No hay dudas de que es necesario un nuevo liderazgo social, de que es necesaria una consulta a la sociedad que nos refiera cuál es, dónde está, quién es el líder, la vanguardia real; un reacomodo de los dirigentes de la sociedad.
El capitalismo en el gobierno trata de construir una farsa de consulta, una elección a su medida, un chantaje a los votantes y con esa extorsión tratan de maquillarse como un nuevo liderazgo. El capitalismo en la oposición exige que la dejen participar en la ilusión de consulta, quiere participar en la farsa, en un pacto de dominación.
La expresión política de la dominación capitalista está trancada. No funciona porque el gobierno viola la principal ley de la democracia burguesa: la alternabilidad. Sin la alternabilidad, sin esa ilusión de cambio todo se les derrumba. La costra gobiernante funciona con la conducta de una mafia sindicalera: permanecer por encima de cualquier consideración, todas la trácalas son válidas. De esta manera, se perpetúan las directivas sindicaleras.
Desde el referéndum el gobierno no reconoce su debilidad, al contrario, se la trasladó al sistema de dominación, hunden a la democracia burguesa con su negación a la alternabilidad, con su pataleo, con sus trácalas que son evidentes: corren las fechas, inhabilitan, persiguen a posibles candidatos, legalizan cualquier parapeto como un partido en cosa de minutos, sin presentar el mínimo requisito.
Los chavistas, los revolucionarios, ante esta situación, deben ejercer la lealtad debida al Comandante Chávez, a su pensamiento, y no esa falsa lealtad con la que traicionan su legado, al
Socialismo. ¿Cómo hacerlo?
Es necesaria una consulta de las bases chavistas que determine su candidato a la presidencia, en elecciones futuras limpias o en cualquier otra eventualidad. Puede ser, tal vez, un simulacro de
primarias, una encuesta, por supuesto no con hinterlaces, quizá una encuesta en twitter sin robot, quizá recoger firmas.
Los candidatos a esta suerte de primarias pueden postularse o ser postulados, los postulados pueden retirar su candidatura. Se debe nombrar un CNE especial para esta consulta. Uno de los postulados puede ser Diosdado, tal vez alguien postule a Giordani o a Biardeau; a la Negra Antonia seguro algún grupo de llaneros la postula, quizá propongan a un familiar del Comandante, Vielma Mora puede competir, Samán puede tener aquí la oportunidad que no tuvo allá. Nadie está vetado, Maduro puede ser postulado, tanto como la Fiscal Luisa, o el Fiscal Tarek. Todos los participantes deben comprometerse, de no ser electos, a participar en el comité de apoyo al participante electo.
Sirva esta propuesta para ilustrar, llamar la atención de la necesidad de repotenciar al liderazgo chavista. Romper con la ilusión de que chantaje es apoyo, de confundir los boletines de un cne parcializado con la realidad. Si no se construye un liderazgo auténtico, sin reconstruir una vanguardia chavista que de verdad dirija a la sociedad más allá de una farsa electoral, un liderazgo que toque el corazón de la masa, aquí puede pasar cualquier cosa, desde un golpe de derecha o izquierda, (recordemos que en los militares vive pinochet, pero también Chávez), o la masa sin líder sin vanguardia repetirá los motines del pasado caotizando a la sociedad.