Sí Lope de Vega viviera ya hubiera escrito una pieza teatral ante los escenarios propuesto por el Presidente norteamericano, Donald Trump, cuando amenazó con acciones militares sobre territorio venezolano, sobre toda la población venezolana, sobre la Revolución Bolivariana y Chavista, sobre el Gobierno Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y, en última instancia, sobre el Presidente constitucional, Nicolás Maduro Moros, así de sencillo.
Sí Arnold J. Toynbee, el historiador, viviera en sus acuciosos y densos escritos sobre Historia, a pesar de su positivismo, procedería a comunicarse con Karl Marx para tratar de razonar, ambos, ideológicamente excluyentes, sobre el significado de esa amenaza de la primera potencia mundial sobre un país que se pudiera considerar, geográficamente, relativamente, de mediana extensión kilométrico-histórica. Claro, como historiadores, siempre tendrían en consideración los procesos históricos de ambas realidades nacionales, la venezolana y la norteamericana. ¿Por qué?
Analicemos ciertos "detalles" históricos buscando algunas respuestas que pudieran hacernos comprender porqué los EEUU de América están tan empeñado en conquistar Venezuela y volverla a convertir en una "semi-colonia" latinoamericana y caribeña. Cuando nos referimos a la "Doctrina Monroe", generalmente, nos quedamos en la superficie y ello es un error no solo metodológico sino doctrinal en cuanto a la Teoría Política y de las Relaciones Internacionales. Profundicemos.
Cuando analizamos, someramente, la Historia de la construcción de los EEUU de América como nación desde aquel impuesto a las importaciones del té procedente de las regiones asiáticas, inmediatamente, no solo nos adentramos al proceso de la Independencia de ese país norteño sino que, en consecuencia, tenemos que transitar hacia su proceso en su construcción como nación y, por lógica, su expansión geográfico-territorial hacia el Poniente norteamericano. Pero, como curiosos, al mejor estilo de Toynbee y Marx, por no mencionar a Collinwood, Carr, Carrera Damas, nos topamos con una objetiva realidad que además de ser lo-geográfico-territorial de extremada importancia también como ese proceso histórico se ve afectado por una realidad sociológica que es consecuencia del mismo proceso histórico que se fuera gestando como colonia británica y francesa, fundamental y a pesar de la presencia hispana-colonial en la península de la Florida, gracias a una economía agraria de ingenios azucareros sureños.
Para expresarlo con datos históricos comprensibles sobre la base de nuestra intención de demostrar el porqué de la "Doctrina Monroe". En una clara objetividad del "dato histórico" nos tropezamos con que los EEUU de América solo y solamente han vivido en la extensión geográfica de lo que actualmente es su territorio como tal, únicamente, reiteramos, tres guerritas del abuelo como diría aquel personaje de un comic hispano durante la dictadura del General Franco Bahamonde. La primera guerrita fue en su propio proceso de Independencia en contra de su colonizador, la Gran Bretaña, con la particularidad que, geográficamente, se circunscribió a espacios muy concretos y con una realidad sociológica e ideológica extremadamente precisa. La segunda guerrita sería contra los habitantes originarios de las extensas realidades geográficas que son, en la actualidad, los EEUU de América. Esta expresión, brutalmente bélica, sin moral ni ética natural, regodeada por Hollywood por aquella década de los años 50 del siglo próximo pasado, dejó varias realidades además de la eliminación sistemática no solamente de hombres, mujeres y niños de esas sociedades originario-americanas, sí se nos permite el vocablo, sino de una sistemática matanza de búfalos con lo cual es así como se conoce el verdadero carácter contra-natura de las mentalidades norteamericanas. La tercera y última de esas guerritas fue lo que se ha denominado, con claridad objetivo-histórica, como la "Guerra Civil" del "Norte contra el Sur", confrontación cual, superficialmente, se la circunscribe como el "Norte industrial" contra el "Sur agrícola".
Es de tal profundidad histórica esta última realidad que la presencia del Presidente Donald Trump en la Casa Blanca, por cierto, presidente inmediatamente posterior al Presidente Barack Husseim Obama, un afro-americano, como les gusta ahora definirse pero que en las realidades de la "América profunda", sencillamente, los denominan y los califican como "negros", ha despertado "los demonios racistas".
Por razones evidentes, la "Guerra del Álamo" la consideramos como una guerra extra-territorial a pesar que se enmarca en la Política de Estado de los Padres Fundadores de conquistas territoriales pero, allá, en México, le salió un charro mejicano que no se llama Peña Nieto.
