Respuesta a un "famoso chavista" que ama EEUU o un pitiyanqui de clóset que no acaba de saltar la talanquera

Nos habíamos tardado en redactar esta respuesta porque hemos estado colmados de trabajo. Esta réplica va dirigida a ese personaje nefasto llamado Jesús Silva, a quien no pensábamos increpar más por estos recovecos cibernéticos, sin embargo, con su artículo titulado "Un famoso chavista que ama a EEUU", publicado el 22/10/2017 en Aporrea, nos la puso "bombita". Si hay un experto en hundir las extremidades y caer en estridentes contradicciones, ése es el sujeto en cuestión.

Todo el mundo sabe que el Constitucionalista Intergaláctico tiene de chavista lo que nosotros de fanáticos de Ricardo Arjona, por lo tanto, ese vocablo (chavista) cargado de tanta significación política, ideológica e histórica, queda extravagante a alguien que chapotea en una chatura discursiva delirante. Jesús Silva esgrime su "revolucionómetro" cual teléfono inteligente, se erige como paradigma del chavismo y exhibe sus "innumerables" títulos académicos o idiomas hablados, con el objetivo de intentar apabullar posibles refutaciones de sus disparates sintagmáticos. Silva cree que hacer la revolución es un concurso de modelaje, de popularidad, de ostentación obscena y patética de grados universitarios o periplos al extranjero. Más pequeñoburgués... ¡imposible!

El lamentable escrito "Un famoso chavista que ama a EEUU", despliega una sarta de sandeces propias de una visceral superficialidad que nos hace oscilar entre la hilaridad y la pena ajena. Antes habrá que desembrollar: lo de "famoso" está en discusión. Una cosa es ser famoso por inconmensurables méritos innegables y otra es ser "pantallero", "robacámara" y sufrir de esa crónica aberración de ansiar ser el sempiterno eje de la atención. De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE),"famoso" es ser: "Ampliamente conocido (...) Muy conocido y admirado por su excelencia (...) Sobradamente conocido y recordado en un determinado ámbito (...)". ¿Famosos? Beethoven, Mozart y Mussorgsky. También Marx, Lenin, El Che, Fidel y Chávez. Igual Chaplin, Einstein y Picasso. Famosos en el buen sentido de la palabra: predicaban con el ejemplo e hicieron vastos aportes a la Humanidad. El constante afán de figuración pública no te hace "célebre" y menos la pertinaz autoalabanza por un catálogo de diplomas. ¡Eso cae muy mal en Venezuela!

Silva comienza sus garabatos lingüísticos en "Un famoso chavista que ama a EEUU", así: "Escribo estas líneas, sentando [sic] en la pata de un árbol [sic] en EEUU. He asumido la heroica [¿?] tarea de defender la identidad individual de cada venezolano en una etapa donde 'figuras' de izquierda y de derecha quiere [sic] convertir al ciudadano de este país en un estereotipo sin personalidad propia (...)". Primero, Silva, se dice "al pie de un árbol" o "a la pata de un árbol". Aprende a usar las colocaciones, ¿vale? Segundo, tú no has librado ninguna épica gesta ni nada similar. Sólo te vanaglorias de estar en EEUU y de "defender" una ¿identidad individual venezolana? mientras se te derrama la baba por el Tío Sam. Give me a break! Platicas de "figuras" de izquierda y derecha, con lo cual banalizas las contradicciones de nuestra sociedad y el proceso bolivariano para descalificar a quienes desenmascaran a disfraces como tú, por ejemplo.

