El orden categorial de las ciencias, histórica y económico-política, de esencialidad burguesa, es sinuoso, y entrampa una prestidigitación discursiva, que el pueblo trabajador venezolano no descifra, mientras adopta la confusión y la estupidez como costumbre, al tiempo que es vulnerado en su seguridad social integral, y la reversión de los valores del heroísmo en la continuación de nuestro proceso de liberación nacional frente a la dominación imperialista, y la construcción de nuestro socialismo científico.
Nuestra constitución de 1999, en su artículo 5, define al pueblo venezolano como la soberanía popular, mediante el ejercicio de su gobierno permanente, y su protagonismo constante en todos los actos de la realidad social venezolana, artículo 70, y en la reafirmación plena de su autodeterminación e independencia; todos los órganos del Estado, parafraseando, emanan de ese poder supremo, y a él están sometidos.
El pueblo en una amnesia hiperbólica, y triste en su orfandad, se ha perdido de las nociones elementales de su condición de gobierno originario y permanente, postrado a los pies de los comerciantes, empresarios, bachaqueros, usureros, tunantes, y cualquier otra especie de lacras, evidenciando una triste invalidez para levantarse, al tanto que es agredido salvajemente por una distorsión económica que nace en los variados tipos de cambio, respecto a la divisa norteamericana, y que por supuesto han incubado al Dólar Today, que continúa especulando e inflacionando sin límites, la economía del Estado Burgués venezolano, dirigida por el gobierno administrativo bolivariano, encabezado por el presidente constitucional de la República, Nicolás Maduro.
En la disparidad cambiaria, el dólar today asciende sin límites, mientras nuestro bolívar cae diariamente; para la fecha la diferencia en el cambio supera los 100.000 bolívares por uno de estos dólares fraudulentos, que todos los días aumentan respecto a nuestra moneda devaluada. En consecuencia, medio kilo de frijoles, tan solo por citar una variedad de alimento, pudiera llegar a costar pronto, un dólar today; pero si el dólar miseria baja un poco, los precios no bajan, sino que los continúan aumentando los ladrones profesionales, escondidos bajo la fachada de empresarios y comerciantes, lo cual indica además, que la fijación es arbitraria, y constituye un plan macabro dirigido por el imperialismo para fabricar una crisis humanitaria en Venezuela, burlándose del gobierno originario y permanente, que no funciona, y del ejecutivo nacional que dirige el órgano rector en materia de fijación de precios, a través de la SUNDDE, artículo, 23.
Bajo la tiranía diaria del dólar today, los dueños del capitalismo, capital financiero, burguesía, y pequeña burguesía nacional, empresarios de puerto y de divisas preferenciales, comerciantes, bachaqueros, tenderos, funcionarios públicos, y privados, corruptos, y toda suerte de ladrones, se han robado las prestaciones sociales de toda la masa laboral venezolana, al punto que ninguna víctima puede comprar con esa liquidación un aire acondicionado, o en su defecto, con ese desmirriado monto, sólo podría comer, con grandes privaciones un mes, si acaso un mes.
El pueblo trabajador, perdido de su constitución sigue esperando, la protección del Estado, pero el Estado burgués venezolano decidió tirarlo por un barranco impenetrable. En tal situación de postración, los gobiernos, cualquier gobierno administrativo, con la ley, y los funcionarios que sean, estarían impotentes para pasar por el tamiz de la justicia a un ejército creciente de usureros que pululan como los insectos de la tierra para corroer y devorar las entrañas del proletariado nacional, que está pasando, en estos momentos de la pobreza a la miseria.
La marabunta empresarial y comercial ultraespeculadora, no respeta, ni obedece al gobierno administrativo nacional bolivariano, ni mucho menos al pueblo, que no funciona como gobierno originario y permanente; en consecuencia, viola todos los controles, que ahora están muy debilitados, entre otras razones, a consecuencia de la Ley de Precios Justos, que le quita la potestad al protagonismo popular para fiscalizar el comercio, compra y venta de todas las necesidades del Pueblo, al tiempo que establece la liberación de precios, mediante un artilugio categorial que lo define como el sistema de adecuación continua de los precios, artículo 21, y 22; donde la mayoría de los productos son importados en divisas preferenciales, 10 bolívares por dólar, mientras los ladrones del comercio lo tasan a razón del dólar Today, hoy a más de 100.000 bolívares. La ley de Precios Justos deja abiertos numerosos subterfugios, que favorecen a los especuladores, y por tanto significó, y significa un retroceso con respecto a la anterior Ley de Indepabis.
Mientras tanto el imperialismo, con su capitalismo especial ––es decir que no produce nada, y sigue recibiendo las divisas preferenciales para importar, y luego especular según la tasa fraudulenta del Dólar Today, y más allá––, sigue avanzando en su empeño de fabricar en Venezuela una crisis humanitaria, mediante el empobrecimiento general del proletariado venezolano, burlándose del gobierno originario y permanente, y de su gobierno administrativo.