Razones para no votar

Sí votamos o no, no importa al capitalismo internacional y al imperio, que es lo mismo, para intervenir a este gobierno, porque la invasión al país ya se hizo o ya comenzó, cultural y económicamente, hace rato; en los dos aspectos ha contribuido intensamente el gobierno de Maduro para que así sea, alentando el egoísmo y la vida distraída y fácil y promoviendo y otorgando ventajas territoriales para las inversiones extranjeras.

Por otra parte estas son unas elecciones donde no hay elección: todos los candidatos son oportunistas como los de antes, autoelegidos, y tres de ellos son claramente de derecha. Del que no se sabe su posición política es Visconti, su discurso nacionalista no nos dice nada más; en este país si se es candidato a la presidencia cualquiera es nacionalista; difícil es decir o ser internacionalista socialista, sería distinto, novedoso.

Las elecciones no van a resolver la crisis de gobernabilidad, por parte de un gobierno que no es capaz ni quiere gobernar. Gritar y amenazar es todo lo que sabe hacer, pero la mayoría de sus directores, viceministros y ministros siguen haciendo lo que les da la gana, no tienen jefes, no tienen supervisores y ellos no supervisan a nadie, nada indica que después de las elecciones serán buenos, obedientes y eficientes… seguirán siendo funcionarios hasta que un decreto los remueve de sus cargos, como cartuchos recargables… ¡Gobernar!, a menos que sea necesario sostenerse en el poder, como grupo, a costa de lo que sea: sea mintiendo, sea reprimiendo, sea favoreciendo las trampas burocráticas y a los empresarios "honestos" y ladrones, así sea vendiendo el país.

Por parte de la oposición no hay mucho que decir, se trata de oportunistas, listos para hacer lo mismo, mejor o peor, pero lo mismo que el madurismo, hacerle el mandado a los capitalistas y al imperio

Estas elecciones no muestran la posibilidad de un cambio real. Las promesas del madurismo están vencidas, y las nuevas no tienen por qué ser distintas. Las promesas de la derecha cuartarepublicana de dolarizar el país no cambia en nada el panorama económico, las desigualdades, el sistema de explotación, la promesa del hambre y la desidia para los que menos tienen. Producir alimentos y medicinas y todo lo necesario sería la solución, pero en socialismo es lo único que lo haría posible, sin embargo para producir en socialismo además de económico el cambio debe ser radicalmente moral.

¿Por qué la solución está en producir en socialismo? Porque producir, o intentar producir bajo un sistema mixto es imposible, nuestros empresarios, FEDECÁMARAS es altamente corrompida y parásita de la renta, lo mismo Cisneros y Mendoza, seres sin escrúpulos aprovechadores como los cazadores furtivos.

Con la pequeña y mediana industria sería lo mismo si no se someten a un plan socialista. Lo único que puede moralizar a un pueblo es saber que al tiempo será dueño de su destino, que la participación privada en la producción solo debe ser tomada en cuenta bajo estrictas condiciones y control en beneficio de toda la sociedad; la producción privada no debe tener el control de nuestra economía jamás; a cambio de sus ganancias solo debe servir a la sociedad, pero eso hasta ahora no ha sido imposible.

Pero, si el gobierno de Maduro le promete a todos –a ricos y a pobres- todo; a los ricos: libertad, estímulos y protección, y a los pobres un paraíso de igualdad después de un sacrificio interminable… y la misma libertad que le promete a los ricos se la promete a los pobres; a las claras está mintiendo. ¡Hay que moralizar a la sociedad en su conjunto en torno a un ideal socialista, de justicia real, de igualdad visible, un ideal que se haga cada vez más concreto, y no prometido, ilusorio, vano!

Lo único que puede sacar a este país y a la gente de esta crisis; de la trampa capitalista, abandonados por las veleidades capitalistas de un grupo de pragmáticos, más bien flojos para el trabajo que revolucionario; volver a unir al chavismo desintegrado, full desesperanzado en su depresión colectiva…, es recuperar la razón originaria por la cual comenzó esta revolución: el socialismo socialismo: el trabajo socialista, la producción socialista realizada por la sociedad y para toda la sociedad por igual. El socialismo, la igualdad en el trabajo, en los derechos y deberes, en la justicia, la lucha amorosa por el bienestar de todos los seres humanos, ese socialismo es la razón sagrada para la lucha verdaderamente revolucionaria.

Lo único que puede recuperarnos como espíritu y como fuerza de trabajo para la producción es la conciencia de obligarnos a toda la sociedad, conciencia del deber social, la conciencia de salvarnos como individuos salvándonos todos a la vez como sociedad. No lo pudimos ni lo podemos hacer con fórmulas personalistas, egoístas, en especial hoy, a los niveles que hemos llegado de ignorancia y vulgaridad debido a las carencias de alimentos, de medicinas y de escuela; debido a la pérdida de tiempo espiritual, malgastado en las colas y el esfuerzo diario por conseguir lo básico para sostener la vida material. Hay que moralizar a la sociedad y en especial al chavismo con hechos, no con promesas, con ejemplos concretos, no con palabras, darle razones sagradas para la lucha a un pueblo que no es tonto, por más desilusionado y fragmentado que esté.



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Marcos Luna

Dibujante, ex militante de izquierda, ahora chavista

 marcosluna1818@gmail.com

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