En el proceso revolucionario en Venezuela se expresan dos escenarios partidistas; el PSUV, partido policlasista, y el Gran Polo Patriótico donde se conjugan una serie de partidos políticos que podríamos considerarlos como partidos de cuadros, en sus líneas generales. Ambas realidades revolucionarias son un constructo del Comandante Hugo Rafael Chávez Frías. Además de ambas expresiones político-partidistas está, también, presente en el escenario nacional el conjunto social conformado por la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Popularmente se les considera como el partido militar). En lo ideológico esa realidad político partidista es, por decirlo suave, muy compleja, difícil de definir, variada, contradictoria, confrontada y asimétrica en sus objetivos finales en cuanto al Poder (con mayúscula) nos referimos.
Dos temas que debemos tener en consideración con respecto a las expresiones políticas y que se ubican en "la acera de enfrente" al proceso revolucionario venezolano, es decir, nos referimos a las derechas, a pesar de lo que expresa el señor Albert Rivera, ese político español que dice ser catalán, bien conocido en los lares políticos y no políticos de las realidades venezolanas, quien manifiesta que en estas realidades mundiales actuales hablar de derechas y de izquierdas es referirse a expresiones ideológicas superadas que se expresaron durante los siglos XIX y XX ya que, en estos momentos, son las orientaciones político-ideológicas, la libre empresa, la democracia liberal, laizzer-fair y, por supuesto, lo legislativo como ductor y conductor de los avatares cotidianos de toda sociedad adscrita al capitalismo. Pues bien, en las derechas venezolanas se expresa como un conjunto político lo titulado como la "Mesa de la Unidad Democrática". Analicemos.
Cuando nos acercamos a la realidad que se expresa en el sector político de la oposición dejando en el tintero realidades como son los apoyos y los soportes que dicho conjunto obtiene desde Washington, la Comunidad Europea y banqueros y empresarios, ubicándonos, únicamente, en lo político-constitutivo, percibimos una "realidad onírica" en cuanto a lo conceptual-partido; es decir, sí simplemente nos avocamos a leer con detenimiento lo conceptual-significativo de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, lo primero es aceptar que dicha organización política es un "mesa" (sic), lo conceptual más cercano al concepto referido a una "mesa de ejecutivos" (empresarios, banqueros y gorrones) que de ser y comportarse como una obligante reunión (aquelarre, diría Francisco de Goya porque se comportan y expresan en sus quehaceres como monárquicos ) de político alrededor de una mesa de reuniones donde lo ideológico se expone en sus propias contradicciones conceptuales y políticas.
El segundo vocablo es "unidad" (¿?) que es, en si mismo, una contradicción sí observamos, seria y objetivamente, sus comportamientos públicos como políticos quienes logran sentarse alrededor de la mencionada "mesa", como, a título de ejemplo, son sus comportares durante sus funciones durante las reuniones en la Asamblea Nacional (en desacato). Y, por último, colocan la letra "D" cual nos consideramos se refieren al importante concepto "Democracia". Según Diosdado Cabello Rondón en su programa "Con el mazo dando", ese concepto es de título pero no de su praxis de estos "caballeros de la mesa redonda", arriba referida, sencillamente, como "mesa". Por cierto, el "primus inter pares", imaginamos, debería ser Donald Trump y Mariano Rajoy, éste último con todas las solidaridades de Albert Rivera y Pedro Sánchez, lo cual les queda excelente en el marco significativo de lo anglo-sajón anglo-estadounidense plus lo significado como lo judeo-cristiano.
Pero en lo ideológico-expresivo de la MUD, nos consideramos, han logrado imponer un lenguaje hispano-franquista a sus adherentes con lo cual "han logrado romper" aquello referido a la sociología histórica del lenguaje político venezolano lo cual, a su vez, significa su "alienación liberal-ideológica" no solo de lo social-significativo que se viene actualmente expresando en la España borbónico-pepista (caso Cataluña, insultos soeces, uso excesivo de la fuerza pública nacional, encarcelamiento de políticos, etc.) sino que se permiten imitar a sociedades cerradas, por aquello de la tradición judeo-cristiana tan arraigada por causa de la Historia Colonial, de naciones como son las realidades social-clasista de los países como son Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil, país de extrema derechas desde aquel gobierno militar, aunque usted no lo crea, sino trate de recordar aquella serie de televisión bajo el título de "La esclava Isaura", cuya protagonista tuvimos la oportunidad de conocer y conversar en Beijing cuando nos expresó su adhesión a la izquierda latinoamericana y su seguridad ideológica de un futuro a favor de las sociedades olvidadas.
