Mi palabra

¡Feliz Navidad! a pesar del pillaje y el silencio de la CEV

"Para un mundo en guerra nace la Paz,

para un mundo en tinieblas nace la Luz,

para un mundo egoísta nace el Amor,

dejemos que acontezca en Navidad"

Anónimo

Desde que tengo uso de razón, vengo escuchando: ¡cada cabeza es un mundo! Me pregunto, qué mundo será la cabeza de la periodista estadounidense Ann Coulter, quien alegremente se atrevió a decir: "Piénsenlo: si hubiéramos invadido sus países, matado a sus líderes y les hubiéramos convertido a la cristiandad, ahora mismo todos ustedes estarían abriendo regalos de Navidad". Esas palabras se las dirigió, como cuchillos afilados a los que siguen al ISLAM, religión monoteísta que tuvo su origen en las enseñanzas del profeta Mahoma. Nadie puede entender, cuando una fiesta universal, celebrada de acuerdo a las creencias religiosas, pretendan pisotearlas por el afán de expansión, en busca de riquezas sin importarles los muertos, heridos, y los grandes destrozos, dejando sembrado el terror, sin poder decir en sana paz: ¡Estamos en navidad!

De nuestra parte, en Venezuela, la navidad nos une, en una hermosa fiesta para celebrar el nacimiento de un gran hombre: JESÚS DE NAZARET, para muchos el primer pensante sobre la tierra, con ideas socialistas. Es tan grande la proyección del pensamiento de Jesús, que ha servido para echar andar en el mundo ideas de libertad, rechazadas desde el mismo momento de sus incansables prédicas por los omnipotentes representantes del poder de su tiempo. Sin embargo, hablar de este sencillo hombre, es levantar encontradas opiniones de acuerdo a los giros de la humanidad, y los intereses económicos en el cual se mueven muchos representantes de la iglesia católica, encargados de exaltar su nacimiento el 25 de diciembre, día de navidad.

En los últimos días, he oído decir con mucha preocupación: ¿Qué podemos celebrar este diciembre, con esta situación? No es para menos. Nos encontramos en medio de una tempestad, el cual no parece detenerse. La inflación nos viene golpeando con tanta intensidad, que los tradicionales adornos, y motivos navideños se han esfumado–ni siquiera un salta perico, suena en los barrios– porque la mayor necesidad del ser humano: alimentarse, no permite gastar en cosas innecesarias, todo se ha hecho cuesta arriba por el pillaje de un sector de comerciantes usureros–no es nada nuevo, pero ahora tiene connotaciones políticas– quienes todo lo ven a través del dólar, y proyectan esa manera de mercadeo a todos los rincones del país, a tal punto, que cualquier vendedor de cambur, siempre saca, como argumento el aumento de la moneda estadounidense, para justificar el precio de su mercancía.

Antes esta grave situación, asombra el silencio de los altos jerarcas de la CEV; por ninguna parte se oye la voz de los Urosa Sabino. Parece que, ahora nada les importa, las calamidades de la población, a pesar de los grandes esfuerzos del gobierno por tratar de paliar en algo, el creciente deterioro de las condiciones de vida. Da la ligera impresión, que empiezan a sentir el fuerte calor de la hoguera, el cual ayudaron a encender, echando a un lado sus verdaderas funciones antes los millares de creyentes de la religión católica. Es tanta la anarquía desatada en el mercado con los precios, que, en estos días al visitar una familia, al rato de una agradable conversación, oí entre dientes la voz de un joven, quien se encontraba totalmente apartado en su "mundo" revisando en el celular (mercado libre): ¡Esto es una loquera! No salía del asombro.

A pesar de este drama, que estamos viviendo, no podemos apartar la tradición de celebrar el nacimiento en Belén del gran Jesús de Nazaret, pero, además, tenemos la obligación ineludible de poner en práctica todas sus enseñanzas, y su manera de vivir, para poder enfrentar a los usureros, farsantes, que han hecho de la religión, y el comercio un modo de vida bastante lucrativo. Quisiera saber, si la directiva de la CEV, ponen en práctica el siguiente pensamiento atribuido a JESÚS: "Nadie puede servir a dos señores: necesariamente odiará a uno y amará al otro; o bien, cuidará al primero y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al Dinero" (Mateo 6, 24) ¡FELIZ NAVIDAD!.



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Narciso Torrealba


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