"Mi paz os dejo", dice el Señor. Y es hacia allá que todos los cristianos y revolucionarios apuntamos en estos últimos días para que nuestra sociedad cada día sea un espacio de tranquilidad que nos permita seguir avanzando con justicia social en la construcción de un modelo inclusivo que nos permita izar las banderas de dignidad, el respeto, la soberanía y la independencia de nuestra patria.
Con tristeza hemos podido ver cómo hermanos de esta patria han volcado todos sus odios, sus egoísmos y mezquindades para las oscuras pretensiones imperiales hegemónicas y han tomado el camino irracional de la violencia y la muerte. Las protestas asesinas, la quema de seres hu7manos y de árboles, de centros asistenciales de salud pública y de centros educativos y preescolares son unas muestras tangibles de la pérdida del control del mecanismo pensante de una dirigencia opositora endemoniada que no acepta el maravilloso regalo Divino de paz a la que somos llamados a convivir.
Ha sido la dirigencia opositora, siguiendo el libreto del imperialismo norteamericano que persigue adueñarse de nuestras riquezas, la que ha cultivado ese odio y esa rabia en nuestros adversarios. Y esto es, a veces, inentendible. Porque ha sido este gobierno revolucionario chavista quien ha brindado todas las formas de inclusión social. Siempre vemos como estos opositores día a día reciben los beneficios de unas políticas que persiguen la felicidad suprema a través de la participación protagónica del pueblo.
Ahora vemos con suprema indignación, después de más de 100 días de terror y más de 100 personas asesinadas por esta oposición proterva, cómo con toda el descar4o del mundo dicen que el camino es electoral. Cómo después que desprestigian al CNE se suman a participar en las venideras elecciones de regionales. Y lo peor y más irracional, cómo esta oposición violenta y terrorista pretenden contarse democráticamente, luego de haber mostrado sus andanzas asesinas.
Llenos de inmoralidad estos opositores se han inscriptos para pedir, sin ninguna vergüenza alguna, el voto a sus decepcionados seguidores que ya no les creen y que han entendido que los caminos políticos en este país lo vamos a hacer las fuerzas revolucionarias, chavistas, de vanguardia, patriotas y progresistas que ahora lidera el hijo de Chávez, Nicolás Maduro, quien ha dado una prueba d estadista de la paz y del amor, valores que nos guiarán a un contundente triunfo nacional con todos los gobernadores de la paz y de la patria.