En el marco de sus desatinados juicios de valor, el abogado machaca: "(...) si eres chavista tienes que vivir en la pobreza, no puedes sere [sic] clase media, mucho menos empresario y debes hablar, comer, vestir y comportarte como te lo dictan desde arriba. Si eres opositor, debes ser pitiyanqui, apátrida, pro imperialista, capitalista, egoísta, racista, y etc. (...)". Inquirimos, Monsieur Silva: ¿desde cuándo en el chavismo se dicta cómo hablar, comer, vestir o comportarse? ¿De dónde sacas esa falacia? Hablas como si fuésemos robots y no seres humanos con un considerable nivel de politización, discusión e irreverencia. Nada más diverso, combativo y cuestionador que el chavismo, sobre todo el de las bases. Las etiquetas que nos endilgas, Silva, son las pegatinas conceptuales que utiliza la derecha para atacarnos. ¿A qué jugarás o en nombre de quién? Ser de izquierda no es lanzarse a la indigencia o tener vedados los dispositivos tecnológicos más avanzados por el estúpido pretexto de que son "hechos por el capitalismo". El socialista busca para sí y sus semejantes una vida digna, no la depauperación. El sistema de la plusvalía no produce ni las laptop, ni las tabletas, ni los "smartphone". Todo eso lo elabora con su ardua brega la clase obrera explotada. ¿Queda claro? En cuanto a los escuálidos, calificativos como apátrida, imperialista, capitalista y egoísta, son la representación de un amplio espectro de los militantes de oh-posición, duélale a quien le duela. ¡Eso no es mentira! Muchos seguidores de la derecha se han conferido, por activa o por pasiva, esos epítetos. En contraste al chavismo, los ciudadanos de a pie de la reacción sí se comportan como "focas" de cara a sus pésimos dirigentes, puesto que nunca les han pedido la renuncia luego de traumáticas debacles electorales, verbigracia.

Retomamos la "carta de amor" de Silva al Uncle Sam y agarramos un pañuelo para "llorar" de la emoción: "(...) Conozco Estados Unidos como la palma de mi mano, [sic] desde niño viajo con frecuencia a ese país y hablo su lengua perfectamente [¡!]. Y he recibido el reconocimiento más alto que pueda conceder el U.S Department [Ministerio de relaciones exteriores de EEUU] a un extranjero por trayectoria profesional (...)". Nos imaginamos que te refieres al US Department of State o Departamento de Estado de EEUU, ¿verdad, Jesús Silva? Por lo visto, tu exaltación superlativa al enunciar esa entidad yanqui no te permitió culminar la frase de marras, ¿no? Eso de recibir un galardón de uno de los organismos más genocidas del globo terráqueo, suena muy sospechoso, vergonzante. Es como cuando confesaste que habían pedido tu "opinión" en Valle Arriba y fuiste, sin cavilarlo dos veces, a reunirte con los diplomáticos gringos. ¿Defender la "identidad nacional" es colocarse de tapete ante Washington? Un verdadero marxista repudia el "establishment" del Imperio más devastador de la Historia, no acepta sus lisonjas. El resto del relato nos lo conocemos de memoria, Silva: que experimentas el éxtasis tántrico en Gringolandia y que dominas el inglés a la "perfección", aunque transcribes "antidopping" en vez de "antidoping" (*). ¡Vaya, vaya!

Volvemos a los delirios del Constitucionalista Intergaláctico: "(...) Por mi conocimiento y credenciales, nadie me dirá a mi cual [sic] debe ser mi posición ideológica frente a Estados Unidos. Al contrario, son los opinadores de oficio y los aspirantes a revolucionarios quienes deben aprender de mi posición frente a ese país (...)". No, Silva. A ti nadie te va a imponer ninguna postura sobre Washington porque has demostrado, con el sudor de tu frente, ser un pitiyanqui insuperable. Lo de "amar a EEUU" no tiene parangón, ¡jajaja! Los auténticos revolucionarios no debemos aprender nada de ti. ¡De pana!

En el siguiente párrafo, Jesús Silva nos ofrece más de su "propia cosecha": "(...) A veces no somos profestas [sic] en nuestra tierra, y es más probable ganarse un premio de un país extranjero que uno en tu propio país. Tal vez ese sea mi caso y yo lo acepto, [sic] seguramente cuando prevalece el enchufe por encima de la meritocracia, estas cosas pasan (...)". ¿Profestas o profetas? Creemos que lo segundo, ¿no? Recoger un laurel foráneo no es el problema, Silva; el "ruido" se genera cuando te proclamas "marxista" y "chavista", pero propalas a los cuatro vientos que el Departamento de Estado te lanzó un caramelo. ¿A cuenta de qué? Esa narrativa trasnochada de la meritocracia, al "PDVSA-style" 2002, denota mayúsculo escozor debido a que no te han dado un cargo en el Gobierno Bolivariano, pese a tu abultado portafolio de acreditaciones y pergaminos, ¿nos equivocamos, Monsieur Silva? Te recordamos: la Revolución es un asunto de principios y de lucha, no de posiciones burocráticas o premios.