En esa línea histórica de desarrollo, los EEUU de América como aspirante a convertirse en una potencia mundial en el "concierto de las nacionales", como paso previo a transformarse en el "Paraíso Terrenal, regidor mundial", es decir, en la primera potencia mundial, tal como lo aspiraron los Padres Fundadores, debían, al tiempo que imitar comportamientos, innovar en las políticas expansivas según las realidades temporal-históricas tanto a lo interno nacional como en consonancia con las realidades internacionales.
Es por ello que esa dialéctica en Política Exterior que han practicado los EEUU de América ha sido la de mantenerse "cerrados y ajenos" a las realidades internacionales hasta esperar los precisos momentos para "abrirse y trasladarse" a las realidades y arenas internacionales. Lo inmediato anterior expresado se explica con la compra de Alaska a los rusos, la paulatina presencia en el Asia-Pacífico que los llevó a derrotar a la corona borbónica en las Filipinas y Guam, además de Cuba, los mantuvo ajenos durante los primeros años de la guerra continental europea tanto durante la Primera Guerra Mundial como en la Segunda Guerra Mundial, cuando y a pesar de estar en conocimiento del ataque a la base naval de Pearl Harbour, se mantuvieron esperando a "la acción militar japonesa" para declararle la guerra y, junto al general Douglas McCarthur, el señor del "we will come back", entrar de lleno en las áreas de los mares y territorios asiático-pacifistas del Pacífico.
Mientras todo ello se desarrollaba, Washington y su política nacional-regional-americana que nos calificamos como "semi-colonial" a diferencia de lo conceptual referido a la estricta definición de "colonia", fue consolidando sus presencias, primeramente, en el área del Mar Caribe para lo cual aprobó la implementación de la política contenida en la "Doctrina Monroe", de "América para los americanos", tal como lo expresaran los japoneses cuando declararon que "Asia para los asiáticos".
Lo inmediato anterior demuestra, sin necesidad de esas necesarias demostraciones históricas, como se comportan los EEUU de América como potencia expansiva. Pero, en las actuales realidades, es decir, a partir de la derrota nazi-fascista, en suelo europeo, es decir, bien lejos de las estepas norteamericanas, el comportamiento del Poder estadounidense ha ido en paulatino desarrollo según los claros objetivos imperial-imperialistas pero siempre y en todo momento manteniendo un "férreo control" sobre todo el continente americano, inclusivamente, sobre Canadá.
El transitar por los campos europeos por parte del Poder norteamericano tuvo como primera experiencia su confrontación con la URSS hasta cuando Ronald Reagan, inteligentemente, logra convencer a ese "patriota líder soviético" , con la colaboración de Alemania del Oeste, para que permitiera el derrumbe, destrucción, del "Muro de Berlín" con lo cual, supuestamente, se alcanzaba el objetivo de Estado de controlar la "Europa Central" por parte del Poder en Washington con lo cual se irían ejecutando accionares inducidos hasta lograr la destrucción de Yugoslavia para poder continuar, por ahora, en Ucrania.
Siempre el petróleo y gas. Es decir, controlar las costas yugoslavas sobre el Mar Adriático significó el poder controlar el puerto de Croacia, puerto importante para tanqueros Aframax, tipo-tanquero de fiel tránsito por las aguas del Mar Mediterráneo; como era y es fundamental controlar Ucrania, como es básico buscar controlar la península de Crimea junto con ese "pequeño mar" denominado como el muy importante Mar Negro con todas sus costas de diferentes nacionalidades.
En ese orden de ideas, Donald Trump es el heredero de la decisión de Barack Husseim Obama de la "Orden Ejecutiva" sobre Venezuela, pero también es heredero de esa realidad profunda, inmersa, en el inconsciente colectivo del "blanco puro" de la América profunda, de la práctica racista del KKK, práctica ejecutada no solamente contra los afro-americanos; son blancos resentidos quienes fueran humillados cuando un afro-americano logró convertirse en el Primer Presidente de los EEUU de América "no-blanco", "no-ario", "no-europeo".
¿Será que nos hemos olvidado de la Historia norteamericana?
Se ha mencionado, en tiempos no tan pretéritos, sobre el resurgimiento del pensamiento social-histórico no solo por razones socio-económicas como también por racionamientos antropológico-nacional-norteamericanos, en sectores importantes del país estadounidense, del resurgir de las razones objetivas por realistas que los llevaron a aquella cruenta guerra civil.