Lo arriba expuesto es, grosso modo, la actual realidad presente en la actual etapa de la Revolución Bolivariana y Revolución Chavista en Venezuela bajo la conducción de Nicolás Maduro Moros. Ello nos lleva a la simple pregunta a pesar del optimismo de José Vicente Rangel Vale, cual es: ¿con esa realidad ideológico-partidista, será posible (no expresamos "probable") alcanzar un "entente" que permita superar las contradicciones reales y objetivas actuales con la MUD?
El tema del concepto "partido político" no es ni actual ni pertenece, únicamente, al campo revolucionario socialista. Es un tema de vieja data. ¿Se expresó algún conjunto político-partidista durante eventos que se manifestaron durante la Revolución Francesa? ¿Fue Oliver Cromwell miembro de un partido político inglés? ¿Qué significa la lectura de Vladimir Ilich Lenin cuando se refiere al partido político? (https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1920s/internacional/congreso2/02.htm). ¿Cómo, en lo histórico, se fueron conjugando los diferentes partidos políticos en la Historia Política de Venezuela?
En ese orden, nos inquirimos sobre: ¿cuáles de esos partidos los encajamos en lo conceptual referido a "partido policlasista" y cuáles a la realidad referida al "partido de cuadros"?
Como se puede extraer de nuestra lectura no utilizamos el concepto de "partido de masas" cuando nos referimos al "partido policlasista" porque obvias razones cuando precisamos que el concepto "partido de masas" es, en última instancia, en "lo ideológico", un camino hacia confusiones que podrían hacernos caminar hacia una "alienación ideológica de izquierdas" que podría circunscribirse tanto para la "acera de las derechas" como expresarse en el "campo de las izquierdas" y ello, en última instancia, podría provocar no solo asimetrías en las praxis políticas sino fuertes contradicciones cuales sobre las bases políticas de unas "débiles conciencias juveniles" y un permanente rechazo de las fortalezas históricas revolucionarias, podrían obligar caminos que lleven hacia la contra-revolución que siempre se encuentra en las puertas de lo ideológico de derechas. Es decir, en el marco referente de los "cambios profundos" en tanto y cuanto aún permanecemos bajo los paradigmas del capitalismo rentista venezolano a pesar de profundos cambios objetivos y necesarios, se podrían manifestar inquietudes de clase media en sub-conjuntos con "débiles estructuras ideológicas" de izquierda socialista.
Es decir, en razón justificada de este texto, la debilidad conceptual de los cuadros políticos de la revolución en curso, es una realidad tangible y demostrable cuando escuchamos argumentos repetitivos sobre "qué y cómo es el curso actual de la Revolución Bolivariana y Chavista" sin profundizar por evitar entrar en la polémica que es obligante en todo proceso revolucionario. Ello significa no solo la "falta de solidez conceptual" como una cierta "alienación hacia el Poder" en los actuales escenarios revolucionarios. En el caso de la FANB, en sus preparaciones ideológicas, sustentan sus estudios en las profundizaciones de los textos bolivarianos, chavistas y, evidente, de lo moderno-militar actual que se están expresando en las nuevas reingenierías globales en lo sistémico-capitalista y sus lógicas consecuencias en las seguridad globales y de Estado de los gobiernos contra-revolucionarios no solo norteamericano como eurocomunitario y sus adeptos en América Latina, Asia y África.
El texto arriba descrito nos vino de la lectura del libro titulado "La democracia y los partidos políticos" cuyo autor fue Moisei Ostrogorski (Mínima Trotta. Madrid, 2008, pp. 142) cuya presentación fue redactada por Antonio Lastra. Expone el autor ruso que "…esta contradicción no podría resolverse mediante la teoría del dualismo natural del espíritu que a los defensores del sistema les gusta aducir, según la cual la especie humana se divide de modo natural en dos tendencias: la tendencia de mantener las cosas como están y la tendencia a cambiarlas, de donde se sigue que siempre habrá dos partidos permanentes…" (Idem, pág. 31). Se refería el autor sobre "…esta contradicción…" a que "…esa mayor cantidad de problemas provocó divisiones más numerosas que no podrían reducirse a dos grupos sino que se mezclaban y entrecruzaban en los espíritus…" (Ibidem, pág. 31).