores son muy contradictorias; mientras unos siguen despidiendo odio por los cuatro costados en su frustración, otros casi no levantan el rostro, porque fueron engañados hasta la saciedad por cabecillas irresponsables– incluyendo a los mismos prelados de la CEV– ansiosos de poder, y nunca por el bienestar del pueblo, y la verdadera tranquilidad del país.
¿Cuántos directivos de la máxima representación de la iglesia católica venezolana, respetan la expresión atribuida a Jesús de Nazaret ¡La paz este contigo!? Si los hay, es un secreto bien guardada; últimamente falto poco para verlos agarrar las armas de los guarimberos –dos o tres llegaron al descaro de bendecirlos– para enfrentar al gobierno en su desesperación, quedando al descubierto lo que en verdad representan, cuando se ponen las sotanas–unos disfraces– para lanzar unas prédicas llenas del más profundo odio.
Estamos totalmente convencidos: la paz no depende de las armas, depende de la consciencia de un pueblo, cuando está dispuesto a ser libre, rechazando a los traidores vengan de donde vengan, y así se escondan con cualquier ropaje, porque la verdad siempre sale a flote, por eso la CEV al perder toda credibilidad, ahorra se cobijan en las declaraciones del vaticano, como bien sabemos, está prácticamente putrefacto, y si no es por la llegado de Jorge Mario Bergoglio –el Papa Francisco- nadie se entera de toda la corrupción en nombre del "señor", porque eso el popular "Pancho" se expresó con este pensamiento en defensa de la veracidad de las palabras: "La verdad no se aferra como una cosa, la verdad se encuentra" Quiero escuchar a Urosa Sabino, y sus más cercanos seguidores, defender los principios de la iglesia, como lo hace el padre Numa Molina, para bien del país.