Se ha mencionado, según estadísticas, que las incorporaciones al componente militar norteamericano, es decir, sencillamente, incorporaciones al ejército norteamericano, exponen, esas estadísticas, que, esas incorporaciones, no saldrán, principal y fundamentalmente, de la tradicional proveedora de "carne de cañón", pueblos procedentes de la "América profunda", de esa América que es y se comporta como racista, una América totalmente alienada a una ideología histórico-fundacional. Ello significa que las actuales realidades están obligando al Pentágono a que esas incorporaciones tendrán que tener su procedencia y sus orígenes, principalmente, en las zonas urbanas nacionales, fundamentalmente de las ciudades de la costa este de los EEUU de América sustentándose en una sociología de base en los sectores sociales afro-americanos, latinos y blancos en pobreza y extrema-pobreza; es decir, la composición sociológica de los ejércitos norteamericanos cambiará fundamental y profundamente con lo que obligará al sector militar como a la industria militar, inevitablemente, a tener que transformar la actual doctrina militar, sicología incluida, en una doctrina más cercana al "combatiente privado", tipo Blackwater ("Freikorps", ver nota). Esa realidad social en transformación actual norteamericana también ha obligado a la CIA ha tener que reclutar, vía la red social de facebook, a "latinos" y migrantes provenientes de países del Asia, Cercano Oriente y algunas zonas africanas.
Es decir, América del Norte se encuentra en una profunda transformación de sus doctrinas fundamentales no solo en lo financiero y economía como también en lo militar e ideológico. La "Crisis de Wall Street" no fue casual; la decisión de Donald Trump de atacar frontalmente las relaciones bilaterales comerciales con China, no es casualidad; decidir la transformación profunda, por prohibición a su incorporación al estamento militar, en la composición de género actualmente en curso en el seno de las fuerzas armadas norteamericanas, no es casual; la importancia que Washington le está dando a América Latina como a Panamá como se demuestra con la venida del mismísimo Vicepresidente norteamericano, Mike Pence, a "conversar respetuosamente" con sus "aliados pero no socios", en considerando el contenido doctrinal de la "Doctrina Monroe", tampoco, es casualidad. Es por ello que por mucho que se les explique el carácter pacifista de la Revolución Bolivariana es como "…apagar fuego con fuego…".
Washington está en actos que desarrollar una confrontación bélica con y en Venezuela así sea a través de su aliado semi-colonial-Colombia, por aquello de las siete bases controladas, lo que sencillamente significa que es "…echarle candela a la pradera americana…", "quemar el monte" como se dice en buen llanero.
Washington a pesar del contenido en justificación imperial contenido en la "Doctrina Monroe", sí toma la decisión militar contra Venezuela se confrontaría consigo misma por dos razones: la primera, evidentemente, se vería y conocería la interrupción del flujo de petróleo por un espacio de tiempo fundamental en estos precisos momentos cuando se está realizando una profunda reingeniería global de las geopolíticas mundial y, en consecuencia, de los equilibrios de poderes tal como lo expresa la "Doctrina Chávez" de buscar alcanzar un "mundo pluricéntrico y multipolar", lo cual se viene construyendo y consolidando.
Como segunda realidad en tanto y cuanto Washington considera toda la extensión geográfica al sur del río Bravo y al sur de la península de la Florida como "Su Patio Trasero", con acciones militares, directas y/o a través de ejércitos semi-coloniales, estaría introducción una extensa y larga guerra justo en el zaguán de la entrada de su casa territorial lo cual podría, en última instancia, desarrollar fuertes contradicciones internas en la sociedad norteamericana cuando las matrices de opinión sobre la "Revolución Bolivariana" se circunscriben, prácticamente, a la península de la Florida como bien lo demostró el Vicepresidente Mike Pence en su reciente visita a ese estado, estado fundamental por ganador en elecciones presidenciales para los republicanos conservadores; visita que realizara inmediatamente posterior a su visita de pro-Cónsul a sus semi-colonias latinoamericanas y Panamá.
¿Qué tiene que hacer Nicolás Maduro Moros?
SOLAMENTE ECHARLE UN TANQUERO VLCC DE COJONES.
Nota: "…The Vanquished also highlights the regression to barbarism that characterized this era, including the rise of militias (notably the Freikorps and the Hungarian ‘White Guards’) that challenged the state’s ‘monopoly of violence’, the deliberate targeting of civilians as part of a strategy of ethnic cleansing, and also the emergence of ideologies that emphasised the use of violence to purify societies on racial or class grounds…"(https://defenceindepth.co/2017/08/28/more-dsd-summer-reading-2017/?blogsub=subscribed#subscribe-blog)