El movimiento chavista se encuentra frente a la encrucijada más importante de su vida, se trata de definirse frente a esto que hoy padecemos: ¿es esto Chavismo, es esto Socialismo? De la respuesta, de la posición que se asuma, dependerá el futuro del Chavismo. Veamos.
Si la respuesta es afirmativa, si esto es Chavismo, si es Socialismo, estamos condenando, no sólo al país sino a la humanidad. El planeta hoy se retuerce atrapado por el capitalismo en todas sus variantes, desde el chino hasta trump. El mundo necesita un cambio de rumbo, un gran golpe de timón o la vida se extingue.
Lo más lejos que ha llegado el capitalismo es querer meter gato por liebre, hacer pasar el desastre chino por un modelo socialista. El modelo chino demostró que aquello de los "dos sistemas, un país" es un fraude, pronto el capitalismo se comió al anhelo socialista. Florecieron los millonarios, creció la explotación de los obreros a niveles de suicidio, la contaminación se hizo reina, y fíjense bien los incautos nuestros que hoy se ilusionan con la estafa del falso partido comunista chino: ¡el capitalismo mundial prosperó por causa de China!, la producción, la ganancia de las trasnacionales por miles se elevó, el capitalismo se expandió en el mundo apoyado en China, que es sin duda una potencia capitalista.
Si la respuesta es negativa, si esto no es Chavismo, se le plantea a la dirigencia el mayor reto de su corta vida sin el líder: enfrentarse con valentía, con la audacia y la honestidad del 4 de febrero, a los reformistas, a los falsificadores, y llevar la verdad a la masa hoy engatusada.
Para nosotros el engendro madurista no es Chavismo: el chavismo tiene como clave de su desarrollo la lucha contra ¡la lógica del capital!, es decir la lucha contra la propiedad nosocial de los medios de producción, de la economía, y contra la conciencia egoísta. El madurismo plantea la alianza con la burguesía, con los capitalistas, para elevar las fuerzas productivas, no importando que junto a esas fuerzas se eleve la conciencia capitalista que hoy se engulle a la pretensión socialista.
En lo social, el madurismo plantea la fragmentación de la sociedad, ya el PSUV fue convertido en una maquinaria electoral al mejor estilo adeco, la organización social llevó la fragmentación a sus niveles moleculares, el carnet y los clap son ejemplos de la aberración.
La tarea está clara, hay que luchar por el Socialismo, por Chávez, enfrentarse a la falsificación. Ahora bien, no es una tarea nacional, el planeta nos convoca a la construcción de la referencia de un mundo diferente al capitalismo, que vaya más allá del nombre, no es suficiente llamarse para serlo, es urgente demostrar que se puede vivir sin contaminar, sin esclavizar al prójimo, es necesario modificar los patrones de consumo que tienen como centro el mercado, el beneficio del capital, es urgente desintoxicar a la naturaleza que ya nos pasa la cuenta del desastre del capitalismo, es urgente una humanidad más humana. De no hacerlo, si la humanidad no recupera la fraternidad, la vida desaparece del planeta.
Este es el verdadero reto de los dirigentes chavistas, dirigir el retorno a Chávez, continuar su obra. Su posición frente a este reto los define: o son chavistas o son reformistas.
