Desde la escalinata 14 de El Calvario entre la Plaza O’leary y la bajada de Paguita, por detrás del Palacio de Miraflores, el día primero de Septiembre del presente año, desde la 1pm. al lado de camaradas y compatriotas, se inicia dentro y fuera de mi cuerpo sudado y alborozado -de alegría y orgullo- un remolino desenfrenado de sentires, pensares y decires, frente a la inmanente llegada triunfal del Comandante Presidente-Candidato de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez Frías..de su gira trascendental por Países de Asia, Medio Oriente, Afrika y como es costumbre, por nuestra Amada Cuba con Fidel y su Pueblo glorioso. El escenario que me rodeaba era sencillamente atractivo: tenia frente de mí una gran pantalla donde observaba lo que acontecía en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía “Simón Bolívar”, a mi lado hermanos y hermanas de luchas, a mis espaldas el torrente de pasiones humanas desbordadas –como la mìa- que me bañaba y contagiaba de manera indescriptible y la hacía -en segundos crecer y crecer hasta convertirse en una ola, contenida de una pasión desbordada en una marea roja de amor y de esperanza, que abajo en la avenida se transformaba en torrentes y caudales que raudos corrían, se encrespaban, enroscaban y se adueñaban de todo el espacio humano y natural que a su paso encontraban…allí sentí que la furia del Caroní y del Orinoco, se hizo una se hizo única y se hizo presente.

En ese momento, mi mente siempre inquieta conjugó todos los sinónimos de la palabra pasión, pero ya en tercera persona, estábamos vehemente, acalorados, ardorosos, arrobados, enceguecidos, erotizados, imanados, exaltados, por la llegada del Presidente a su Patria, era posible sentir en el ambiente la elevada felicidad y alegría, que seguramente se desplazaban escurridizas por nuestro cuerpo transformadas en secreciones de oxitocina, de endorfinas y adrenalina, que llegó a su climax y se hizo plural cuando pasó el Comandante frente a nosotros@ y él con ese gesto tan suyo y tan peculiar que ya el Pueblo conoce, derramó hacia el colectivo de El Calvario sus amores, saludos y abrazos, en ese instante lo sentí como nuestro Padre protector, como el compañero amantísimo, como el hijo adorado, como el hermano inolvidable, como el amigo del alma, como el hombre de virtudes y cualidades excepcionales. Experimenté la sensación que en el Calvario se sembró para siempre y de manera universal la esperanza Chávez y la esperanza de la gente, ambas fundidas y atadas como Prometeo a la roca…Esa esperanza convertida ya en un remolino de amor, arrancó y combinó todos los colores del arco iris, alzó el vuelo de los volantines y de las palomas, entonó los trinos de los pajaritos, dio los vuelcos de la mariposilla amarilla montañes, perfumó de jazmines y azahares el ambiente. Esa esperanza es la que ya conocemos hace mucho tiempo y es la misma que hoy se detuvo en la sonrisa de los niños, en la tristeza de nuestros ancianitos y ancianitas, en el porvenir de la mujer preñada, en las ilusiones de la juventud, en las alegrías de los y las adolescentes, en las luchas de nuestros indígenas, en el duro trabajo de los@ mineros, en el proletarido, en los obreros con sus luchas, deseos y contradicciones.

Vi a un Presidente tratando de generar condiciones de respeto, para un sector de la clase media, que escondiendo su dolor, pugna por deslastrase, del oprobio del “Carmonazo junto a su jefe Perez Recao” de la traición de militares desleales a su juramento y al honor contenido en el código de ética militar, del golpe petrolero, del paro de la educación, del cierre de los hospitales, del cierre y monopolio de alimentos de primera necesidad, del cierre de los bancos, del golpe mediático de los grandes medios privados de comunicación social, de las mentiras y traiciones de SUMATE, de la posición detentada de un sector de la jerarquía Eclesiástica que depositó la verdad del evangelio en los servicios recibidos por la clase poderosa que en la verdad contenida en la respuesta que dieron las grandes masas populares el 13 de Abril del 2003, de la mediocridad de los partidos políticos de la oposición que violaron todos los escenarios y oportunidades de diálogo, negociaciones y conversatorios públicos, que el Presidente y su gabinete generaron para el debate y la consulta de manera amplia, democrática y participativa, de una clase media adolorida y repudiando el asesinato del Fiscal de la dignidad Danilo Anderson, de la tragedia en Puente Yaguno, de la tragedia en Altamira, de los paramilitares que tenían como misión perpretar el asesinato del Presidente Chávez, de las alianzas indignas de una clase golpista con los mas obscuros intereses del Imperio Norteamericano, vinculado, entre otros planes al Plan Colombia y ahorita al Plan Alcatraz…. En fin de las guarimbas…y de los guarimberos. Pero también vi a un Presidente continuar su lucha y erguirse de amor ante los mas desvalidos, los desamparados, los enfermos incurables, los sin techo, los desplazados, los inmigrantes…vi entregándole su amor a una anciana inválida y pedirle la bendición con un gesto de sencillez y respeto… me llegó su fuerza, cuando eleva su voz como un trueno, cuando trata de defender el Proyecto de Nación y el Poder Popular de aquélla clase oligarquicamente poderosa, poseída por pensamientos tiznados de privilegios y prebendas sociales, con manejo del poder económico, político y hasta militar, pero igual aquilaté su posición firme, contundente y condenatoria frente a aquéllos Servidores Públicos, practicantes de actos de corrupción ética, moral y administrativa, igualmente con aquéllos que no han podido estar a la altura de las expectativas populares, de los planes de la Nación y de la gestión presidencial. Se me presentó un Presidente que continuaría en la construcción de la República Bolivariana- Socialista, con sus luchas internas, su tristeza, con sus contradicciones, dudas y temores, con sus miedos y fortalezas, pero junto y al lado de su Pueblo, lo que lo engrandece y fortalece para continuar cultivando, para siempre, hasta que nuestros Dioses así lo quieran, el semillero “chavista” que logrará la transformación hacia el Estado social y de justicia, donde la impunidad en todos sus aspectos, tendría una batalla sin cuartel e impactaría junto al Poder Popular organizado, en los vicios de los Partidos, especialmente contra aquéllos que atentan con la integración, unidad y anfictionía Bolivariana.

