|
Ustedes recordarán que en varias ocasiones me he referido al libro de la periodista chilena Patricia Ver dugo
donde demuestra la participación de Nixon, Kissinger, el Departamento
de Estado y la CIA en el derrocamiento del presidente Allende en 1973.
Su investigación estuvo sustentada en documentos estadounidenses
desclasificados por órdenes de Clinton, copias de los cuales, a manera
de compensación por el mal causado, se entregaron a Chile.
Pues bien, acaba de aparecer en español Pinochet: los archivos secretos, de Peter Kornbluh,
a quien se le debe en buena parte la desclasificación de 24 mil
documentos comprometedores del Gobierno estadounidense no sólo en el
derrocamiento, sino en la represión posterior y, para mi sorpresa, para
impedir la elección de Allende en dos ocasiones.
Por primera vez supe del libro en mi reciente
viaje a Washington, en una conversación con Adina Bastidas,
representante de Venezuela en el Banco Interamericano de Desarrollo,
quien tuvo la gentileza de enviármelo. Apenas comienzo su lectura y no
he vacilado en adelantarles este comentario, porque demuestra hasta
dónde puede llegar EEUU cada vez que se ha trazado un objetivo en
América Latina.
El libro, por supuesto, está apoyado en esa
abundosa documentación por cuya desclasificación tanto hizo el autor,
quien explica que haber mantenido esos secretos tanto tiempo ha sido
por "lo controvertido que resulta este pasado, y por otra, de la
relevancia que posee para el debate actual y futuro en torno a
intervenciones de Estados Unidos en el extranjero y los fundamentos
morales de su política exterior". Es lo que está ocurriendo ahora con
los efectos de su agresión y ocupación de Irak y de Afganistán y, para
no irnos muy lejos, de las relaciones y planes de Washington con
respecto a Venezuela.
El secretario de Estado Henry Kissinger giró
en 1973 instrucciones claras "de promover un golpe de Estado que
impidiese a Allende ser investido... o que derrocara luego su recién
creado gobierno". El desarrollo de la conspiración, las operaciones
encubiertas de la CIA, los aportes al diario El Mercurio, la penetración de las Fuer zas
Armadas, la infiltración de la izquierda chilena, están contados en el
libro de la Verdugo, y en este, ampliamente desarrolladas y mejor
sustentadas.
¿Qué es lo nuevo? Cómo planificaron la guerra
económica, con la ITT, la Anaconda y otras grandes empresas con
intereses en Chile. "No dejaremos que llegue una sola tuerca o tornillo
a Chile si Allende se hace con el poder. Haremos cuanto esté en
nuestras manos para condenar al país y a sus habitantes a las
privaciones y pobrezas mas absolutas", amenazaron a través del ministro
de Defensa Ossa. Igualmente revela la intervención de la CIA en las
elecciones anteriores. A comienzos de 1962, Kennedy promovió una visita
secreta a Washington de Eduardo Frei y Radomiro Tomic para evaluarlos.
Dieron cuatro millones a la DC para su campaña, "y la CIA llevó a cabo
otras quince operaciones de relieve", y una intensa campaña contra
Allende.
¿Si hicieron todo cuanto se ha revelado hasta
hoy para impedir en dos ocasiones la elección de Allende, y luego, para
derrocarlo y apoyar la criminal dictadura de Pinochet, por qué no
suponer que en el Gobierno estadounidense hay quienes están tramando
todas las operaciones posibles para evitar la reelección de Chávez?
Desde maniobras y presiones para provocar el retiro de la oposición,
camino cada vez con mas obstáculos, hasta acciones desestabilizadoras
que ofrezcan una situación de ingobernabilidad que les permita apelar a
la OEA para que aplique la Carta Democrática. Las declaraciones del
general Wilfredo Silva, jefe del Cufan, los informes sobre extrañas
reuniones y prácticas militares en varios sitios, y el desespero por la
inevitable reelección, los puede llevar a acciones desesperadas que no
descartan formas "sutiles" de magnicidio. Mosca.
PALANGRE
El Miami Herald-Nuevo Heraldo descubrió que varios de sus redactores eran pagados por la CIA (uno de ellos recibió 175 mil dólares en cinco años) por críticas al Gobierno cubano. Las ventas de ambos diarios se cayeron. Esos periodistas fueron despedidos, pero la presión y amenazas de la mafia cubana hicieron que el director Jesús Díaz, renunciara luego que reincorporaran a estos palangristas de tono mayor.
LATINOAMERICANAS
Hace casi dos meses , 80% de los
ecuatorianos
no había decidido por quién votar en las próximas presidenciales. Ese
porcentaje está ahora reducido a 27%, y un porcentaje similar (27,92%)
tiene en la delantera a Rafael Correa, identificado con la izquierda,
seguido por León Roldós con 18,31%. Todo hace suponer que irán a una
segunda vuelta.
De Brasil no hay mayores novedades.
Contabilizados
todos los votos de izquierda, suman 58%. La mayoría del Frente de
Izquierda (6,85%) que liberada de disciplina partidista, debe
inclinarse por Lula, todo lo cual puede garantizarle la reelección al
Presidente brasileño. La mayoría de los medios se mueven como partidos
adversarios de Lula.
En Bolivia se están tensando las
relaciones.
La oposición, en su lucha contra el poder de la Constituyente, encontró
un aliado en la vieja Corte Suprema, que acaba de negar el carácter
originario de la Asamblea, lo que frenaría la aprobación de la nueva
Constitución. La pregunta que uno se está haciendo es cómo estarán
incidiendo estas controversias en los altos mandos militares. Evo
Morales denunció una conspiración en marcha, interna y externa.
Mientras al presidente electo
Felipe Calderón
se le observan movimientos y palabras que parecieran mostrarlo como
queriendo marcar distancia del presidente Fox en sus relaciones con
Venezuela con miras a normalizarlas, en Perú, Alan García se mueve en
otra dirección. No puede ser mas inamistosa hacia nuestro país su línea
de promover una tercera candidatura al Consejo de Seguridad la ONU.
Prudente la decisión
de la Cancillería de
mover a su embajador en Chile, Víctor Delgado. Aunque resulta difícil
calificar de intervencionistas en los asuntos internos sus
declaraciones, el cambio ayuda a la decisión del voto chileno. En el
gobierno, el Partido Socialista, con alguna excepción, está de acuerdo
con votar por Venezuela, mientras la Democracia Cristiana se opone,
junto a la derecha pinochetista.
Expectativa por la votación
del martes
16 en la ONU. Aunque Venezuela duplica el apoyo obtenido por Guatemala,
no tiene las dos terceras partes requeridas para ser electa al Consejo
de Seguridad. En ese caso, se harán varias votaciones, y podría ocurrir
que Guatemala sea persuadida a declinar. Como la votación es secreta,
ni los gobiernos están seguros de cómo votaron sus delegados.