Más adelante, el "famoso chavista" enumera los elementos que ama de EEUU: "(...) Su pueblo de a pie [clase trabajadora] como dueño de una admirable cultura de trabajo y que la gente no es floja (...)". Pues gente laboriosa hay en todos lados, Silva, no nada más en EEUU. ¿Hay que admirar a EEUU por ello? No necesariamente. En Gringolandia, el promedio de horas trabajadas por año es de 1.790, en cambio, en Islandia es de 1.880. En Rusia es de 1.978 y en Grecia, de 2.042. En Corea del Sur son 2.113 horas de tajo al año ó 18,04% más que en EEUU. Por lo tanto, Seúl despierta más fascinación que Washington en ese contexto. ¿Que no hay perezosos en el Norte? Eso es un enunciado temerario y antidialéctico: la mayoría que está fuera del mercado laboral no es por holgazanería sino por ser víctima de una dinámica expoliadora y discriminadora. Haraganes hay en cada rincón del planeta, incluso en EEUU, mas el abrumador guarismo de desempleados del sistema es un síntoma de la exclusión endémica dentro del capitalismo. ¡Así de simple!

Proseguimos con la lista de Silva: "(...) [Amo de EEUU] Su pueblo de a pie como creyente de su trabajo propio, porque encuentra empleo por talento [no por enchufe] y vive de ello sin estirar la mano para recibir subsidios o donaciones (...)". ¿Estás seguro de que todos en el Imperio obtienen plaza gracias a su "talento", amigo Constitucionalista Intergaláctico? El tráfico de influencias o "enchufes" también existe en EEUU y es conocido como "networking". De acuerdo con la encuesta de una filial de la empresa estadounidense de dotación de personal, Manpower Group, y reseñada en un ensayo de la revista Forbes (**), se determinó que en un abanico de 59.133 clientes de la citada compañía, en 2010, 41% de estos había conseguido ocupación a través contactos o "enchufes". ¿Cómo te quedó el ojo, Silva? Con absoluto descaro declamas que los gringos del "hoi-polloi" no perciben ayuda del gobierno y eso ni tú lo deglutes. Ésta es la cruda verdad del tamaño de una catedral: 44 millones de personas son beneficiadas con cupones de alimentos, en EEUU, bien sea porque están desempleadas o el sueldo no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas. Multipliquemos eso por una familia de cuatro o cinco miembros, lo que arrojará una cifra entre 176 y 220 millones de ciudadanos que reciben subvenciones directas o indirectas del gobierno de EEUU (***). Ello representa entre un 55 y un 68,7% de la población de dicho país. Silva demuestra una galáctica ignorancia en relación con Gringolandia, en todas las facetas. Si conociese el Imperio "como la palma de su mano", sabría que la depresión económica hace estragos por esas coordenadas desde 2008. Touché!

Otro motivo por el que el "infalible políglota" adora al Tío Sam, es: "(...) La tecnología [Internet, las computadoras, los telégonos [sic] inteligentes, ect [sic] que tanto usan los chavistas de smoking] (...)". ¿Que la red de redes es una magnífica invención? ¡Eso es indiscutible! No obstante, no podemos olvidar que ésta se inició como una herramienta militar (ARPANET) y más tarde fue abierta al público; esto último aconteció debido a que el Pentágono -con plena certeza- disponía de una plataforma digital mucho más avanzada y segura que la actual "World Wide Web". La "telaraña" global está disponible, no porque los yanquis sean chéveres, ¡no! Es accesible a todos por una mera cuestión de comercialización de un "juguete viejo" que es muy útil hasta que Washington decida apretar el botón del apagón cibernético y dejarnos colgados de la brocha.

En cuanto a las computadoras y los "telégonos" (teléfonos, ¿no?), hay que refrescarte, Silva, que ninguno de esos artilugios tecnológicos es fabricado en EEUU. ¡La marca es lo único gringo en ellos! Hasta Apple evade una abismal cantidad de tributos en el enclave norteamericano que tanto halagas. Cuando mientas en tono socarrón a los "chavistas de traje", reeditas el glosario de necios lugares comunes de la derecha vernácula con respecto a nosotros. ¿No estabas contra eso, Silva? ¿Los chavistas no podemos vestir de "frac"? ¿Quién lo prohíbe? Lo que sí es paradójico hasta el hastío, es que los escuálidos odien a muerte a los "ñángaras" y compren con frenesí los "smartphone" manufacturados por los chinos rojos. ¡Vaya, vaya!

