"No des crédito a unas palabras que oíste,

mientras no estés cierto de que es verdad lo que sabes,

como el que, al nacer un espejismo, derrama el agua que lleva

y halla luego la muerte en el inmenso y estéril desierto".

El collar de la paloma, Capítulo XIX

En esta página de Aporrea, leí una extensa entrevista, con más mentiras, que verdades, realizada por Pável Mudarra, a Freddy Gutiérrez Trejo, un personaje semejante al señor Julio Borges, muy serio, y desmedido a la hora de criticar al asediado proceso venezolano; solamente falta saber, si estudiaron en la misma escuela, por la coincidencia en sus apreciaciones políticas, con tanta vehemencia, que el señor Trejo, se atreve a decir: "Esta tercera ola de protestas será mucho más violenta, esta vez no será de Chacaíto hacia Guarenas. Yo creo que la situación de presión se da muy fuertemente en las zonas del oeste, en los sectores populares, en El Valle, la calle 14, Cajigal, el Loro, el Calvario, Catia, el Estanque, Coche, Cochecito, de manera general".

No sé, si el entrevistado, con su visión al estilo de los leedores de cartas en los programas televisivos mañaneros, está estimulando una nueva oleada de protestas, o simplemente está vaciando su frustración antes el fracaso de las guarimbas, y actos terroristas de los últimos tres meses. La conversación se realizó en medio de la pasividad del momento, después de tres meses de una anarquía desbordada, y a un mes de haberse instalado la Asamblea Constituyente– del cual se espera, más que palabras– para beneplácito de un sector importante de la población, en medio de tanta falsedad, traición, y la nueva camarilla de opositores, quienes se encontraban solapados, y antes una nueva derrota, empiezan a emerger, como analistas políticos, pero, terminan ingresando la larga lista de enemigos del proceso; algunos se apoyan en el pensamiento del Comandante Chávez, para justificar sus ataques, y otros lo usan, como escudo para debilitar las raíces de un movimiento, llevado, como un barco en medio de una tempestad.

La entrevista a mi modo de ver las cosas, es sumamente polémica, atrayendo a los lectores por la forma, como fue realizada, y algo sumamente importante: el título (Una tercera ola de protestas acabará con el madurismo) aparte de ser una motivación para leerla, por los acontecimientos recientes, es a la vez, un estímulo para los guarimberos, y terroristas–los incitadores siguen con el odio encendido – y eso, que el entrevistado, fue formado por los Jesuitas, y tomo la orientación del Concilio Ecuménico Vaticano Segundo, pero parece que no leyó, el principal deseo de su convocante Juan Pablo XXIII: ""Mi alma salta de gozo en la esperanza de un nuevo Pentecostés (...). Que pueda dar a la Iglesia una renovación, que reconstruya los organismos eclesiásticos y darles nuevo vigor para hacer triunfar en el mundo la verdad, la salvación y la paz (...)".

Contrariamente, en medio de las confesiones del entrevistado, encontramos explicaciones del comportamiento de la CEV, cuando cuestionan el proceso venezolano, desde el mismo momento de llegar el Comandante Chávez al poder. Referirse al tema de las protestas de una manera muy simple, sin llegar rechazar los arrebatos de locura (29 quemados, de los cuales fallecieron nueve y el resto padeciendo) es echar en el cesto de la basura el valor del ser humano, despreciando el sentido de convivencia. Es tan exagerada la benevolencia del señor Freddy Gutiérrez, hacia los culpables de la violencia, que termina convirtiéndose en un tenaz defensor de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, la principal incitadora, y protectora de los terroristas.

Todas las preguntas, parecen hechas por un equipo de periodistas al estilo de Patricia Poleo, Jaime Bayle, Leopoldo Castillo (el matacura) y paremos de nombrar. Es una abierta provocación a la paz, en medio de los grandes problemas de nuestro país, golpeando a propios y extraños, el cual se la achacan al Presidente Nicolás Maduro, sin echar una mirada al pasado–AD y COPEI– y menos profundizan en los graves problemas de países dirigidos por Presidentes, el cual se han convertido en una verdadera jauría en contra de Venezuela, cumpliendo los mandatos del imperialismo norteamericano, bajo la dirección del disparatado, y desequilibrado Donald Trump.