"La estupidez humana
es la única cosa
que nos da una idea del infinito"
(Ernest Renan).
Desde el mismo momento de haber expresado el Comandante Chávez, su reflexiva frase ¡Por ahora! empezaron los ataques virulentos de la derecha, contra la naciente esperanza de un pueblo, golpeado por más de 40 años. La razón era muy sencilla: presumían, que, al prender ese faro de luz en millares de compatriotas, se iba hacer inextinguible. ¿Cuántos argumentos han utilizado para atacar al gobierno? Como dicen de manera folklórica, en muchas conversaciones: ¡Para muestra basta un botón! Nadie pensaba, que una elegante "dama", salida de un concurso de belleza: Alicia Machado, nos iba ayudar a mostrar, como cualquier gafedad, o estupidez, la utilizarían para atacar al gobierno. La expresión propia de una inocente: "El hijo de Hugo Chávez me acosaba" parece un título de un cuento infantil, pero, nada que ver con el famoso cuento "Alicia en el país de las maravillas", el cual, estoy seguro, nunca lo ha leído, para ver si sale de la oscuridad, en la que siempre se encuentra metida.
No puede asegurar, quien ha dado más tumbos, entre Alicia, la "sobresaliente" más por escándalos faranduleros, que por cualquier otra cosa, y el señor Rafael Ramírez, tan obsesionado en demostrar su inocencia, que cada momento aparece, con algún explicación tan parecida a la presentada por la MACHADO, sin aportar nada nuevo en sus largos, y tendidos artículos domingueros, los cuales, me han servido últimamente para leerlos con detenimiento, y aprender a no cometer tantos errores gramaticales, ni dar explicaciones tan parecidas al niño, cuando lo mandaron a llevar la sopa, se cayó, y solamente pudo recoger el caldo.
La aparición de Alicia–la miss– es menos peligrosa, que las salidas de la otra MACHADO, quien, en cada visita al país estadounidense, siempre va a implorarle, a cualquier presidente de turno en la "Casa Blanca" medidas de presión contra el gobierno bolivariano, para de esta manera ahogar a un pueblo en la desesperación. A la ex Reyna se le puede perdonar cada infantilidad, porque no se puede esperar nada de una persona, envuelta en escándalos, lejos de la sana convivencia, más, cuando tiene años viviendo en la misma casa del imperialismo, y por nada del mundo se le va escuchar alguna crítica; caso contrario sabe lo que le espera. En esa misma onda se encuentran los títeres criollos al residenciarse en los Estados Unidos, al aportar su contribuir con el malévolo propósito de acabar con el proyecto bolivariano. Parece que las miss–salvo algunas excepciones– se prestan para cualquier jugada en favor de los enemigos de la patria, así, pasó con otra ex Reyna, la espigada Pilín León, quien paseaba su figura en pleno paro petrolero en un buque con su nombre.
Lo de Rafael Ramírez, es una demostración evidente, que va seguir "Dando Tumbos" en medio de la astronómica cifra de millones de dólares desaparecidos, y el único pretexto para evadir responsabilidades es presentarse, como la víctima, y seguir atacando al tal "madurismo" como los culpables de la debacle del corazón de la economía venezolana: PDVSA, cuando en realidad, él sabía la caída, casi en picada de dicha empresa, pero, mientras no lo tocaron se mantuvo guardando la prudencia necesaria; al sentir los pasos de la justicia, no le quedó otra: salir a vociferar, como lo hizo la ex fiscal Luisa Ortega Díaz. ¡Sorpresas que da la vida! como dice el cantautor Rubén Blades.
Por lo pronto, seguiremos leyendo a Rafael, "el inocente" y viendo muchos personajes, con declaraciones al estilo de Alicia Machado, dando los mismos "tumbos" de la oposición venezolana, sin dejar de cambiar de caretas, como si estuvieran en una presentación teatral, pero al final meten la "pata", porque la razón no los acompaña, y de no ser por la grave situación económica, producto de una inflación inducida por la página (dólar today) impulsada por ellos mismos, estoy seguro, la historia seria otra en nuestro patria. Estamos en presencia de algo increíble: un sitio digital, atentando contra la economía de un país. Las nuevas herramientas del imperialismo, y sus más serviles ayudantes.