Al final de su compendio de espasmos discursivos insolentes y hasta risibles, Jesús Silva afirma que no le agrada el imperialismo de EEUU, ni tampoco "la clase política que pretende controlar política (sic), militar y económicamente a otros países". Sin embargo, él aceptó el "premio" de uno de los ministerios más asesinos y cínicos que haya existido sobre la faz de este planeta: el Departamento de Estado (extensión natural del Pentágono gringo). Y hasta orgulloso está de ello. ¡Préstanos tu cara para hacernos una patineta!

Que un "chavista" redacte líneas apasionadas hacia EEUU es algo que debe ponernos en alerta acerca de la quinta columna existente en nuestras filas. Gente como Jesús Silva es muy dañina para el proceso bolivariano, puesto que busca dividir y confundir a la militancia revolucionaria con una narrativa huidiza, tramposa, trivial y metafísica. En lo personal, EEUU no nos parece la tapa del frasco y lo consideramos una sociedad decadente, fragmentada y en bancarrota. ¿Hay algo que nos agrade de esa cultura? Claro que sí: Aerosmith, Cheap Trick, Faith No More, Living Colour, Metallica, Guns 'n Roses y demás emblemáticos nombres del rock anglosajón (****), aunque nada semejante a la obsesión enfermiza de Silva con Michael Jackson, por ejemplo. ¿Líderes que admiremos de EEUU? Malcom X, Martin Luther King Jr., John Fitzgerald Kennedy y Angela Davis, entre otros. No somos antiestadounidenses, somos antiimperialistas y atacamos al "establishment" yanqui, al mortífero complejo militar-industrial. El pueblo gringo es una masa manipulada y vapuleada por una clase política delincuencial que persigue la hegemonía universal. Jesús Silva ama EEUU. Nosotros, los chavistas de verdad, amamos Venezuela y nuestra legendaria contienda por la emancipación.

P.D. Los revolucionarios estamos de júbilo porque este siete de noviembre se conmemora el centenario de la gloriosa Revolución de Octubre. Es propicio el momento para estudiar más a profundidad este evento histórico y trasladar sus enseñanzas al actual entorno de la Segunda Gran Depresión Capitalista. ¡Viva Marx! ¡Viva Lenin! ¡Viva la URSS!

(*) Silva sostiene hablar un "perfecto" inglés y en su lengua ¿materna?, el español, es un rotundo desastre. Acá un recuento de sus dislates y horrores ortográficos: "sentando" por "sentado"; "profestas" por "profetas"; "le ha pasado 'ha' gente" por "le ha pasado A gente"; "opera" por "ópera"; "la Scala" por "La Scala"; "telégonos" por "teléfonos"; y "ect" por "etc". De nada sirven tantas credenciales y títulos, si no sabes escribir. Voilá!

(**) https://www.forbes.com/sites/susanadams/2011/06/07/networking-is-still-the-best-way-to-find-a-job-survey-says/

(***) ¿Cuál es el inconveniente de otorgar subsidios a la población, Silva? ¿Por qué te "arde" en demasía eso? La justa distribución de la renta petrolera en esta nación no es un regalo, donación o limosna del Gobierno Bolivariano, es un derecho de los venezolanos por ser habitantes de un territorio con colosales riquezas en su subsuelo. Seguro eres de esos "marxistas" que se horrorizan cuando las masas reciben subsidios o ayudas (lo tildan de "populismo"), no obstante, aplauden a rabiar cuando esos "estímulos" monetarios van a parar a la parasitaria iniciativa privada. ¡Ja!

(****) Siempre hemos sostenido que si el rock hubiese sido inventado en la ex URSS, lo habrían prohibido en EEUU. Este género musical -en esencia- es rebelde, contestatario. Al contrario de lo que piensan muchos, en Europa del Este y la ex URSS hubo bastantes bandas de rock, sobre todo en los decenios de 1970 y 1980. En nuestra colección disponemos de varios discos de acetato, obsequiados por Radio Budapest en 1988 y 1991, con una surtida muestra de grupos de ese terruño de la fenecida Cortina de Hierro. Otros estadounidenses famosos que admiramos: Andy Warhol, Ernest Hemingway, Mark Twain y Orson Welles.



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Adán González Liendo

Traductor, corrector de estilo y locutor

 elinodoro@yahoo.com      @rpkampuchea

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