"El maquillaje que embellece más
es una sonrisa sincera".
Anónimo
Hablando con un colombiano, amigo, camarada, un hombre muy consciente, y estudioso de la realidad de Colombia, y Venezuela, me contó un caso de su país, para justificar algunos hechos, que están sucediendo en el nuestro: "En mi tierra, había un señor, que cada momento le repetía a un hijo, recién graduado de médico, el cual empezó a ejercer en el pueblito, donde nació: ¡Ponga cara de culo, cuando vaya a entrar al consultorio, porque de lo contrario se regresa limpio!". Esta expresión, me produjo risas. Al rato, después de haber entrado a una verdulería a preguntar por un producto, y recibir una respuesta muy seca, recordé la explicación del amigo, porque ¡ay que ver! la cantidad de "caras de culo" regados en cada rincón del país, ejerciendo determinadas funciones, y lejos de ayudar a solucionar, terminan de empeorar la grave situación.
Nadie puede negar el berenjenal en el cual nos encontramos metidos. La inflación, y en estos momentos la hiperinflación, según la explicación de muchos economistas, el cual opinan, después que tenemos el agua al cuello, dejando mal parado a estos estudiosos de la materia, porque no convencen, cuando dan soluciones, y la ligera impresión es que no existieran antes el caso venezolano. Aparte de la inflación espantosa, tenemos que añadirle el canibalismo, al que popularmente empiezan a identificar: ¡Nos estamos comiendo unos a los otros! Es decir que por donde usted meta la mirada, consigue quien trata de taparle la poca luz que encuentra en el camino,
La expresión del amigo colombiano, parece cobrar fuerza en estos momentos. A donde usted vaya, se encuentra verdaderos "caras de culo". ¿cuántos médicos, pasan al lado de los pacientes sin levantar la cara? Muchos de ellos, dan la ligera impresión de ser los enfermos. De los comerciantes–salvo algunas excepciones– ni hablar, porque desde la época de Jesús de Nazaret, el mundo empezó a conocer a los verdaderos usureros, y eso que no había: efectivo, punto, y menos transferencias, pero la mala intención, y el deseo de enriquecerse a costilla de los demás, ha existido, desde que apareció la sociedad dividida en clases. Por algo un empresario norteamericano Warren Buffett, lanzó una expresión, sin esconder la esencia del comercio, una de las reglas del capitalismo: "Nunca temas pedir demasiado cuando vendas, ni ofrecer muy poco cuando compres."
Esta dicho, que parece una burla, se ha venido extendiendo a lo largo, y ancho del país, y para completar, encontramos cantidades de "caras de culo" que no tienen paz con la miseria, enquistados en organismos del estado. ¿Cuántos obstáculos, para resolver cualquier problema por muy insignificante que sea? Cuando la solución muchas veces está en una simple firma, pero no existe la voluntad, porque la desidia, y desgano se ha apoderado de algunos funcionarios, que no tienen la mínima iniciativa de servil al público, y por eso siempre actúan con "la cara de culo", y otros piensan, que de esa manera contribuyen en la obsesiva idea de la derecha de sacar al Presidente Nicolás Maduro.
Antes esta realidad, necesitamos de manera urgente, apartar a los que ponen la "cara de culo" para atender a las personas en muchas dependencias del gobierno. No podemos dejar a un lado a profesionales, que solamente están pendiente de la paga, sin importarles el trabajo realizado; pero además tenemos que buscar la fórmula de hacerle frente a los que estafan, roban, y saquean a los compradores, y de "pasa palo" le ponen la "cara de culo". A este grupo, necesariamente tenemos que agregar algunos aspirantes a cargos políticos–tanto de derecha, como de izquierda–con la cara sonriente, cuando andan buscando apoyo para subir, pero apenas se encuentra arriba, se presentan con lo que no pueden esconder: la "cara de culo".