Proverbios 14: 6-8 (RVC) 6 El burlón busca la sabiduría y no da con ella; el hombre entendido la encuentra fácilmente, 7 No te juntes con gente necia, porque nada aprende de lo que te digan. 8 El que es sabio y astuto sabe por dónde va; a los necios los engaña su propia necedad. Fin de la cita.
He escrito poco en los últimos meses, he tenido poco apremio en hacerlo en este portal de www.aporrea.org donde opinan también excelentes pensadores que no callan los errores económicos que comete el gobierno bolivariano, aunque muchos se expongan al insulto, al acoso judicial, y policial.
La difícil situación económica actual, junto a las pretensiones de imponer a lo mero macho reformas constitucionales que atentan contra la democracia, y a la esperanza del pueblo venezolano de marchar hacia el progreso, y libertad, me obliga a manifestarme y confrontar las continuas necedades de un escribano de este portal en contra de mi persona, y de mis humildes opiniones, sobre la realidad económica que vivimos, a sabiendas que en materia económica lo peor está por venir. Mis opiniones siempre han estado basadas en que el gobierno replantee sus proyectos utópicos, y controle la corrupción desbordada. Y junto a los otros poderes del estado se consolide una estabilidad jurídica, y política para que lleguen las inversiones que generen empleos y progreso.
En cambio, la actitud del Gobierno, y del sequito de aduladores ideológicos ad honorem ha sido la de negar la crisis económica que padece la república, donde se continua con el dispendio, bajo ocultas condiciones inconsultas que causan más incertidumbre en la alicaída economía. Muchos son los que han elevados sus voces de protesta para que se termine con esta obcecada irracionalidad generadora de: inflación, colas, escasez, especulación, inseguridad, mala calidad de vida etc. Es hora de apartar a un lado los caducos dogmáticos de la izquierda estalinista.
Venezuela ha entrado en una zona de alto riesgo donde está en juego su existencia como país democrático donde la mayoría de sus pobladores no lo desean. Debemos enfrentar esta situación con una unidad entre todos los que creemos en una verdadera democracia donde se respete la Constitución, los derechos humanos, y las libertades individuales, y económicas, basadas en la fundamental separación de poderes para controlar los abusos de poder, y la corrupción.
Muchos ciudadanos ven como el Presidente sigue utilizando argumentos errados para confrontar la realidad, utilizando escatológicos insultos, muchos se han manifestado ante esta situación demandando rectificaciones. El objetivo de las múltiples opiniones siempre ha sido claro y respetuoso. Sin buscar un cambio extemporáneo de gobierno el cual debe ir a consulta popular en el 2018, ya que esto es ¡constitucional! Nicolás Maduro tiene que terminar el período para el que fue elegido, y gobernar hasta que llegue la nueva consulta popular.
Solamente el, y su equipo de gobierno son los que deben afrontar esta grave crisis económica corrigiendo el perverso burocratismo, corrigiendo el cáncer del ausentismo laboral que causan las colas debido a la escasez e inflación atroz, y descartando de raíz las ilusiones utópicas que su gobierno ha implantado, y que han paralizado el desarrollo nacional.
Hay que detener el perverso despilfarro, y la irresponsable improvisación por instaurar el fracasado socialismo real del siglo XX, en contra de la realidad económica mundial.
Hay que neutralizar los diarios aumentos de precios de los productos; ya que es él presidente quien sale afectado en su gestión, y sufre las consecuencias políticas de esta endemia en el gobierno, y realizar los cambios que tengan que hacerse para recuperar la economía con racionalidad. Eso es lo que siempre exijo alejado de la miserable adulación rastrera y babosa.
Nunca he confundido la lisonjería con la lealtad, nunca he mostrado talante de incorruptible. Antes de halagar lo que siempre he hecho es emitir una opinión. Me considero un hombre de principios como el presidente. Por eso pienso que hay que tomar medidas eficaces para enderezar la economía sin burocratismo.
No soy un correveidile que se encarga de injuriar a los adversarios del gobierno intoxicando y difundiendo opiniones falsas de que todo marcha viento en popa.
Cuando un gobernante se rodea de aduladores, y no tiene quien le diga la verdad o le señale los errores, estará destinado a un estrepitoso fracaso en su gestión de gobierno. Por eso Maquiavelo puntualizaba sobre asesores sinceros para garantizar la longevidad en el cargo.