Todo parece tranquilo en la comarca: el Pastor reparte sopa, el petro no acaba de nacer, el otro candidato tiene ganas de arrugar, jorge habla y nadie le cree, se espera el cono con angustia del daño que hará. Todo está tranquilo en la comarca... aparentemente.
La Semana Santa es tiempo propicio para la oración, para pensar en Cristo Crucificado, ir para la playa, no comer carne, abstenerse. Y es tiempo propicio, siempre lo ha sido, para la conspiración. Si leemos entre líneas la historia, si tratamos de ver en ella lo mutilado por las clases dominantes, nos encontraremos con un grato olor a conspiración contra el imperio romano. La dirección cristiana, los doce, entraron a Jerusalén con un plan que la historia escrita por los dominantes tragó, sólo nos quedan las instrucciones a Pedro de preservarse para continuar la lucha. Pero este cuento tiene mucho de la fe y del cristal con que se mire la lucha del humano por conseguir un mundo donde se haga verdad la consigna central del cristianismo: amarse los unos a los otros.
Fue en Semana Santa, un Jueves Santo, que en Abril del 1810 se inicia la lucha por la independencia; se destaca un sacerdote, Madariaga, se expresan los muchachos de la Junta Patriótica.
Siempre que los tiempos sean de adversidad para las sociedades la Semana Santa será tiempo de conspiración, de oración pero también de rebeldía, de recogimiento y también de acción para los cristianos, que es decir para los hombres de buena voluntad, con sensibilidad amorosa.
En Venezuela vivimos tiempos de gran adversidad, un gobierno maula nos ha llevado a territorios de miseria espiritual y material impensables, inimaginables. Cual judas, han consumado la traición al Comandante Chávez; su prédica se refugia en el corazón de los humildes y los gobernantes se lavan las manos y entregan la Patria, danzan alrededor del becerro de oro, oyen las infamias del sanedrín.
Siempre que existan hombres buenos, con sentido de humanidad, de Patria, habrá esperanza. Estos tiempos son de fe en que se acerca “la Pródiga Aurora”. Aquí hay suficientes hombres buenos, se tiene el ejemplo del Comandante Chávez que un 4 en la madrugada se alzó contra la injusticia y la adversidad, predicó y fue crucificado, pero dejó su pensamiento para seguir luchando por el Socialismo, que es el nombre del Cristianismo en estos tiempos.
Estamos seguros, esos son nuestros deseos, de que en algún lugar de la Patria se le hace honor a la historia de la Semana Santa, que tal como en aquellos tiempos se habla de rebeldía política.
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