Los gritos, algarabías, abrazos, risas, lágrimas, bailes, pitas, brincos, música y todo tipo de imágenes folklóricas, criollas y populares, que han venido conformando una cultura del chavismo, me abstraen de mis pensamientos, y concluyo que Chávez se nos quedó nuevamente alojado en el sistema límbico, responsable de producir y direccionar en el cerebro nuestras emociones y sentimientos…y reproducirlas en nuestros corazones…Pero también se insertó en nuestras conciencias, para nunca más salir…Son demasiados aprendizajes juntos, dolores, alegrías, decepciones, reflexiones, éxitos, fracasos y decisiones que por primera vez un Presidente Venezolano sufre, padece, comparte, consulta y decide con su Pueblo. Las Misiones sociales, que han impactado en las metas del milenio en materia de equidad, justicia e inclusión social, los planes de desarrollo para construir la economía social y socialista, el desarrollo endógeno, las grandes obras de infraestructura de transporte y comunicación, la internacionalización de la solidaridad, la paz, la justicia social, la cooperación, la complementariedad y la confraternidad entre los Pueblos, por encima de las diferencias, su gran gesta internacional y diplomática, son entre otras algunas de las razones por las cuales el Comandante Chávez no se va. Chávez regresó en nuestro Pueblo la virtud de ser Ciudadanos y Ciudadanas, con igualdad de condiciones y de oportunidades, nos deslastró del sentimiento de dependencia, de enajenación, de pobreza cultural y espiritual, nos acercó a un nuevo concepto de vivir en dignidad, con respeto, plenos de soberanía y derechos humanos, nos regresó nuestro gentilicio y con él nuestra voz y capacidad de auto determinación, nos hizo sentirnos orgullosos de nuestros indígenas, de los negros, de los zambos, de los mulatos, de personas de todos los colores del arco iris… nos hizo volver a nuestra verdadera historia con nuestros Héroes Bolivarianos, nos hizo desarrollar un verdadero sentimiento identitario con nuestro Pasado de luchas, de combates y de sentires, nos hizo apropiarnos de otros dolores mundiales padecido por otros Pueblos, por otros Hermanos y Hermanas. Este sentimiento convertido en Verdad Universal en nuestro Pueblo no tiene marcha atrás, y pasará de generación en generación, de familia en familia, de comunidad en comunidad, de cultura en cultura por los siglos de los siglos…amén.

El regreso o la vuelta a la Patria, la llegada a su hogar, con su Pueblo, con su familia, con sus camaradas, compatriotas, amigos y amigas, con sus logros con su temple y con su genio, con sus defectos, con sus manías, pero con su amor y ternura indescriptible con su cara ancha y transparente, con su compromiso y entrega irreductible a su Pueblo y a su Patria, con su andar fuerte y vigoroso, con su sonrisa aun inocente, con su verbo fuerte y candente como una espada, con su pensamiento socialista, profundamente bolivariano, con sus virtudes vestidas de sencillez, con su visión libertaria y humanista, con su genio de estadista nacional y estratega internacional, con su humildad con olor a cafecito recién colado, a guayabita de monte, salpicada de peonías y de taparos, con su trato afable y crítico, que maneja con argucias tanto la filosofía del Principito como la del Príncipe, que se acoge, con la misma fuerza y autenticidad, tanto a las máximas de Tsun- Zu, de Mao, de Ho-Chi Min, de Lenin, de Marx… como a las opiniones expresadas por nuestros campesinos, maestros rurales, artistas populares, o por nuestros soldados de base, que maneja el ajedrez de la geopolítica internacional con la grandeza universal de los grandes hombres de la historia, al servicio de los Pueblos oprimidos y pobres, que sabe muy bien a donde quiere llegar y con quién quiere llegar, que ha determinado muy claro donde están los causante mundiales de la pobreza, de la injusticia, de las guerras y de la depauperación humana y ambiental, a este Chávez su Pueblo y yo no lo olvidaremos jamás. Como jamás permitiremos que en su “Sillita de Miraflores” se siente en las próximas lunas y soles otro que no sea el Comandante Chávez, el Comandante del Pueblo…mande Usted Comandante¡¡¡¡¡¡ Cristo está en Usted y está con nuestro Pueblo.

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